• Cirugía vascular láser es la técnica más moderna para tratar várices

    El 40% de la población mundial las padece, principalmente las mujeres. En Chile existe una novedosa operación que no requiere incisiones, hospitalización, ni reposo.

    La cirugía vascular láser es la técnica más moderna y menos invasiva disponible para tratar las várices, porque no requiere incisiones, hospitalización, ni reposo. El paciente vuelve a su casa caminando y al día siguiente puede retomar su trabajo y su rutina habitual. Ingrid Villafaña (50), desarrolló hace tres años una trombosis, la complicación más habitual y peligrosa de las várices. "Mi situación se fue complicando con dolor e hinchazón. Hace tres meses tuve que dejar de trabajar, soy cocinera y por mi trabajo estoy de pie ocho horas diarias. Me operé con cirugía láser y al día siguiente comencé a retomar mis actividades habituales", dijo.

    En casos como el de Ingrid, "la cirugía evita una nueva trombosis, alivia el dolor, el edema, la hinchazón y los calambres, es un procedimiento mínimamente invasivo que mejora rápidamente la calidad de vida del paciente", explicó el cirujano Sergio Blanco, director del Centro de Medicina Vascular Láser de Clínica Regencell. Además, señaló que la operación se realiza "con un láser muy fino que va cerrando por dentro la vena dañada, es una forma mucho más cómoda para el paciente. No requiere hospitalización y no deja huellas".

    Una técnica obsoleta

    La operación tradicional de várices requiere al menos un día de hospitalización y alrededor de un mes de licencia médica. Las principales molestias para el paciente ocurren en el post operatorio: hematomas, dolor y los cuidados propios de las heridas quirúrgicas. Existe además el riesgo de trombosis, embolia pulmonar, infecciones, hormigueo y adormecimiento. La situación es aún más compleja en pacientes diabéticos quienes deben extremar las precauciones para evitar heridas, muy rebeldes de cicatrizar.

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