• "Ahora ando empaquetado, como niño envuelto"

    Iván Aladino Fuentes colgó su parka azul y se calzó terno y corbata. Vive en un departamento en Valparaíso con su hijo y viajará todos los viernes y domingo en avión. El ex pescador y rostro de la revuelta de Aysén cuenta cómo ha sido su primera semana como diputado.

    En sus escasos días en Valparaíso, Iván Fuentes se adapta a un clima completamente distinto a su querida Aysén. El nuevo diputado arrendó un departamento cerca del Congreso, en donde vive con su hijo.

    "No pillé casa acá. Hay gente que piensa en los terremotos, pero yo creo que cuando las cosas catastróficas pasan, ya no hay nada que hacer", reflexiona el pescador que remeció a Chile el verano de 2012, cuando fue el rostro de una revuelta regional que tuvo en vilo al Gobierno.

    Fuentes llegó a Valparaíso con su hijo de 17 años, el segundo de siete, a quien matriculó en tercero medio en el colegio Salesiano del puerto. "Lo voy a tener cortito", garantiza.

    Hasta hace dos años, Fuentes era un desconocido. Pero en febrero de 2012 Aysén se alzó y él fue el rostro de las reivindicación regional contra el "abandono centralista". Carabineros golpeó y mojó a él y a los suyos, pero su tono conciliador caló hondo entre los chilenos. Su fama creció tanto, que fue uno de los protagonistas de la segunda película de Stefan Kramer.

    Apegado a los suyos, el ahora parlamentario independiente pro DC, acordó con su familia que viajará a verlos en avión todos los fines de semana. Su señora es una aysenina que no acepta dejar su hogar. "Cuando vaya tendré que hacer el trabajo político, juntarme con los seremis, los gobernadores. Espero quedarme un ratito los domingos por las tardes en la casa. Tengo que estar con mi guagua. Tiene dos años y es una bandida que está todo el rato tratando de subirse arriba de las mesas", comenta chocho.

    En esta primera semana se ha percatado que el mundo parlamentario "es aceleradísimo" y que hay cientos de personas que no cesan de trabajar en el aseo, las cocinas, la biblioteca, las cafeterías. "Es gente anónima que trabaja para Chile", relata.

    Asegura que sus colegas lo han recibido bien. Destaca el "cobijo y ayuda" de sus camaradas Sergio Ojeda y Patricio Vallespín, y los gestos de Camila Vallejo (PC), Giorgio Jackson (RD), Karol Cariola (PC) y Gabriel Boric (IND).

    "La derecha tampoco ha sido hostil. No he visto esas caras firmes que yo me esperaba. Me recibieron bien. Eso hay que empezar a poner de moda, que podemos tener diferencias, pero son para debatirlas, no para odiarse…", discursea.

    Es posible que el clima no sea tan amistoso cuando la discusión escale, ¿no?

    Me imagino, pero sería horrible que más encima de entradita te recibieran mal y te miraran feo, ja, ja, ja.

    Un reglamento de hace unos años, como respuesta a un programa que metió bailarinas al Congreso, obliga a los parlamentarios a vestir formalmente en el edificio. El martes, cuando Fuentes llegó al Parlamento, lo hizo usando jeans y su famosa parka azul. Cuando juró en la sala, lució terno y corbata.

    "Ahora ando empaquetado, como niño envuelto. Claro que me incomoda la corbata, pero no me incomoda ajustarme a la norma", dice.

    Dado eso, ¿qué le pareció que la primera polémica pública de este Congreso haya sido por el reclamo del diputado Ignacio Urrutia (UDI) contra Gabriel Boric, que sólo usó camisa?

    No hay para qué ponerse tan densos, pero si son parte de las normas y nos van a exigir que hay que andar así, se tendrá que ver en su momento.

    ¿Pero la cree necesaria?

    Siempre es bueno conversar las cosas. Lo que se tomó como acuerdo hace un tiempo va perdiendo la fuerza que tuvo en su momento. Este es el Parlamento de Chile, acá se tiene que cocinar para todos los chilenos, por lo tanto, tiene que ser serio.

    ¿Y la seriedad pasa por una corbata?

    La seriedad no pasa por una corbata. Yo sé que el corazón de Boric trae toda la demanda de su región, la demanda sentida de Chile, así como está en el de Camila, en el de (Alejandro) Guillier, en el de Giorgio, la Karol, y en el de muchos parlamentarios. Yo creo que no tiene que ver con la corbata, sino con la fuerza de sus ideales. En eso sí tenemos que ser rigurosos y firmes. Chile quiere cosas importantes y necesita la juventud de Gabriel y de muchos otros.