• Falsos trabajos de verano podrían convertirse en una pesadilla

    Querer ganar mucho en poco tiempo puede ser un problema. Especialistas advierten sobre los riesgos de algunos empleos de temporada y alertan sobre los avisos de "gane dinero fácil" en internet.

    "No cualquiera puede entrar a un team de verano, pero si sos un flaco musculoso o una mina dispuesta a usar colaless, podés ganar hasta 60 lucas al día". Así resume Alejandro Secchi, bonaerense, de 41 años, el trabajo al que muchos jóvenes chilenos podrían llegar a aspirar en lo que queda del verano. Una verdadera oportunidad para ganar dinero en poco tiempo, pero que podría convertirse en un muy mal rato si al momento de buscarla no se cerciora de que sea una oferta seria .

    El primer trabajo al que postuló Secchi cuando llegó a Chile, no existía. "Fue hace 11 años y me dijeron que tenía que pagar como cinco lucas para tomarme unas fotos en agencia. A los dos días ya no había nadie en el lugar", recordó el argentino, quien actualmente se desempeña como productor y captador de promotoras para teams de verano. Este tipo de engaños sigue ocurriendo hoy en día, sin duda, dice el trasandino, y aprovecha de dar un consejo: "hay que asegurarse de que la agencia contratista tenga un nombre en el mercado, si no querés salir estafado".

    Tentaciones y riesgos

    En estas fechas, sobre todo los jóvenes, están dispuestos a ocupar cargos por breves periodos. Según el portal laboral Trabajando.com, en el verano se concentra el 63% de la demanda por trabajadores de temporada, llegando aumentar en un 100% con respecto a un mes normal.

    En este sentido, "el anhelo o la ansiedad por querer ganar dinero en un corto periodo de tiempo, muchas veces juega en contra de los postulantes, ya que pueden resultan embaucados", opinó el subcomisario de la brigada de cibercrimen de la PDI, Javier Rodríguez. Desde su labor, contó que "en estas fechas los falsos avisos de trabajos suelen concentrarse en agencias falsas o empleos a través de internet, una práctica que aumenta hasta en un 50%". Argumenta que esto se debe a que los engaños a través de internet muchas veces resultan ser "delitos estacionarios donde la gente está más propensa a caer por determinadas necesidades a corto plazo y además, porque muchas veces no corroboran la seriedad de los ofrecimientos".

    Sin embargo, actualmente en Chile no existe un organismo que registre la totalidad de empresas existentes, según explica el abogado laboral Christian Pizarro. "La Dirección del Trabajo guarda un registro de empresas infractoras y en el Diario Oficial aparecen las nuevas compañías que se crean, pero no más que eso", aclaró a hoyxhoy el profesional.

    Castings masivos

    Más allá de la falta de precaución por parte de quienes aspiran a los empleos, lo que sucede -en palabras de Nicole Pazos, ex promotora- es que abunda la cantidad de ofertas laborales en esta época, por lo que inevitablemente aumenta la posibilidad de encontrarse con opciones fraudulentas. Pazos es chilena, tiene 25 años y desde los 15 que se dedicó al rubro de los teams y promociones, labor que le permitió pagar sus estudios de diseño y que por lo mismo, dejó atrás para dedicarse a su profesión.

    Cuando era una adolescente, relata, era mucho más fácil ser engañada, pero a medida que fue creciendo comprendió algunas señales en las que debía fijarse al momento de asistir a castings y entrevistas de trabajo. Afirma que si se trata de una convocatoria masiva hay que poner ojo si en algún momento comienzan a cobrar por sacar fotos -"las empresas serias se encargan de pedirte tus propias imágenes o de tomarlas ellos mismos de forma gratuita"-, por otro lado si las condiciones que ofrecen son demasiado espectaculares también hay que estar atentos, -"a veces aseguran que puedes ganar 100 lucas por día y que tienes que trabajar muy pocas horas, pero hay veces que no te pagan nunca o mucho tiempo después", advierte.

    Lo fácil resulta difícil

    Hay una especie de oferta laboral que navega todo el año a través de internet. Una que dice algo como "¡Gane dinero ahora, fácil y rápido!" acompañada por un texto que narra la difícil historia de una determinada persona hasta que decidió invertir su tiempo en trabajar en la web. "Sin embargo en estas fechas, la gente tiende a caer más en ese tipo de avisos, por la tentación que puede representar obtener dinero de forma sencilla y rápida", dijo a hoyxhoy el subcomisario Javier Rodríguez, quien explicó que estos empleos virtuales son muchas veces insólitas estafas. Aunque parezca inverosímil, Rodríguez explicó que muchas veces estos avisos están manejados por redes internacionales de estafa. El sistema funciona así: delincuentes de todo el mundo hacen partícipe a diferentes personas para que a través de internet los ayuden a transferir dinero a cuentas de lugares alejados. "Generalmente, disfrazan estas transacciones como trabajos donde se paga un 5% de comisión por transferencia bancaria", explicó Rodríguez. Así, al aceptar trabajar en uno de estos "inocentes trabajos", podría estar colaborando con una millonaria estafa internacional sin darse cuenta.

