Ha reaparecido, hace cosa de días, la figura joven de la derecha distinta, Hernán Larraín Matte, y ahora, tras esas vacaciones que disfrutó entre Cachagua y Zapallar, emite un pensamiento: "Estamos viviendo… un momento de… mmm… crisis política". A este director ejecutivo de Horizontal, aquel movimiento que agrupa a pensadores de la política, o bien, a él, uno de los carismáticos de Evópolis, se le escucha cuidadoso con el lenguaje. Han ocurrido tantas equivocaciones que, tal vez, hay que tener cautela en cada palabra. Por eso, tenso, piensa cada adjetivo.

-La ciudadanía con razón está…mmmm…indignada- añade Hernán, 39 años, abogado, ex alumno del Apoquindo, el colegio que está fabricando a los líderes de la derecha nueva: Pedro Browne, Juan Diego Santa Cruz, Hernán Larraín Matte.

¿Y usted está indignado?

Lo que pasa es que yo creo en la política. Hay que trabajar para recuperar la confianza de la ciudadanía.

La situación es tan difícil que Hernán admite que, en el plano político, no se ha topado con ninguna idea interesante el último tiempo. Quizás una columna de Jorge Navarrete. Y nada más. La política, cualquiera sea la ideología, está en un hoyo. El Caso Penta y el Caso Dávalos hundieron aún más la actividad.

-Conocí a Carlos Alberto Délano en la campaña de Piñera. Y, bueno, Carlos Eugenio Lavín es amigo de mis papás, dice aludiendo a los fundadores del grupo, formalizados por fraude tributario y soborno.

¿Qué opinión tiene de ellos?

Son empresarios exitosos, pero que hoy, a la luz de los hechos, producen una tremenda desilusión. Es evidente que cometieron ilícitos.

¿Sus papás seguirán siendo amigos de Carlos Lavín?

(Reacción levemente tensa) Yo no tengo que responder eso. Pregúntale a mi papá (el senador UDI Hernán Larraín).

¿A cuántos congresistas mandaría para la casa?

A varios. Pero eso lo decide la ciudadanía.

Onda y derecha

En el colegio tragó toda la ideología de derecha, pero, dice, al enfrentarse a la mixtura social que otorga la universidad el cambio fue rotundo: estudiando Derecho en la Finis Terrae comprendió que había un mundo desconocido. En la Finis aprendió a convivir con izquierdistas que no creían en Jesucristo: "Y tuve conciencia de otras caras de la dictadura".

¿Era gente de izquierda chic o izquierda dura?

Izquierda dura. No eran creyentes, provenían de una clase media ilustrada- y entonces ahí se forjó un Hernán Larraín liberal.

¿Los conservadores están out?

Una parte de la sociedad es conservadora. Tenemos que aprender a convivir entre todos.

¿Cree que hablar de una derecha liberal le da, digamos, más espíritu y onda a la derecha?

No sé si la palabra es onda, pero, sí, le da más densidad y honestidad.

¿Quién es más liberal: Amplitud o Evópoli?

Puede que Amplitud sea un poco más liberal. Pero somos muy parecidos.

Sea como sea, liberales o no, los políticos están contenidos. Hablan sin comunicar y la actividad se volvió retórica. El temor es inmenso: quizás los jóvenes se puedan contagiar.

¿Los políticos son fomes?

Hay de todo.

¿Usted es un político fome?

No tengo idea. En todo caso, no es mi interés, al realizar esta actividad, ser divertido.

¿Usted dice cosas o es retórico y no dice nada?

Lo fundamental es que la gente te crea. No sé si lo logro, pero lo intento.

Nuevo Mesías

Y la conversación sobre política general de modo sorpresivo apuntó ahora a la política personal. Es probable que estemos ante un nuevo y modesto líder de Chile. Había que probarlo. ¿Es usted el futuro? "No me tengo tanta fe. Sólo sé que lucho por mis convicciones". ¿Es usted atrevido? "No sé". ¿Es usted interesante? "Que lo juzguen los demás". ¿Tiene cualidades de líder? "No sé". ¿Aspira a ser el próximo Presidente de la Nación? "Noooo. No está en mis planes. Para nada". ¿Qué planea? "Plasmar nuevas ideas de aquí a 25 años más".

Si su hermano Pablo (laureado director de cine) hiciera una película sobre su familia, ¿cómo se llamaría ese filme?

Mi hermano Pablo jamás haría eso. Somos una familia muy pudorosa.

¿Y cómo titularía su propio libro de memorias?

No escribiría eso. Estoy a mitad de camino, compadre. Me queda mucho aún.