• Empanadas de marisco, pero de las de verdad

    Mañana es Viernes Santo y los católicos -además de varios no católicos también- seguirán con su tradición de no comer carne durante la jornada. Y aunque esta costumbre no obliga a reemplazar la carne por algún marisco y pescado, la verdad es que la gran mayoría de los que participa de esta festividad católica aprovecha la jornada de mañana para darse un gustito consumiendo productos del mar. Raro, porque alternativas para no comer carne hay muchas.

    Pero más allá de esta tradición, de la cual no participo pero sí respeto, hay algo que me preocupa. Sucede que en jornadas como la de mañana y -en general- cuando la gente visita la costa chilena, es costumbre comer empanadas de marisco. Sin embargo, la gran mayoría de esas empanadas tienen un componente específico que no viene precisamente del mar: el queso derretido. Sí, porque lo que abunda en nuestras playas (y también en Santiago) hoy son las empanadas de queso-camarón, queso-ostión, queso-jaiba y queso-macha. Y seamos sinceros, siempre en estas empanadas lo que abunda -y chorrea- es el queso, mientras que de los productos del mar muchas veces vemos solo unos pedacitos. De esta forma, al final lo que comemos es queso, masa y algo de marisco que -lo más probable- fue comprado congelado. Además, mientras más queso tenga la empanada menos podremos saber si el marisco utilizado para la empanada estaba en buen estado. ¿Rico, no?

    Por todo lo anterior es bueno explicar que las empanadas se relacionan muy bien con pescados y mariscos sin ayuda del queso; porque bastan la cebolla, ajos, pimientos y algunos aliños para lograr excelentes empanadas. De hecho, la empanada gallega -una de las más antiguas que se conocen- lleva solo atún y algunas verduras. Y la verdad es muy buena. Pero no es necesario pensar en recetas de otros países para encontrar buenas empanadas de marisco que prescindan del queso, porque acá en Chile durante años la reina de este tipo de empanadas fue la de macha, que se rellena con un exquisito pino de este marisco y que hoy les presentamos en nuestra receta principal. En el mismo estilo recordamos también empanadas de piures, de almejas, de lapas y las exquisitas empanadas de locos.

    Así que ya sabe, si mañana no quiere comer carne, puede comer empanadas de marisco, pero de las de verdad: con mariscos, verduras y sin queso. Denles una oportunidad, no se arrepentirán.

  • ¿Dónde comerlas?

    Las localidades costeras por lo general entregan la posibilidad de comer buenas empanadas de marisco. Por lo mismo, si este fin de semana largo les toca salir hacia algún litoral, aprovechen.

    Haciendo memoria, recordamos muy buenas empanadas de pino de machas en Las Deliciosas de Con-cón y donde la Tía Maigo en Dichato (al norte de Tomé), que en rigor son hechas con las navajuelas típicas de esa zona.

    En ambos lugares las ofrecen fritas y sin nada de queso, como deben ser.

  • Picantes

    Estas empanadas quedan muy bien con algo de picante, por lo que se le puede agregar una cucharada de salsa de ají rojo al pino, antes de comenzar a rellenar las empanadas. Otra opción es reservar la salsa de ají y dejar que cada comensal lo use a discreción al momento de comer las empanadas.

  • ¿Huevo y aceituna?

    Si anda con ganas de trabajar un poco más, puede hacerse de huevos duros y aceitunas para agregar a cada empanada antes de cerrar su masa. Aunque claro, honestamente, con este se gana más en apariencia que en sabor. Usted decide.

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