Imagine que, caminando por la calle, alguien le propone un estupendo negocio con el que puede ganar millones sin esfuerzo. "Solo tiene que pagar $5.000 para la inscripción", le dicen. ¿Pagaría usted? "Firme acá", le dicen. ¿Firmaría el papel que le tienden sin leerlo?

Su respuesta probablemente sea un rotundo "no". Pero ¿qué pasa si esta vez es un amigo el que lo increpa a Ud. por chat o por mail a que le preste una suma no menor? Digamos $200.000.

Una voz interior nos dice que los negocios demasiado buenos para ser reales son probables estafas. Pero al parecer, para muchos no existe un sexto sentido a la hora de actuar como autómatas en la web.

Esta precaución de no aceptar los tratos o peticiones que se nos ofrecen sin antes constatar su veracidad se llama escepticismo. El escéptico no niega la posibilidad de un buen trato, pero recomienda el sano ejercicio de la duda. Todos llevamos dentro un escéptico que despertamos a veces, en particular cuando se trata de dinero.

El problema es que también dejamos dormir al escéptico cuando lo que nos quieren ofrecer son ideas (pomadas) que no cuestan un peso, y no por eso, son menos fraudulentas.

¿Recuerdan que el mundo iba a terminar en 2012? ¿Recuerdan que una princesa japonesa predijo varios días de oscuridad? ¿Alguien lleva la cuenta de las premoniciones fallidas? Éstas son aceptadas como verdaderas por muchas personas, sin ningún filtro, sin ninguna evidencia, sin ningún ejercicio de duda. El que compra estas ideas no paga (normalmente) dinero, pero a menudo tiene que pagar un precio de alarma y angustia. Peor aún, el crédulo propaga la estafa intelectual, embaucando a sus cercanos.

¡Que no lo estafen a Ud. también! Antes de tragar y viralizar supuestas noticias estrambóticas de dominaciones reptilianas, remedios mágicos, conspiraciones siniestras, terremotos a distancia, poderes espectrales, adivinaciones y todo un largo etcétera, despierte y pida consejo al escéptico que lleva dentro.

Jorge Linqueo. A los 24 años estudiaba Ingeniería en Finanzas, hasta que un amigo lo invitó al gimnasio. Le gustó tanto que dejó su carrera para ser instructor físico. Hizo un curso intensivo y ya han pasado ocho años de clases de step, aerobox, hidrogimnasia, pilates y baile. Trabaja en el gimnasio "Squash" de Merced de 12:00 a 21:00 y ha visto crecer a sus alumnos. Algunos iban a verlo con uniforme y ya están titulados. Ha creado lazos con ellos.

Dice que muchas veces es más psicólogo que instructor. Lo llama beneficio endógeno, así que no se arrepiente de haber dejado los números. Tiene trabajo de sobra e incluso anima eventos.

Es mapuche y dice sentirse muy identificado con la raza. Pese a la distancia con su padre en la niñez, su abuela logró transmitirle la fuerza aguerrida de la cultura.

Vive con sus papás y su hijo en Cerro Navia. Los tiene a todos comiendo sano. Instauró la ley del stevia y el aceite de oliva y expulsó las bebidas y la sal. No sólo se trata de deporte sino que de salud, asegura. Sabe que tiene una imagen que cuidar, para él, sus alumnos y sus jefes. Los domingo corre 16 kms en el parque Forestal escuchando música, y arma grupos con amigas para las maratones.

Se levanta a las seis de la mañana con energía. A las 22:00 llega a su casa y lo primero que hace es sentarse. Deja de escuchar música electrónica, toma jugo de fruta e intenta bajar los decibeles. A las 23:00 ya está durmiendo, agotado. Pero para él vale la pena el cansancio: "Porque no es lo mismo sentir cansancio en un escritorio que después de hacer deporte. Uno siente que hizo algo, que hizo algo bien".

El derecho al libre tránsito en el Gran Santiago cobra cada semana menos sentido. Esto, porque los lugares cargados de historia pierden cada día más importancia, y a la hora de investigar ciertas rutas culturales , ritos ancestrales o dónde visitar barrios llenos de carga histórica, uno se encuentra con que han desaparecido incendiados o venidos abajo por el avance del "progreso" impuesto por estructuras inmobiliarias. Y esto tiene poco y nada de relación con el espíritu e identidad ciudadana. Estos lugares se han transformado en verdaderos hallazgos de patrimonio escaso. La planificación urbana cobra más víctimas patrimoniales y queda en deuda con la armonía del entorno.

Como todos los años la primavera trajo consigo la problemática del plátano oriental. En la televisión se habló del tema y sobre todo se promocionaron medicamentos como si fueran la única alternativa. Y los afectados nos preguntamos lo mismo de siempre ¿Por qué siguen plantando plátanos orientales? ¿Existe un organismo que regule su plantación? Se considera que los beneficios urbanísticos que entrega la especie son superiores a las molestias temporales que causa. Sin embargo el número de alérgicos va aumentando, al igual que la demanda de antialérgicos. Una vez más la salud de la población sigue estando por debajo de los intereses de una minoría.

¿Crees que el Torneo de Apertura se decidirá en una final entre Colo Colo y Universidad de Chile?

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¿Crees que se podrá encontrar a los asesinos de Jorge Matute Johns?

Soy Bastián Belmar. Acá aparezco leyendo el diario con mis compañeros de la U. Me gusta que tengan noticias tan variadas y que el logo se lea al revés y al derecho. Cada mañana, para informarme leo la sección de actualidad.

Les presento estos novedosos adornos para grifos que se instalaron en la calle Copiapó con San Francisco. Un poco más de limpieza.