Pelo largo al viento, brazos cruzados y una ajustada tenida deportiva azul. Esa fue la primera imagen de Sebastián Beccacece en la banca de Universidad de Chile antes de que se iniciara el duelo ante Antofagasta. Beccacece era, obviamente, el centro de atención en el estadio Calvo y Bascuñán. Y el DT a los cinco minutos gritó su primera instrucción: "No te pares tan atrás", le dijo a Joao Ortiz.

En esos primeros veinte minutos se vio lo mejor de la nueva U. Llegaron en tres ocasiones: cabezazo de Matías Rodríguez y dos tiros del Leo Valencia. Además, se vieron las primeras señas de identidad de Beccacece: en ataque se abrieron los puntas y Ubilla apareció por derecha y Valencia por la izquierda, con Lorenzetti haciendo diagonales desde la izquierda hacia el centro del ataque.

Balde de agua fría

Pero también hay que decir que en el primer lapso las mejores opciones fueron de Antofagasta. Primero a los 19" con un centro de Sebastián Leyton que casi se le cuela a Herrera y a los 28" con un tiro cruzado de Jerez que despejó el meta. Así, el gol local llegó al tercer intento: Droguett habilitó a Muriel Orlando y a los 33" el trasandino definió sutilmente entre las piernas del arquero.

En el segundo tiempo la U monopolizó más el balón y Antofagasta poco a poco se fue replegando contra su arco. A los 47" Matías Rodríguez tuvo una de las mejores opciones azules. Nervioso, Beccacece hizo ingresar a Gustavo Canales por Leonardo Valencia y el delantero volvió después de su operación al pie izquierdo.

Premio a la insistencia

El empate, eso sí, llegó por un tiro libre. Centró Joao Ortiz y apareció Cristián Suárez quien con un suave cabezazo puso el 1-1, pese a los reclamos de los Pumas, que pensaron que el defensa azul estaba fuera de juego, cosa que no fue tal.

De ahí en más, la U intentó conseguir el 2-1, pero mostró las mismas falencias que recordaron la era Lasarte. Poca profundidad y escaso poder de finiquito, especialmente de Sebastián Ubilla. El porteño, nuevamente, falló a la hora de elegir entre definir o habilitar a sus compañeros. Además, la defensa sigue siendo un punto débil, especialmente en el sector izquierdo, donde Ortiz y Suárez fueron superados en varias ocasiones.

Al cierre del partido, después de cinco minutos de descuento, Beccacece salió raudo y con la mirada baja a camarines. El joven DT, después de más de 13 años acompañando a Sampaoli, se parece al casildense. Tanto en sus gestos y ademanes, aunque las diferencias en cancha, de momento, los alejan. "No estoy conforme con el resultado. Sí con desarrollar la idea que queríamos durante los primeros 15 minutos de cada tiempo (...). Lo más importante es que dimos señales de que la U se va a acercar a lo que quieren sus hinchas. Ser un equipo ofensivo e intenso para recuperar el balón", fueron las primeras declaraciones de Beccacece. Por ahora, hay una idea, pero falta plasmarla.