• La receta de hoy | Humitas caseras

    Ingredientes

    (rinde aproximadamente 12 unidades)

    -10 choclos grandes

    -1 cebolla grande

    -2 cucharadas de manteca

    -1 rama de albahaca fresca

    -1 litro de leche entera

    -sal

    -ají de color

    Pelar y lavar muy bien los choclos. Tener cuidado de no romper las hojas y reservarlas. Con un cuchillo cortamos los granos de los choclos y luego los pasamos por una procesadora hasta que estén muy bien molidos y reservar. En una olla freír en manteca la cebolla cortada en cuadros muy pequeños, hasta que quede transparente y le agregamos al final sal y ají de color. Luego, mezclar la cebolla con el choclo molido y con la albahaca, también picada finamente. Después, ir agregando la cantidad de leche fría necesaria y revolver, de manera que todos los ingredientes se mezclen bien, hasta obtener una pasta homogénea. Tras esto, corregir de sal y envolver porciones de la mezcla con las hojas de los choclos que reservamos y amarrar con pitilla. Finalmente, poner las humitas en una olla con agua fría y cocinar por veinticinco minutos. Escurrir y servir.

    La más clásica forma de acompañar las humitas es con una ensalada de tomates o con una de tomate con cebolla, la tradicional ensalada chilena. También están quienes las prefieren con azúcar e incluso algunos suelen ponerle solo un poco de sal y aceite encima. Sin embargo, existen otras alternativas de acompañamiento, más cargadas al picante. Estas son el ají verde picado, el pebre o una mezcla de salsa verde y rabanitos picados.

    Si siguen la receta tendrán las humitas listas para servir y comer. Ahora, si deciden comerlas después, tendrán que calentarlas. Para esto pueden volver a ponerlas al fuego en una olla con agua. Otra opción es ponerlas directamente sobre el tostador de pan, de manera que -además de calentarse- se sequen un poquito. A mí gusto, de esta manera quedan mucho mejor, aunque sí o sí, hay que acompañarlas con mucho tomate.

    De más está decir que para acompañar unas humitas lo mejor es el vino tinto. Por lo mismo, olvídense de cervezas, bebidas de fantasía, jugos, el vino con frutas y el terremoto; y mejor agénciense -por ejemplo- una buena botella de carménère. Ahora, si son de los que se comen las humitas con azúcar, más recomendable sería optar por un tinto de la cepa merlot. Pero claro, si a nosotros nos preguntan, aconsejamos no comerlas de esta manera y preferir los acompañamientos salados. Otras cepas de mayor potencia, como el cabernet sauvignon, es mejor reservarlas para platos con carne asada o algunos guisos.

  • La humita: eterna y gran reina del verano

    la cocina de don tinto

    Bastante hemos hablado en este espacio de las frutas y verduras que aparecen en los meses de verano y que nos permiten disfrutar de excelentes preparaciones, muy asociadas a estos meses de calor y -para algunos- de descanso.

    Sin embargo, me parece que hay una preparación que debemos destacar por sobre el resto: la humita. Porque… ¿habrá un plato más veraniego que un par de humitas con ensalada de tomate? Creo que no. Además, este plato es de una gran simpleza. Porque al final solo es choclo molido, mezclado con un par de ingredientes y envuelto en sus propias hojas (también se puede hacer en olla, pero no es lo mismo). O sea, se aprovecha el choclo casi por completo y el resultado final es perfecto: suave, sabroso y fácil de mezclar con cosas saladas, picantes y hasta dulces. Más encima, es una preparación barata, tanto para cocinar en casa como para comprarlas listas, en cualquier feria o puesto ambulante por ahí. Incluso ahora hasta se pueden encargar por Internet.

    Pero bueno, como suelo escribir de platos tradicionales chilenos, no faltarán los ociosos que reclamarán el que destaque tanto a las humitas, siendo que éstas -como se suele decir- no serían chilenas. Y claro, es cierto que hay humitas en países como Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y -obviamente- Chile; pero si bien comparten un nombre (que proviene del quechua), todas tienen ciertas variaciones que las hacen únicas. Por lo mismo, el color y sabor de la humita chilena es único. Además, acá tampoco somos de comerlas con relleno, aunque alguna vez comí humitas con chicharrones de chancho y debo decir que eran notables. Por otra parte, en Chile nos caracterizamos por darle gran relevancia a la humita, porque siempre es la protagonista principal de los platos. Al contrario de lo que podemos ver en otras latitudes, donde la humita puede ser parte de varios otros ingredientes que en conjunto forman una comida típica.

    Tal vez lo único malo de las humitas es que su temporada es bastante corta, porque una vez que los choclos "humeros" desaparecen, hacia fines de marzo, éstas simplemente se acaban. Sin embargo, se puede hacer una pequeña trampa: congelar. Claro, porque si uno toma la precaución de guardar en el freezer las últimas humitas de la temporada, puede sin problema disfrutarlas en los meses de julio o agosto. Lamentablemente, por esas fechas los tomates dejan mucho que desear, por lo que probablemente será mejor acompañarlas con azúcar o simplemente comerlas solas. Pero bueno, no se puede tener todo en la vida.