Siempre hablamos de calidad por sobre cantidad. Creemos que el mejoramiento de la calidad competitiva del alto rendimiento se debe instalar para continuar el desarrollo deportivo de nuestro país. 29 medallas fue la cosecha chilena en la cita Panamericanos, mejorando nuestra ubicación en el medallero general. En rigor, es un buen número que nos deja muchas conclusiones, pero que principalmente nos reafirma el compromiso con nuestros deportistas y permite proyectarnos optimistas a los próximos desafíos, siendo los JJ. OO. de Río de Janeiro 2016, el más importante.

Cuando realizamos el aumento histórico en el presupuesto para el Alto Rendimiento vimos el fruto de un esfuerzo y trabajo del Gobierno, en conjunto con las federaciones, dirigentes deportivos y deportistas. Entendimos que nuestros exponentes se fueron fijando ambiciosas metas que nos hicieron tener que responderles con un plan de trabajo a la altura de sus sueños.

Al estar en Toronto, y ver a nuestros deportistas colgarse medallas de oro, plata y bronce, nos damos cuenta que todo ese esfuerzo, que esa energía y demanda del Alto Rendimiento dio sus frutos, al conseguir una de las mejores presentaciones en la historia de los Panamericanos y poder validar un plan de trabajo que nos hace ver a Río 2016 como un objetivo y no un sueño.

Desde los Panamericanos de Río 2007, hemos subido la cantidad de deportes en los podios, lo que significa que desde ese año se hizo un trabajo enfocado en mantener protagonismo. Para Toronto apuntamos a que nuestros deportistas tenían que llegar a una elite panamericana, aumentar las preseas doradas, y lo conseguimos, quedando conformes y con una estrategia validada.

Toronto 2015 fue un apronte para lo que viviremos en Río 2016, y en ese contexto, hemos sido uno de los que más ha crecido en oros conseguidos. Situación que se ve reflejada no sólo en las preseas obtenidas, porque hoy además tenemos una base competitiva de proyección internacional de unos 600 deportistas que nos representan en los más importantes eventos suramericanos, panamericanos o mundiales, en deporte convencional y paralímpico.

Trabajamos una estrategia para el Alto Rendimiento que mostró que el nivel competitivo de Chile viene mejorando sostenidamente en este ciclo olímpico. Desde Guadalajara hasta ahora, se mantuvo un trabajo que nos permite manejar cierto nivel de certezas de aquellas especialidades donde podemos tener ventajas sobre otros países o bien disputar un pódium. Nuestros representantes respondieron en una competencia de alto nivel, donde vimos a un Chile protagonista y disputando su opción en cada deporte. Hoy ya no vamos a ganar experiencia, vamos a competir buscando dejar siempre a nuestro país en lo más alto del deporte mundial.

John Suárez. Su primer cubo lo compró en la feria, a los 8 años. Siempre le gustaron los puzzles, pero sólo a los 25 comenzó su fanatismo: "Al principio lo vi como un desafío de niño, una especie de desafío personal y entonces investigué y vi videos por internet y se me abrió un mundo. Caché que había más dificultades, distintos tipos de cubos. Siempre se ha pensado que la marca Rubik es la más top, pero de hecho los cubos chinos son los mejores fabricados, cada año van saliendo cubos mejores en su mecánica y uno se envicia comprando en las páginas chinas." Su favorito es el clásico tridimensional de 3x3, pero hay desde 2x2 hasta 7x7 en su colección. Su secreto para armar las caras está en la práctica: "Siempre dicen que uno es bueno pa" las matemáticas o que es inteligente porque arma el cubo, pero en realidad es pura práctica. Para solucionar cada caso específico existen 15 algoritmos y ahí tú te aprendes el que más te acomode y después ves métodos para mejorar la velocidad. Al final lo aprendes de tal forma que ni siquiera puedes hacerlo lento". Creó una comunidad de jugadores y el blog y fanpage "Cuberos". También ha participado y organizado campeonatos. Es conocido como "John Li", por su gusto por las artes marciales. En la actualidad lo considera más un hobby, su familia y trabajo como consultor de empresas están primero: "me dedico a mantener los sitios web a modo más de información, pero un cubo en la mochila no me puede faltar y donde vaya lo voy armando. Cuando ando en metro típico que se me acercan y me dicen que una vez lo armó pero nunca más o que vio un video de un chino que lo armó en 3 segundos."

Todos sabemos que los restaurantes suelen tener una higiene que deja mucho que desear. Sin embargo, siempre es traumático encontrar un pelo, una virutilla o, más todavía, un insecto en nuestro plato de comida.

Yo trabajo en Providencia y generalmente almuerzo cerca de la oficina, pero las posibilidades a la sagrada hora de salir a comer algo son cada vez más escasas. Siempre hay un desafortunado al que le sale una sorpresa poco grata en el plato y nos contagia de asco a todos, quienes terminamos abandonando para siempre el lugar.

Realmente creo que la cosa no puede seguir así. No creo que sea tan difícil entregar un servicio decente.

A veces, los santiaguinos nos vemos obligados a esperar micro durante 10, 15, 20 e incluso 30 minutos, situación que sobre todo en invierno es muy desagradable. Sabemos que se han aplicado varias mejoras al sistema de transporte público, sin embargo, queda mucho para llegar a una solución óptima para el tema de las largas esperas. De momento, creo que no sería una mala idea mejorar los paraderos en que nos vemos obligados a permanecer mirando con esperanza hacia la dirección de donde debería aparecer el vehículo que esperamos. Más asientos o algún tipo de entretención no serían tan mala idea y, quizás, nos darían más ganas de compartir con quienes nos cruzamos todos los días.

Katherine Leiva (25) es lectora de hoyxhoy principalmente "porque lo dan gratuito y viene la información precisa". Además, reconoce que tiene una debilidad por las páginas de pasatiempos, sobre todo por los puzzles.

Un atardecer de invierno en Quinta Normal. El reflejo del agua da una sensación de paz y tranquilidad.