Colo Colo entró a la cancha sabiendo que un triunfo los dejaría en la cima de la tabla. Y el equipo de Héctor Tapia cumplió. Durante el actual Torneo de Apertura los albos no habían logrado ser punteros. Ahora están en la cima junto a Universidad de Chile, aunque con mejor diferencia de gol. Para eso, tuvieron que luchar y derrotar a la UC de Julio César Falcioni.

El desarrollo del cotejo fue complicado para el equipo visitante. En la semana los cruzados habían anunciado que querían darle una alegría a su gente quedándose con el Clásico como locales. Y así se reflejaba en el campo de juego. El equipo atacaba y buscaba el arco de Colo Colo. Pero bastó una llegada del visitante y apareció el primer error de la UC. Corría el minuto 15 y el elenco cruzado se equivocó en la salida. El balón le llegó a Gonzalo Fierro que centró desde la derecha, no llegó Esteban Paredes, y tras él apareció Cristián Álvarez que metió la pelota en su propio arco. Un autogol era la apertura de la cuenta.

El planteamiento de Católica no cambió. Parecían cederle terreno a los albos, pero cuando recuperaban el balón salían rápido por las bandas en busca del arco de Justo Villar. Sin embargo, durante los primeros 45 minutos no lograron igualar el marcador.

La polémica de Villar

En el segundo tiempo el equipo de San Carlos tuvo su recompensa. Mark González anotó el empate a los 56" tras un centro de balón detenido. El jugador de la UC lo celebró con todo y seguramente era un gol dedicado a su hijo (Mark), quien el sábado había estado de cumpleaños y debido a la concentración no pudieron estar juntos. Hasta ahí estaba todo bien, pero Justo Villar se enfureció.

La hinchada de los cruzados lanzó un petardo justo cuando la pelota se puso en juego. El meta se tapó los oídos y se lanzó al suelo. Según él, quedó aturdido por el ruido (ver página 19). El encuentro se detuvo y el juez Eduardo Gamboa corrió a conversar con el resto de los árbitros para tomar una decisión. Por momentos se temió que se suspendería el partido. Sin embargo, se disputó, enviaron más guardias para el sector y anunciaron por los parlantes que si se repetía una vez más, se terminaba el juego. El receso pareció favorecer al cuadro visitante, pues después de esos minutos que estuvo detenido el juego lograron cerrar el partido.

A los 72", Jaime Valdés encaró por la derecha, sorteó rivales y cuando vio el espacio, desde la entrada del área, le pegó seco abajo. No llegó Franco Costanzo y era el 2-1 definitivo. Con ese resultado el cuadro de Colo Colo quedó en la cima de la tabla con 38 puntos y dos goles de diferencia sobre la U.