• El columnista de hoy

    Recientemente una niña de once años falleció en un centro del Sename. La situación dolorosa pone nuevamente de manifiesto el legítimo cuestionamiento de si el Estado está protegiendo a nuestros niños a través del sistema residencial.

    En los últimos años, se ha puesto de manifiesto la realidad de menores de edad separados de sus familias, a través de medidas cautelares, cuando son internados en residencias del Estado o de organizaciones colaboradoras. Tal proceso ha sido tradicionalmente percibido como una medida de protección frente a la negligencia e inhabilidad parental. Sin embargo, esta acción conlleva la pérdida de la vinculación con otros espacios de desarrollo positivo de la infancia que se dan en el contexto territorial, como es la escuela y las relaciones significativas. A los efectos negativos de la separación de los menores de edad de su familia, se suman las vulneraciones propias de un sistema que evidencia prolongadas internaciones por falta de procesos de reunificación familiar. En estos casos, la promoción de los vínculos con las familias es pobre en recursos y en metodologías de apoyo parental.

    Por esta razón, la Fundación San Carlos de Maipo ha impulsado desde hace más de dos años un programa de desinternación de niños en residencias de protección, en conjunto a un proceso de reunificación familiar. La experiencia ejecutada por Casa del Cerro contempla apoyo terapéutico a los niños y sus familias, acompañamiento de tutores que establecen un vínculo específico con los niños y las residencias, y apoyo legal que hace seguimiento de las causas ante los tribunales de familia.

    La experiencia ha evidenciado mejoras significativas en las familias con las que se ha trabajado, lo que se refleja en el progresivo aumento de casos en procesos de acercamiento familiar y desinternación, así como en variaciones positivas de componentes de desempeño familiar, medidas en distintos momentos de la intervención.

    En base a nuestra experiencia, tenemos la convicción de que el Estado debe avanzar en la desinternación efectiva de los cerca de 11 mil niños y niñas que actualmente se encuentran privados de vivir con sus familias. Muchos de ellos están internados por causales que no obedecen a graves vulneraciones de derechos, sino a situaciones de pobreza y exclusión social.

    En consecuencia, un buen programa de apoyo familiar para ellos es más efectivo que estadías prolongadas en residencias de protección, que agravan dichas condiciones de exclusión. Hoy, nuestro país no está en condiciones de garantizar el derecho a vivir en familia para miles de niños vulnerados antes y durante de su internación. Hagámonos cargo para que su pasado y su presente tampoco sea inexorablemente su futuro.

    "Muchos niños están internados por causas que no son graves vulneraciones de derechos, sino por situaciones de pobreza y exclusión.

    El derecho a vivir en familia

    Marcelo Sánchez

    gerente general de la fundación san carlos

    de maipo

  • El ciudadano de hoy

    Por Paulina Flores

    Yanira Becerra. En el 2005 tomó una de las mejores decisión de su vida: cambiarse de literatura a lingüística: "Iba en tercer año de carrera y me di cuenta de que todas las asignaturas eran lo mismo y que no iba a aprender mucho. No lo encontré desafiante".

    Al hacer la solicitud, la coordinadora le dijo que estaba loca, pero aunque se atrasó un año, no se arrepiente porque el estudio del lenguaje se ha trasformado en su pasión. Hoy hace clases de gramática en Inacap, un curso de español para extranjeros en la U. de Chile, es parte de la Academia de la Lengua Española de Chile y termina la tesis de su magister.

    Uno de sus principal objetivos es desmitificar el valor negativo del español chileno: "No hay un idioma que se hable de manera pura y no hay variedades mejores que otras, pero aquí hay un prejuicio muy grande sobre las cualidades de nuestro español. Es importante repensar y revalorizar nuestra variable lingüística, porque el lenguaje está ligado a nuestra identidad cultural. Hay que tener dignidad del sentido de lo propio".

    Si se dedica a lo que le gusta no es por suerte sino por busquilla: "Terminar el pregrado fue abrumador, yo pensaba '¿y ahora qué?'. Pero salía a dejar CV a todas partes, así no más, cara de palo, no tenía contactos, nada, yo hice mi camino sola".

    Sobre los recientes casos de acoso sexual en su facultad cree que son prácticas que llevan años: "Me parece loable que se hayan atrevido a denunciar porque los alumnos suelen creer que los profes de la Chile son dioses y que si uno se va en contra de ellos se arruina su carrera, pero no es así, porque el mundo es mucho más que la U. de Chile".

    "El lenguaje está ligado a nuestra identidad cultural. Hay que tener dignidad del sentido de lo propio.

    La lexicógrafa que reivindica lo propio

    Yanira Becerra | 32 años | profesora y lexicógrafa

    Yanira Becerra

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24