El apodo "el mejor amigo del hombre", usado para referirse a la mascota más popular del mundo, ya no es más un sobrenombre, sino una teoría comprobada.

Un estudio de la Fundación Affinity Animales y la Universidad Autónoma de Barcelona, reveló que el 63% de quienes tienen a un perro como mascota le confiesan más cosas al animal que a sus propios amigos.

Además, la investigación descubrió que 9 de cada 10 personas consideran que su perro siempre está con ellas cuando lo necesitan y tienen la certeza de que su mascota seguirá a su lado para siempre, incondicionalmente.

El veterinario de Laboratorio Virbac Centrovet, Claudio Manquian, dijo a hoyxhoy estar 100% de acuerdo con el estudio y explicó que por "un tema cultural, los animales más domesticados siempre han sido compañeros incondicionales del ser humano". El profesional agregó que hoy más que nunca se da esta situación, debido a que el ser humano está cada vez más desconfiado porque en la sociedad actual abundan la competencia y la envidia. Pero, a pesar de este panorama, "la necesidad de sentir un apoyo incondicional", dijo el veterinario, sigue siendo una característica del homo sapiens.

En cuanto a por qué esta atmósfera de confianza se da con los perros, Manquian afirmó que la explicación se relaciona con la cercanía física que se da con estos animales y agregó que hay perros que con sólo mirar se dan cuenta del estado de ánimo de alguien. Sin embargo, el experto contó que "hay razas que tienen un mayor "feeling" con el ser humano" -como los mestizos- y existen otras más autónomas.

¿Y los gatos?

A pesar de esa afinidad con los perros, Manquian sostuvo que la actual tendencia en los países históricamente más fanáticos de los perros -EE.UU. y Brasil- es la tenencia de gatos. Esto, debido a que, como las mujeres han postergado la maternidad hasta después de los treinta años, optan por tener gatos para suplir la necesidad de entregar cariño. Pero, ¿por qué gatos? Porque requieren menos cuidados que los perros, pero su compañía sería igual de grata.

Un estudio de la Georgetown University -en EE.UU.- reveló que los hijos de padres autoritarios eran menos propensos a empezar a fumar.

La investigación reunió a 459 alumnos de octavo grado -alrededor de 13 años- de dos escuelas diferentes y distintas etnias. Esto para solicitar a cada uno responder una encuesta en la que se les preguntaba por su nivel de cercanía con el cigarrillo y el tipo de relación que tenían con sus progenitores.

Luego, cada uno de los participantes fue seguido durante los cuatro años siguientes.

De esta manera, los expertos llegaron a la conclusión de que los jóvenes que vivían en hogares con más reglas y restricciones -de todo tipo- correspondían a una minoría de los que habían comenzado a fumar durante el tiempo que abarcó la investigación.

Por otra parte, se descubrió que ninguna de las etnias era más propensa que otra al consumo de tabaco, lo cual fue considerado por los investigadores como algo positivo, puesto que se comprobó que no existen diferencias culturales en la materia.

Frente a esto, a Cassandra Stanton, una de las responsables del estudio, no le quedó más que llamar a los padres a adoptar un rol activo en la crianza de sus hijos.

El telescopio espacial Hubble, perteneciente a la NASA, logró divisar aparentes capas nubosas en dos planetas ubicados fuera del Sistema Solar, descubiertos hace pocos años atrás. Se trata de los astros GJ a36b y GJ 1214b, vistos por primera vez en 2004 y 2009, respectivamente.

La relevancia de este descubrimiento está en que la presencia de nubes podría cambiar radicalmente las teorías científicas en cuanto al carácter no habitable de ambos astros.

El primero, situado a 36 años luz de La Tierra, se encuentra en la constelación de Leo y ha sido calificado como un "cálido Neptuno". Esto, debido a que hasta el descubrimiento de las supuestas nubes se creía que presentaba una temperatura similar a dicho planeta del Sistema Solar, aunque un poco más elevada. Esa consideración, por ejemplo, puede sufrir un cambio radical a raíz de lo descubierto.

En tanto, el caso de GJ 1214b, ubicado a 40 años luz de La Tierra y perteneciente a la constelación de Ofiuco, ya cambió de manera importante porque se comprobó en éste la presencia de nubes muy altas, lo cual obligará a los expertos a estudiar nuevamente sus características.