• Emociones definen qué mostramos en internet

    Un estudio reveló que las publicaciones de los chilenos que logran mayor viralización son aquellas con un lenguaje afectivo.

    Mabel González

    Los contenidos que los chilenos publican o viralizan en Internet están influidos principalmente por la emocionalidad y, en su mayoría, son actividades socialmente compartidas, según concluyó un estudio realizado por investigadores de las universidades Católica y Adolfo Ibáñez y publicado en el libro "El mundo en mi mano: la revolución de los datos móviles".

    La investigación, desarrollada por los académicos Sebastián Valenzuela (UC) y Arturo Arriagada (UAI), quiso determinar las motivaciones sicológicas y sociales que llevan a las personas a compartir vínculos, fotos, "memes" y otro tipo de material a través de las redes sociales.

    Elementos clave

    El sociólogo Arturo Arriagada explicó que detrás de una publicación en la web hay dos elementos que juegan un rol central: la expectativa y el interés de compartir una emoción con otros.

    "El acto de compartir contenidos está asociado, por un lado, a una expectativa de tener algún tipo de retribución como resultado de la emoción o reacción que generan otros. No por casualidad Facebook empezó a incorporar esto de los estados de ánimo. Y, por otro lado, están esas ganas de compartir una emoción con los otros, socializarla y esperar también que la gente se sume a compartirla con ellos", afirmó Arriagada.

    Desde el punto de vista sicológico, los autores mencionan en su artículo que "las noticias que llaman la atención son aquellas que tienen una carga emocional" y que, "a mayor emocionalidad, más incidencia tienen en la memoria y el comportamiento de las personas".

    "Por lo tanto -agrega-, es esperable que la activación emocional de una noticia sea un predictor importante de su tasa de difusión en Twitter y Facebook".

    Cuáles se difunden más

    Pero, ¿qué contenidos logran "viralizarse" más, los positivos o los negativos? Basándose en la teoría de la inteligencia afectiva, Valenzuela y Arriagada señalan que es esperable que los contenidos negativos sean más difundidos que los positivos. Sin embargo, dicen que en Twitter, por ejemplo, los usuarios tienden a retransmitir más información positiva que negativa debido a una cuestión de imagen.

    Para evaluar el peso de las emociones en la popularidad de un contenido digital, los investigadores analizaron 3.412 noticias publicadas en 2014 por seis medios de comunicación digitales. Para medir la viralización en Twitter se usó el número de retuits obtenidos por cada link y, en el caso de Facebook, se contó la cantidad de veces que la noticia fue compartida.

    Luego se midió una serie de variables de carácter afectivo: enojo, ansiedad, tristeza, optimismo y felicidad. Después se registró la cantidad de palabras relacionadas con cada emoción que estaban presentes en los contenidos.

    En promedio, las noticias de la muestra fueron retuiteadas 62 veces y compartidas 425 veces en Facebook. Al mencionar una noticia con un alto impacto emocional, los profesionales señalaron un artículo sobre el atentado perpetrado en una estación del Metro de Santiago.

    "El resultado de este análisis arrojó que tanto en Twitter como en Facebook ocurre que a mayor presencia de lenguaje afectivo en las noticias, son más compartidas por los usuarios", detallaron.

    "Compartir contenidos está asociado, por un lado, a una expectativa de tener algún tipo de retribución.

    arturo arriagada, sociólogo"

    Más contenidos

    Arturo Arriagada, investigador de la UAI, dice que hay diferencias entre los contenidos que se comparten según la edad. Los mayores tienden a consumir lo que entregan los demás, mientras los jóvenes generan contenidos propios. Pero dice que hay más disimilitud entre niveles socioeconómicos: los altos comparten datos de interés público y los bajos divulgan más material de entretención.

  • Se está más propenso a enfermarse tras el inicio del período de descanso

    Un estudio demostró que el reloj biológico influye en el contagio de enfermedades.

    Investigadores de la Universidad de Cambridge -Inglaterra- acaban de descubrir por qué quienes trabajan por turnos tienden a enfermarse más fácil y más gravemente que quienes cuentan con un horario de trabajo regular. ¿La razón? Las alteraciones sufridas en su reloj biológico.

    Así lo demostró un estudio en el cual se analizó a dos tipos de ratones infectados con el virus del herpes: roedores comunes y otros carentes del gen Bmal1, encargado de regular el reloj biológico.

    A ambos grupos de animales se los expuso por separado a un ambiente con iluminación controlada (12 horas de luz y 12 horas de oscuridad diarias) y posteriormente se midieron sus niveles de infección y propagación del virus a distintas horas del día.

    Tras el análisis de los resultados, los expertos descubrieron que entre los ratones normales la replicación del virus tendía a ser 10 veces mayor durante las primeras horas de luz -cuando estos animales nocturnos inician su fase de reposo-, mientras en los roedores carentes del gen Bmal1 el contagio y virulencia era alto a lo largo de toda la jornada.

    De acuerdo a los investigadores el descubrimiento puede ser clave para explicar la creación de epidemias en invierno, estación en que el gen Bmal1 está menos activo.

    10 veces mayor resultó ser la replicación de un virus entre animales nocturnos en las primeras horas del día.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24