• Cuando pasamos agosto y honramos a los que se van

    por katherine salosny / @kathysalosny

    ¡Hay que pasar agosto!, decía mi abuela que tenía una salud irritante. Y aunque siempre lo escuché, no me pregunté por qué se decía en agosto que pasado este mes las personas mayores estaban al "otro lado" de la enfermedad y la muerte.

    Y aunque no hay razones científicas sino que sólo lo que la cultura popular dice, "pasar agosto" era o es para celebrar que ya no te mueres ese año finalizando el invierno o los últimos días antes de que llegue la primavera.

    De esto me acordé cuando supimos de la muerte de dos grandes artistas hace un par de días: Juan Gabriel y José Balmes que te sorprenden -o no- por la edad en la que hoy esperamos la muerte.

    Es el caso del prolífico y popular cantante mexicano Juan Gabriel: nadie pensó que podía morirse en plena vigencia. Se fue de este mundo y nos dejó cantando entre otras canciones "Pero qué necesidad, para qué tanto problema…" y conectados con lo que fue su historia como artista. El impacto llegó hasta el Presidente Barack Obama quien lo honró diciendo que fue uno de los grandes artistas mexicanos que llega al corazón.

    Cuando lean esta columna estaré recién llegada a Ciudad de México para contarles sobre la última despedida de este gran artista que nos deja la vida llena de música.

    Menos mediática ha sido la muerte de José Balmes, Premio Nacional de Artes Plásticas quien llegó a Chile en el Winnipeg, el barco cuya expedición organizó Pablo Neruda con exiliados de España que buscaban salvar sus vidas de la Guerra Civil española. Miles de familia viajaron el año 39 y llegaron a Valparaíso. Entre las más de 2 mil personas venían 350 niños. Uno de ellos fue este pequeño (Balmes) que desde muy joven se dedicó a la pintura y a influir en el arte en nuestro país ya siendo un adulto, chileno, y profesor de cientos de estudiantes. Su gran compromiso y legado en Chile le valió el mayor premio que puede recibir un artista en nuestro país. Y si hay alguien que pudo transformar en arte uno de nuestros productos nacionales como la marraqueta, estamos pensando en él que hizo que el pan que consumimos todos los chilenos sea un gran cuadro.

    Gracias a estos hombres que nos han hecho la vida algo mejor. Algo valioso.

    "'Pasar agosto' era o es para celebrar que ya no te mueres ese año finalizando el invierno o los últimos días antes de que llegue la primavera."


    Un consejo

    Podremos conocer la vida y obra de Juan Gabriel en todos los medios estos días antes de su funeral. Pero de Balmes vale la pena ver el estupendo documental: "Balmes, el doble exilio", que trata sobre su expatriación de Chile, su vuelta el 86 y su vida y obra.

    Lo encuentra aquí: http://vimeo.com/73932986

  • Demonio de Tasmania evoluciona para luchar contra el cáncer que lo afecta

    Su tendencia a desarrollar un cáncer facial con enormes tumores que terminan matándolos de hambre, o sofocados, puso en peligro de extinción a los marsupiales conocidos como demonios de Tasmania; producto de este mal han desaparecido en alrededor de un 80% sólo durante las últimas dos décadas. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Washington publicado ayer en la revista Nature Communications sostiene que algunos de estos animales han evolucionado para resistir a los tumores -altamente contagiosos a través de mordidas- que los deforman y acaban con sus vidas.

    Los expertos llegaron a esta conclusión tras analizar a las últimas seis generaciones de esta especie que habita en Australia, hallando alteraciones genéticas, y que pese a la voracidad de la enfermedad su mortalidad se ha desacelerado.

  • Hallan nuevo arrecife tras la barrera de coral

    Justo detrás de la gran barrera de coral, científicos acaban de descubrir un arrecife de más de 6.000 kilómetros, con algas que llevarían 10 mil años creciendo en el lugar.

    La razón por la cual no se había hallado antes este gigantesco arrecife, que se extendería desde el estrecho de Torres -que separa Australia de la isla de Nueva Guinea- hasta al menos Puerto Douglas, Queensland, habría sido la falta de tecnología capaz de llegar a tales profundidades (entre 20 y 40 metros bajo el agua).

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