• Así se prepara el chileno que podría llegar al espacio

    Desde EE.UU., Roberto Cabezón habla acerca de las difíciles pruebas que ha tenido que realizar para ser parte del equipo de las 22 personas que orbitarán la Tierra.

    A los ocho años, Rodrigo Cabezón (27), porteño, le regaló un cuento a su tío que contaba cómo él mismo llegaba al espacio montado en un gato. El final del texto decía "Continuará...". Hace poco su familiar se lo entregó y le dijo: "Tienes que terminarlo".

    Llegar al espacio es el sueño de este estudiante de Nutrición y Dietética. Tras haber sido clasificado en Buenos Aires, hoy se encuentra en Florida, EE.UU., participando en la última etapa del concurso "Axe Apollo Space Academy". En el Kennedy Space Center de Florida, está peleando contra 179 participantes del mundo para convertirse en uno de los 22 que observará la Tierra a 100 kilómetros de altura. "Mi objetivo es ganar y estoy trabajando duramente para eso", dijo el joven que al triunfar se volverá el primer chileno en orbitar el planeta.

    Las difíciles pruebas

    A diferencia de tests anteriores, estas pruebas para él son realmente un desafío. Cuando conversó con el diario hoyxhoy ya había pasado por la primera prueba: la simulación de vuelo en un avión de combate. "Fue una experiencia que me marcó, algo nuevo e inexplicable que nunca pensé que me fuera a asombrar tanto", dijo Cabezón. El joven dijo que llegó a sentir por unos segundos la fuerza G y la gravedad cero, todas sensaciones que podría experimentar durante el descenso del viaje, si resulta triunfador.

    Fue todo un hito esta participación, según describió Cabezón: no perdió el conocimiento, ni tuvo nauseas, ni vomitó. Incluso pudo por unos segundos pilotear el avión, privilegio que sólo tuvieron unos pocos de su equipo.

    Sin gravedad

    Otra de las pruebas que tendrá que sobrellevar es un vuelo parabólico que recrea la ingravidez. También se someterá a una máquina centrífuga que reproduce las fuerzas G que experimentan los cosmonautas durante algunas fases del vuelo espacial. Según describe el estudiante, la máquina va girando y se le van incorporando las fuerzas, lo que va aumentando el peso corporal. "Tienes que resistir. No puedes perder la conciencia, ni marearte, aunque cueste respirar", dijo Cabezón.

    Todas pruebas para valientes, así las describió el joven, quien se considera a sí mismo uno de ellos. Una de sus mayores ventajas que lo destacan sobre el resto, dice, es que desde niño siempre ha practicado deportes: natación, rugby, fútbol, hasta kayak. "Cuando participas en competencias deportivas tienes que poseer condiciones como la constancia, la perseverancia, y saber aguantar en el momento indicado", dijo Cabezón, quien además de practicar deportes ha puesto a prueba su cuerpo en diversas ocasiones.

    El porteño realizó su servicio militar a los 15 años y obtuvo el grado de francotirador. "Ahí aprendí grandes valores como el compañerismo y la resistencia física", dijo el estudiante.

    Duro entrenamiento

    Antes de llegar a Florida, el estudiante pasó meses entrenando. Todos los días repartía su tiempo en subir los cerros de Valparaíso en bicicleta, trotar por la costa y asistir a un gimnasio. Todo para tonificar su cuerpo y resistir las pruebas. Además, por las tardes tomaba clases de inglés.

    Cabezón creó una página, www.todoesposible.cl, donde comparte su experiencia con todas las personas que le muestran su apoyo. "Lo que más me gusta es compartir lo que he vivido con mi familia y todos los que me mandan mensajes", dijo el porteño, y agregó que quiere ayudar a los jóvenes chilenos a salir adelante y ser perseverantes. "Todo es posible, yo nunca me imagine que iba a tener esta posibilidad", dijo mientras esperaba su llamado para otro día de entrenamiento.