Ciclovías en Santiago hay, eso no se puede negar. Aunque muchos fanáticos -y no tanto- del pedaleo se quejan de la falta de conectividad entre los distintos trazados, además de la ubicación y calidad de los mismos.

Este tipo de falencias es el que busca mejorar un proyecto que ya fue aprobado por la comisión de Infraestructura del Consejo Regional (CORE) Metropolitano, y que será votado en un pleno que se llevará a cabo en una semana.

La primera etapa de la iniciativa -que tiene un total de cuatro- comprende seis nuevas ciclovías, las cuales abarcarían una totalidad de 12,9 kilómetros.

Los nuevos trazados

La primera ciclovía pasaría por las calles Marín y Eleuterio Ramírez, mientras que la segunda recorrería la senda de Gorbea. Otra, incluiría las calles Almirante Latorre y Brasil. Asimismo, habría una que uniría Beaucheff con Rondizzoni, y una de Dieciocho a Tucapel Jiménez. La última, pasaría por Arturo Prat.

El Consejo Regional Metropolitano destacó que "estas ciclovías complementarían las que hay y se interconectarían con ellas para completar una red que se extenderá por lugares clave, como el barrio universitario de República".

Al concejal de Santiago, Felipe Alessandri (RN), le parece una excelente idea fomentar el uso de medios de transporte alternativos, aunque cree que para lograr un sistema mejor también hay que revisar lo que ya hay y enmendar ciertos errores. "Los trazados que se han hecho no siempre han sido los más felices. Por ejemplo, en Portugal hay ciclovía a los dos lados, lo que genera un taco tremendo", dijo.

"En Avenida Matta pasa que las ciclovías impiden que las personas se estacionen, lo que perjudica directamente a los mueblistas" que hace décadas tienen locales comerciales en la arteria, agregó.

Opiniones encontradas

El vocero de Pedaleable.org, Tomás Echiburú, afirmó que los nuevos trazados serían un "gran avance en la concreción de un red bastante completa y muchas de ellas darían conectividad a muchas que hoy en día no la tienen. Además, el tramo de calle Marín permitirá una primera conexión entre Santiago y Providencia".

Por su parte, el vicepresidente de Automovilistas Unidos de Chile, Claudio Argote, dijo que su agrupación no tiene nada contra los ciclistas. No obstante, cree que las ciclovías propuestas serán más perjudiciales que beneficiosas, puesto que las calles que engloban suelen tener mucha congestión y "quitar una pista de circulación a los autos para añadir ciclovías que la mayor parte del día están prácticamente desiertas parece no tener ninguna lógica de planificación".

Como la segunda mejor ciudad latinoamericana para vivir calificó ayer a Santiago la unidad de negocios del grupo británico "The Economist", Economist Intelligence Unit (EIU), que puso en primer lugar a Buenos Aires, de Argentina; y tercera a San Juan, de Puerto Rico.

Este ranking se generó a partir de un estudio que analizó los estándares de vida de 140 ciudades de todo el mundo, en el cual la capital argentina ocupó el puesto 62, Santiago el número 64 y la puertorriqueña el lugar 67.

El representante de EIU, Jon Copestake, explicó que "las ciudades latinoamericanas obtienen una gran puntuación en materia de cultura y medio ambiente, pero no tanto en lo que es estabilidad".

En tanto, la mejor ciudad para vivir a nivel mundial sería Melbourne, liderando el sondeo por quinto año consecutivo. La urbe australiana fue seguida por Viena (Austria), Vancouver (Canadá) y Toronto (Canadá). Asimismo, las peores resultaron ser Kiev (Ucrania), Damasco (Siria) y Dhaka (Bangladesh).

A $694 cerró ayer la cotización del dólar, que llegó en un minuto de la jornada a $699, 84, en sus niveles más altos desde 2003. Esto se debe al desplome de las acciones en China por la devaluación del yuan, que a su vez volvió a derribar el cobre, que cerró en la Bolsa de Metales de Londres a US$2,26 la libra, su nivel más bajo desde 2009. El presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, vaticinó que la volatilidad se mantendrá.