• Voluntariado: una tarea pendiente

    Magdalena Venezian, Presidenta del directorio de la Fundación Coanil.

    De acuerdo a las últimas cifras reveladas en la Encuesta Nacional de Voluntariado -realizada por la Fundación Trascender y GFK Adimark en el 2015-, sólo un 12% de la población del país realiza acciones de voluntariado. Si bien el porcentaje no es bajo en comparación con otros países, lo preocupante es que esta cifra se mantiene estable a lo largo de los años, teniendo mínimas variaciones desde el 2009 a la fecha.

    Otro dato interesante que se desprende del estudio, es que uno de cada cuatro voluntarios decide ayudar de manera independiente, sin formar parte de alguna fundación u organización social.

    La razón que explica la baja participación de la población en acciones de voluntariado es básicamente la falta de tiempo. El estilo de vida cada vez más acelerado de los chilenos implica que se destine gran parte de horas del día a estudiar o al trabajo, y lo que resta, a la familia y amigos, quedando en último lugar el tiempo para terceros.

    Esta realidad no es ajena a Fundación Coanil, donde en más de 40 años atendiendo a personas con discapacidad intelectual hemos visto como nuestro número de voluntarios ha aumentado de forma muy paulatina en el tiempo. A la fecha contamos con, aproximadamente, 290 voluntarios permanentes, los cuales se pueden incrementar a dos mil en periodos de colecta, pero es innegable que la incorporación de nuevas personas que estén dispuestas a colaborar de manera desinteresada no es una tarea fácil.

    En nuestro caso, existe más de una forma para ayudar, pues hay un completo programa de voluntariado que entrega diversas opciones flexibles para que las personas se motiven a colaborar realizando lo que más les acomode.

    A favor de la gran tarea del voluntariado, me gustaría hacer notar que para las personas que dedican parte de su tiempo y esfuerzo a trabajar por otros esta experiencia es enriquecedora en todo sentido.

    El ser voluntario tiene diversos aspectos positivos, tales como desarrollar una mayor sensibilidad social; empatizar con realidades distintas a la propia; mejorar la autoestima, ya que se aprende a valorar de mejor forma lo que se tiene; desarrollar nuevas habilidades; y generar lazos con las personas y la comunidad, entre otros.

    El trabajo de voluntariado es necesario en todas las sociedades, ya que refleja el interés que se tiene por el más necesitado y los une en la lucha para conseguir una mayor justicia y equidad social. Por lo general, quienes forman parte de un programa de voluntariado son personas que tienen un pensamiento positivo de la vida. Ya sea para nuestra fundación o para otras tantas que existen en nuestro país, la invitación es a que todas las personas que puedan colaborar con tiempo o conocimientos lo hagan, porque necesitamos muchas manos.

    "Para las personas que dedican parte de su tiempo y esfuerzo a trabajar por otros, esta experiencia es enriquecedora en todo sentido."

  • Un ex alumno ingresa al mundo laboral

    Por Paulina Flores

    Diego Cortés. Trabaja en una fábrica de hielo. A manos desnudas saca los cuadritos helados de las máquinas, los guarda en bolsas de 10 kilos, los carga hasta la cámara de frío para llevarlos hasta los camiones que los distribuirán en restaurantes y bares: "Es trabajo pesado porque hay que levantar sacos, llevarlos en la espalda, y porque me mato de frío, sobre todo ahora. Pero sólo trabajo dos horas al día, así que relaja'o".

    La fábrica es un negocio de su mamá y su tío, así que tiene facilidad para elegir los turnos, por la mañana o la tarde. Hasta hace poco estudiaba Electrónica en el Inacap, pero al andar se dio cuenta que no era lo suyo. Perdió la mitad del arancel de la carrera y ahora no sabe qué carrera elegir. "Supongo que seguiré por el lado matemático pero no tengo nada definido ni planeado, por ahora me tinca trabajar como garzón".

    Hasta el año pasado era escolar. Pasó por cuatro colegios y terminó la media en un 2x1. Entre risas, dice que fue en ese último año en que comenzó a ir por el mal camino. "Mi vida decayó. Antes tenía muchos hobbys, era bien deportista. Jugaba a la pelota, incluso hice surf un tiempo. Pero fui dejando todo botado por desmotivación emocional, siempre me pasa".

    Le gusta su nueva vida adulta: "Es diferente, pero mejor, tienes más libertad e independencia, aunque igual sigo haciendo muchas de las cosas que hacía antes". Una de esas cosas es carretear todo el fin de semana y durante uno o dos días más en la semana, en casas de amigos o por el barrio o en Bellavista: "No importa tanto el ambiente, sino que donde sea más baratito".

    nombre: diego cortés | edad: 20 años | ocupación: cargador de hielo

    Envía historias y comentarios a: historiasciudadanas@hoyxhoy.cl

    "Es trabajo pesado porque hay que levantar sacos, llevarlos en la espalda y me mato de frío."

  • Los niños no son política

    Escribo porque estoy aburrida de que el problema del Sename y las cifras, distintas, de niños muertos en los últimos diez años se traten como un conflicto político. ¿Debe irse la ministra Javiera Blanco del cargo? ¿Debe llegar otra directora, distinta a Solange Huerta (recientemente nombrada)? La verdad es que todo eso me importa bien poco. Acá el fondo del asunto está en qué hacemos todos los chilenos (Gobierno, Congreso, autoridades y ciudadanos comunes) para asegurar que un niño o niña que no puede ser bien atendido por su familia pueda crecer con garantías mínimas de sus derechos humanos. Basta de política, los niños no votan, pero sí nos dicen lo que será este país en 20 años. Ese niño que hoy es abusado por el sistema, mañana puede ser el que entre a tu casa a robar. ¿Queremos eso?

    Amaranta Dote Espinoza


    La pasión por el fútbol

    El fútbol es el deporte más conocido a nivel mundial. Nos trae grandes emociones a todos, tanto cuando juegan clubes como cuando juegan la selección. Teniendo en cuenta que Chile es bicampeón de América, recordemos que se acerca la Copa Confederaciones y el Mundial de Rusia 2018, donde Chile probablemente clasifique. Pero, por desgracia o fortuna, las emociones que estos eventos generan nos ciegan con respecto al acontecer nacional, lo cual es, hasta cierto punto,"bueno". Debemos estar informados y conscientes, eso es innegable, pero no hay que despreciar la forma en la que el fútbol nos une como una afición. Se dice que el fútbol como deporte está sobrevalorado, pero el sentimiento que éste genera es algo hermoso y único, además logra sacarnos de aquella rutina que, generalmente, carece de emoción.

    Cristóbal Díaz Campos

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