  • La más rosada de todas las camioneras

    Mery Ambar es conductora de vehículos pesados y a la vez, fanática de Hello Kitty. Una mezcla difícil de hallar en otro lugar del mundo.

    Mientras sus amigas pedían a gritos una nueva muñeca, a sus doce años, Mery Ambar sólo añoraba conducir los camiones de su papá. Le repitieron hasta el cansancio que no podría hacerlo hasta que cumpliera 18 años, pero ella, con total ansiedad, pataleaba alegando que faltaba mucho para entonces.

    Hoy, con 31 años, Mery ya tiene la anhelada licencia que la reconoce como una profesional de los vehículos pesados. Probó diversas marcas, modelos y tipos, hasta que se quedó con un camión Mack de 18 cambios, enchulado por ella misma con un diseño más que femenino.

    "Es que me encanta la Hello Kitty y el color rosado", dice Mery, entusiasmada. No es para menos: su Mack está pintado íntegramente en blanco y rosa, y decorado por dentro y por fuera con imágenes de la tierna gatita.

    "Como esto de los camiones siempre ha sido machista, bien masculinizado, yo quería darle un toque femenino. Yo misma lo pinté y adorné", cuenta Mery, riéndose de su propio fanatismo.

    Mery confiesa un detalle más: cuando le dio por decorar el camión al estilo Hello Kitty, éste no era suyo: "Era de mi papá, pero como casi siempre lo he manejado yo, lo he sentido como mío. Después, cuando decidí pintarlo así, él lo miró y me dijo que nunca más se iba a subir".

    Su pasión

    Hay que apuntar que a Mery nunca le ha gustado eso de manejar camiones sin personalidad. Inicialmente, se hizo conocida por conducir camiones amarillos y, la máquina anterior al Mack Hello Kitty era uno que tenía pintada una sexy gatúbela.

    "Siempre me ha gustado darle un estilo propio a los camiones. Me siento muy bien en ellos... Yo no podría estar sentada todo el día en una oficina. Necesito estar moviéndome, viajando, cargando arena... ¡esa es mi vida! Además, esto lo heredé de mi mamá, quien también manejaba camiones", dice.

    Mery, criada en Villa Alemana, se pone algo más seria cuando piensa en los riesgos de su trabajo: dice que, cada vez que se sube al camión, no sabe si volverá viva.

    "El camión que yo manejo es un tolva y es muy complicado. Como mujer, nada impide que pueda conducirlo, pero hay que tener mucho cuidado. Gracias a Dios no he tenido accidentes, sólo un susto cuando venía cargada con arena desde Mantagua, por la ruta Las Palmas, y en una pendiente no me respondieron los frenos", relata.

    Además de ser una aguerrida camionera, Mery es madre de tres hijos, los cuales, para alegría de ella, también comparten su pasión. Algunos piensan que esto se debe a que el más chico, Maximiliano, la acompañó arriba del camión desde el mismo día en que llegó al mundo.

    "Muchos se sorprenden por eso, pero para mí estar embarazada no era problema para conducir. Ese día me bajé del camión y partí a la clínica. Ahora mi hija mayor, que se llama igual que yo y que tiene 13 años, me acompaña en algunos viajes", manifiesta con ternura.

    Mery Ambar confiesa que sus viajes favoritos son aquellos en que los que puede oír salsa. "Me encanta mucho ese ritmo, es alegre y me sube el ánimo. Cuando ando con mi hija, ella pone reggaetón todo el camino y aunque a mí me aburre, yo la dejo no más. Me pone feliz que a ella también le gusten los camiones", expresa.

    A trabajar

    La villalemanina es muy conocida por el sector, ya que desde muy joven se le vio cargando sola material pesado a su camión. Por esta razón, no es raro que varios hombres le hayan tirado uno y que otro piropo. "Por suerte mi esposo no es celoso. Él es carabinero y me gusta que seamos de polos tan opuestos", asegura.

    La camionera trabaja de lunes a sábado sin parar y sólo descansa los domingo. "Trabajo mucho, pero cuando a uno le gusta, el tiempo se pasa volando", comenta.

    Como el tiempo apremia, Mery se prepara para una misión: botar escombros en el puente Las Cucharas. "Tengo que ir y lo más probable es que me demore como una hora. Luego voy a la población Los Pinos a trabajar con arena", explica.

    Mery se va a sus labores no sin antes dejar en claro que seguirá en esto hasta que la salud se lo permita.

    "Yo creo que voy a seguir manejando hasta que el cuerpo me dé. Luego vendrán mis hijos. Al menos mi hija ya me ha dicho que quiere ser como yo. Realmente ha sido gratificante esto de ser camionera. El diseño tampoco creo que lo cambie, porque creo que para la Hello Kitty no hay edad y encuentro lindo que niñas de 13 ó 15 años salten de emoción al verme manejándolo", enfatiza con alegría.

