• Volver con el ex

    Cuando nos cuentan que un niño comenzó a hacer pataletas o a chupar chupete luego de que nació su hermanito, lo entendemos perfectamente: quiere ser una guagua otra vez y competir con el intruso. Nos preocupamos un poco más cuando esas regresiones aparecen en niños más grandes, y mucho más aún, cuando esto, aunque sea de forma desplazada -ya no chupando chupete, pero sí otras cosas- ocurre en la adolescencia. Y, bueno, en la adultez olvidamos por completo este hecho tan reconocible en la infancia: frente a la frustración o el miedo, regresionar a un estado previo de la vida donde nos sentíamos seguros, opera como mecanismo de defensa.

    De este modo, cuando nos asustamos volvemos a nuestros lugares seguros: el niño llamando a su madre, el adolescente al encierro en su guarida/pieza, el adulto a sus "ex"… trabajo, vicio y, por cierto, pareja. Este último fenómeno, que hasta programa de televisión tiene, suele generar algo de inquietud en quien lo vive y tampoco deja indiferente a su entorno: ¡Otra vez está con ese tal por cual! O, ¿para qué volvió si ya no siente amor? Pero el que vuelve prefiere contarse el cuento: "No, si las cosas son distintas ahora", "si ahora me di cuenta de mis verdaderos sentimientos".

    Como sea, en cualquier vuelta con un ex, hay que lidiar con el hecho previo de que o me dejaron o yo dejé; básicamente a uno de los dos, sino a los dos, le anduvo flaqueando el deseo por el otro, aún cuando pueda seguir existiendo el amor. Cuestión que lleva a que el que está más aburrido se lance a la cacha otra vez. Y muchas veces se sale de una relación a la vida, con el entusiasmo del niño que salta con prisa de los brazos de la mamá en el parque para jugar con niños y juguetes nuevos. Puro deseo de lo nuevo, ese impulso que resulta ser una satisfacción en sí misma. Posiblemente, el que fue dejado sale al mercado menos envalentonado porque su ego queda dañado, sale más parecido al niño inseguro que cada dos paso voltea para verificar si está ahí la mamá. Este último es el que suele quedarse más pegado; pero lo cierto, es que el que salió triunfante, cuando choca con la nueva realidad, donde hay competencia, en que ya no es ese ser tan significativo para nadie; puede ocurrir que en las noches más oscuras de su corazón vuelva a tentarse con la vuelta al ex.

    Si para eso está el pasado, para servirnos de refugio cuando el presente se nos torna demasiado hostil. Y no debemos sentirnos poco dignos por ello, si hasta los países operan con esta nostalgia (no por nada se rumorea por estos lares, que los próximos candidatos presidenciales ¡serían dos ex presidentes!)

    Quizás el único "pero" de esta operación, sea el supuesto que al pasado se puede volver igual que antes. Pero uno nunca vuelve igual. El niño asustado por más que se refugie otra vez en la madre, ya conoció las aventuras del parque y su deseo no renunciará a ello.

  • El aburrimiento sería beneficioso durante las vacaciones de los niños

    Este estado permite desarrollar la creatividad, el aprendizaje y la imaginación. Técnicas para estimularlos y hasta apps para salir adelante se pueden utilizar en este período.

    Hijo: "Mamá, estoy aburrido!". Madre: "Vaya a pasear al perro". Hija: "Papá estoy aburrida". Padre: "Arme un castillo de barro en el parque". La simpleza de estas respuestas en esta época podrían sonar descabelladas, pero no lo son.

    Pese a la cantidad de estímulos a la que están sometidos los niños (TV, Internet, etc.) conectarse con el medio ambiente o los animales genera un potencial creativo para que los niños se diviertan, aprendan y conozcan el mundo.

    "El estar aburridos puede motivarlos a buscar cosas sencillas para entretenerse, como cocinar, bañar el perro o lavar el auto, dibujar, salir a caminar al aire libre, leer, etc. En este sentido, el aburrimiento es necesario en el desarrollo, porque si continuamente se les estimula y recrea, se está limitando que el niño genere sus propios recursos para divertirse y también que tolere la frustración del aburrimiento", aseguró la docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Guila Sosman.

    En el mercado, incluso, hay productos que motivan esta conexión con el hacer y la creación. Por ejemplo, Andrés Aylwin, gerente de marketing de Torre, aseguró que hoy "se busca ofrecer una alternativa que involucre a toda la familia en el proceso de aprendizaje de sus hijos, ya que a través de estos juegos se desarrollan diferentes habilidades manuales y cognitivas que aportan a la educación de los niños".

    Pero si los niños de todos modos quieren estar conectados a Internet hay dos nuevas apps que permitirían seguir en esta senda: Dino Tales Español y Safari Tales Español. En ellas, se anima a los niños curiosos a generar más de mil preguntas diferentes para que su guía en el juego, Darwin, las responda de manera inteligente -apoyado de hechos. Esta interacción fomenta las habilidades de alfabetización, estructuración de oraciones, la lectura y el pensamiento creativo.

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