Disciplinariamente hablando, opina el señor Ángel Botto, lanzar un escupo a otro ser humano dentro de una cancha de fútbol es grave. Físicamente hablando, considera Patricio Almendra, recibirlo es sumamente asqueroso. Y moralmente, dice Iván Guerrero, la acción resulta condenable.

Se trata de un análisis sobre la masa de saliva que Esteban Pavez, jugador de Colo Colo, proyectó hacia Marco Medel, volante de la UC.

El señor Botto, ex presidente del Tribunal de Disciplina de la ANFP, lo hace desde la perspectiva judicial. Almendra y Guerrero, en cambio, en base a su experiencia. El primero, jugando por Concepción en 2008, recibió un escupitajo ("contundente, muy violento") de Gary Medel en el rostro. El segundo, recibió decenas cuando oficiaba de línea en copas Libertadores.

¿Qué recuerda de ese día, Almendra?, preguntamos. "¡Asqueroso, po! ¿Tú has recibido uno alguna vez?". (Cinco segundos de silencio). Almendra, al no tener respuesta, continúa: "Nada justifica escupir a un rival. Prefiero recibir una patada en el cuello, en la cabeza, que un escupo, jajajá". Almendra ríe. El episodio, dice, está superado.

Relate su experiencia, Guerrero, pedimos ahora. Y Guerrero, con mucha calma, opina lo siguiente: "Es peor que un insulto, es lo peor que existe". Dice, eso sí, que en su profesión es frecuente recibir saliva anónima ("sobre todo cuando se corre por la línea").

¿Puede describir cómo se siente recibir un escupo?

Es algo muy asqueroso. Pero era normal, ¡hasta bolsas con orina recibíamos!.

Pese a la gravedad objetiva del hecho, respaldada por el reglamento, el señor Botto aporta una atenuante: Pavez no tiene antecedentes de episodios maníacos. Por eso, dice, no puede recibir la sanción máxima de 15 partidos. "El Tribuna recorre la escala y el castigo puede ir de los seis a los 14 partidos", dice. Afirma, luego, que la decisión depende del criterio de cada miembro del Tribunal y que en ningún caso influye el volumen del escupitajo o la violencia con que es lanzado. "¡No, no, no! Nada que ver".

La opinión del recordman

Salvador Galipienso, un español de 38 años, radiólogo del Hospital de Alicante, casado y sin hijos, se entera del escupo de Pavez y se confiesa indignado. Y ocurre que él, Galipienso, ostenta el récord mundial de escupitajo, obtenido en 2012 en el torneo anual de Elche .

Se trata, aclara, de una disciplina más sofisticada: no se lanza saliva, sino que cuescos de aceitunas. El gesto técnico, sin embargo, es el mismo. "Escupir es algo feo, un insulto. Lo nuestro es un deporte", se defiende. Coincide con las víctimas y afirma que un escupitajo es peor que un golpe.

Por eso detesta que asocien su disciplina -llamada "lanzamiento de huesos"- con esa práctica. Jura que es un deporte de caballeros, que nunca un concursante ha escupido a otro y que ellos, los lanzadores, se lo toman con mucha seriedad.

Tanto así que la Asociación Amigos de las Oliveras, ente rector de este deporte, inició hace ocho años una campaña para llevarlo a los JJ.OO. Hasta hoy, octubre de 2015, la respuesta sigue siendo "no".

Según publicó el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), Everton de Viña del Mar incumplió "las condiciones contratadas y no otorgó la seguridad suficiente a los consumidores que asistieron al partido frente a Wanderers", que finalmente fue suspendido y por eso fue demandado por el organismo. "Everton no entregó una respuesta oportuna y adecuada que beneficiara a los consumidores", dijo Ernesto Muñoz, director del Sernac.

"No me voy a arriesgar. He forzado mucho mi cuerpo y esta lesión es una clara evidencia de eso", dijo ayer Gustavo Canales al momento de confirmar que será operado por una fractura por sobrecarga en el segundo metatarsiano de su pie izquierdo. También dijo que podría estar de baja por más de un mes, por lo que no podrá jugar el Superclásico del 31 de octubre. "Voy a darle prioridad a mi recuperación".

Ayer a las 18:15 murió Oscar Herrera, conocido por el apodo de "Jurel" y por ser el máximo ídolo de Naval, donde jugó entre 1979 y 1988. El ex delantero falleció tras un infarto a los 56 años de edad. "Jurel" se desempeñaba como coordinador del equipo Chorero e incluso estuvo presente en el último partido del club de Talcahuano (victoria 1-0 ante Lota Schwager).

El volante de Universidad Católica valoró el triunfo de su equipo ante Colo Colo, pero no quedó conforme con lo mostrado en San Carlos de Apoquindo. "A mí me hubiese gustado cerrar el partido con un gol. La idea de Mario (Salas) es defender con la pelota, en campo rival, pero ayer (domingo) demostramos que no sabemos cerrar los partidos", dijo Costa.