  • Reñaca: el último paraíso perdido

    Cada año el balneario más famoso de Viña del Mar se repleta de turistas extranjeros y locales, pero muy pocos conocen el significado real de aquella playa para el imaginario colectivo. ¿Será Reñaca nuestro Saint-Tropez local?

    Por años, Reñaca fue el sitio de descanso de los elegidos. De los privilegiados. Llegar a sus playas y estirar una toalla en la arena, fue por mucho tiempo el símbolo de una victoria moral. El quitasol, el cooler, el bikini, la piel roja y el bloqueador, eran sólo elementos de un fotografía que se guardaba en un lugar especial de la casa, y que se exhibía con orgullo.

    Hoy, en 2013, esa escena parece añeja. Reñaca -allá, en la Quinta Región, entre Viña del Mar y Concón- subsiste más de un presente accesible a todo público que de un pasado sectario y elitista, pero sin perder la mística que alguna vez lo convirtió en un paraíso perdido.

    A 10 minutos del centro cívico de Viña del Mar, la playa de Reñaca -dividida en cinco sectores- congrega cada año a centenares de turistas nacionales y extranjeros, todos hambrientos de vivir las mejores vacaciones de su vida, sin medir sacrificios.

    Por la mañana, las abuelas de la zona pasean a sus mascotas (perros siempre diminutos) en la orilla del mar. Mientras que por la tarde, aún es posible ver a adolescentes desocupados fumando escondidos detrás de un roquerío, al mismo tiempo en que surfistas profesionales y amateurs intentan piruetas sobre las olas, con la misión de regresar triunfantes a la orilla de la playa y abrazar a sus novias. De noche, el panorama cambia.

    Y ahí, en Reñaca, aparecen los menores de edad envueltos en polerones y pantalones gigantes, con gorras de Nueva York y botellas de alcohol: tirados en la arena, haciendo fogatas e ignorando a las patrullas de Carabineros en ronda nocturna.

    Reñaca es una ciudad de calles delgadas para gente delgada. En enero y febrero, las veredas colapsan, y los estacionamientos también. Nicolás Massú ha viajado por las mejores playas del mundo, pero se queda en Reñaca. El "Chino" Ríos y el "Matador" Salas tienen departamentos allí. Y es que quizás Reñaca es nuestro Saint-Tropez y nunca lo notamos. O nunca quisimos notarlo.

    Allá los argentinos se deleitan con los bajos precios y el buen trato de los chilenos en traje de baño, que agradecen el dinero fresco. Como también los teams de verano: esos grupos de hombres y mujeres a sueldo que promocionan los productos que más tarde repletarán los basureros del borde costero.

    En Reñaca el reciclaje no existe, y tampoco los ciclistas. Allá se maneja en patines y esquivando abuelas y modelos uruguayas, porque de otra forma es imposible.

    Y pasa que Reñaca es una ciudad imposible. Porque detrás de todo ese paraíso -de todos esos turistas y comerciantes- se esconde uno de los sectores más pobres y miserables de la Quinta Región: Reñaca Alto, famoso por sus redadas antinarcóticos y su pobreza. Un paisaje invisible que reafirma la obvio: Reñaca, en el fondo, es un paraíso mentiroso.

  • La migración americana en 80 fotos

    El fotógrafo holandés Kadir Van Lohuizen retrató durante 40 semanas a viajeros del continente. Su recorrido se resume en una exposición que será inaugurada hoy en el Museo de Bellas Artes.

    Se levantó con el frío de la Patagonia y amaneció en el desierto junto a mexicanos que intentaban cruzar la frontera con Estados Unidos. Durante 40 semanas, el fotógrafo de guerra holandés, Kadir Van Lohuizen, viajó por la Panamericana y retrató a los representantes de la migración latina en 15 países.

    Mujeres que viajaron desde Perú para trabajar en Chile, mapuches que dejaron los bosques para trasladarse a la capital y gringos que cambiaron el McDonald"s por la selva amazónica, son sólo algunas dentro de un sinfín de historias que el afamado artista -conocido por reportajes fotográficos sobre siete ríos del mundo y la industria del diamante- se encargó de plasmar a través de una exposición que recorrerá la misma ruta que su autor.

    Línea del tiempo

    "Vía Panam, la búsqueda de la felicidad", es el nombre de la muestra que por estos días se encuentra en el punto de partida del viaje, Chile. Será inaugurada hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y estará vigente hasta el 3 de marzo.

    "Armamos una especie de línea del tiempo que pone atención en la conexión de las imágenes", dijo a hoyxhoy Jeroen de Vnies, curador. Van Lohuizen profundizó sobre este punto y señaló que "me heló ver el sacrificio de las nanas peruanas en Santiago. Viajé a Perú a fotografiar a sus familias y me di cuenta de lo difícil que era para ellos estar separados". Para el fotógrafo sólo hay una visión que resume la muestra: "las migraciones en América han cambiado en los últimos años, ya no es el sueño de todos irse a Estados Unidos y muchos no quieren dejar a Sudamérica, porque les pertenece". Hoy a las 18:00 horas, el fotógrafo dictará una charla sobre su experiencia en el MNBA.