• El problema no es sólo la sal

    por álvaro peralta / @dontinto

    "La marraqueta no podría seguir existiendo", aseguró de manera alarmante un dirigente de los panaderos chilenos hace algunos días a la prensa. ¿A qué se refería? A que si se siguiera la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de no consumir más de cinco gramos de sal al día, el pan no debería tener más 400 miligramos de sal por cada 100 gramos del producto, por lo que el Ministerio de Salud estaría estudiando regular la situación.

    Así, se le podría poner freno a nuestros alarmantes indicadores de consumo de sal, que dicen que andaríamos por encima de los 12 gramos diarios. ¿Qué tiene que ver con todo esto la marraqueta? Que buena parte de esa sal que consumimos diariamente los chilenos viene del pan. De hecho, se calcula que es la mitad. Y claro, en otros países, donde se come menos pan (Chile es uno de los países donde más se consume este producto en el mundo), la sal hay que cortarla por otros lados. Pero acá, donde millones de chilenos desayunan un par de panes, almuerzan con un pan más y -por la noche- toman once con dos o tres panes más, lo cierto es que si no se modifica la cantidad de sal en este alimento, mucho más no se puede hacer.

    El mandamás de los panaderos -y muchos más en su gremio- aseguran que si a la marraqueta se le sigue sacando sal (ya muchos la han bajado en un 10% e incluso más), lo que se tendrá será un pan con forma de marraqueta, pero sin el sabor ni la crocancia que caracteriza a este tipo de pan. Sin embargo, otros panaderos han salido al cruce de estas declaraciones y han asegurado que jugando con los tiempos de leudado y el uso de otros tipos de sal, aditivos sustitutos y harinas sí podrían bajarse sustancialmente los niveles de sodio en nuestras marraquetas. Y ojo, en países como España y el Reino Unido han logrado llegar a los índices que recomienda la OMS. Es decir, habría que entrar a investigar, experimentar y discutir. Y en una de esas, también lo logramos por acá. Por lo mismo, partir con un no rotundo -como lo han hecho algunos panaderos- me parece un error.

    Ahora bien, más allá de este necesario e interesante debate que puede generarse con lo de la reducción de la sal en la marraqueta (en las otras variedades de pan hay consenso en que puede hacerse), habría que aprovechar también de revisar por qué comemos tanto pan en Chile. Porque a pesar de lo rico que es este producto en nuestro país, cuando éste pasa a ser protagonista fundamental de la dieta de millones de chilenos, algo anda mal. Y para peor, si seguimos así seguro algo andará mal también en la salud de esos compatriotas. Mientras tanto, tratemos de olvidarnos por un rato de índices de sal y declaraciones apocalípticas con la receta que presentamos hoy.

    "A pesar de lo rica que es la marraqueta en nuestro país, cuando ésta pasa a ser protagonista fundamental de la dieta de millones de chilenos, algo anda mal."

    La receta de hoy Sándwich de marraqueta con pasta de huevo y anchoa


    Ingredientes (Para 2 personas)

    1 marraqueta completa, 2 huevos duros, 6 filetes de anchoa, 200 cc de mayonesa, sal, pimienta, aceite de oliva, cilantro y limón.

    Pelar los huevos duros y molerlos. Luego, cortar los filetes de anchoa y mezclarlos con el huevo molido. Picar un poco de cilantro y agregarlos a la mezcla. Agregar la mayonesa, más sal y pimienta, un chorro generoso de aceite de oliva y unas gotitas de jugo de limón. Revolver bien y rellenar los panes con la pasta.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24