• Comedia sobre la mediamasa crítica

    Hollywood produce comedias en cantidades industriales y son muy pocos los directores que merecen atención, que buscan algo más que risa fácil. Nicholas Stoller es uno de ellos. Con "Forgetting Sarah Marshall", "The Five Year Engagement" o esa locura llamada "Get Him to the Greek", ha demostrado interés por historias que pese a estar cubiertas de un humor a menudo obsceno y extremo versan sobre problemas comunes -como la dificultad de crecer, de asumir nuevas responsabilidades o de vivir en pareja- y están protagonizadas por personajes queribles, con los que fácilmente podemos empatizar. Muy en la línea del director Judd Apatow, su mentor.

    En "Buenos vecinos", Seth Rogen y Rose Byrne interpretan a una pareja que acaba de tener una hija y comprarse una casa, hechos inequívocos de que han pasado a la adultez. Inesperadamente, se les instala al lado una fraternidad universitaria que no oculta su fama de fiestera y desenfrenada. ¿Vamos de inmediato a la defensiva o tratamos de actuar cool, como jóvenes que aún somos?, se preguntan. Optan por lo último, que les resulta pero solo por un rato. Los de la fraternidad se dan cuenta que fueron sus vecinos quienes llamaron a la policía (algo que en su forzado papel de adultos-lolos se habían comprometido a no hacer) y la guerra entre ambos hogares se desata.

    La película se transforma entonces en una suerte de híbrido entre comedia romántica y películas de fraternidades, este último, un género que tiene una respetable tradición, con "Animal House" (1978) como máximo exponente. Se entrelazan la locura y estupidez propia de las fiestas de college gringo con los problemas de pareja recién casada, que lucha por su tranquilidad a la vez que se cuestiona su paso a la adultez. Pese a tener pasajes facilistas, aceptables para una sitcom pero no para una película, con su humor ingenioso, la química de la pareja protagónica y la dignidad con que el director trata a cada personaje (sea héroe, antagonista o extra), "Buenos vecinos" sale bien parada y está muy por sobre el promedio de la comedia americana actual.