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Tomar ocho vasos de agua al día podría traer problemas de salud, pese a recomendaciones
Según científicos, el consumo excesivo de líquido podría generar intoxicación e incluso la muerte. Sin embargo, el cerebro tiene un mecanismo que se activa cuando se ha bebido demasiado, permitiendo mantener los niveles adecuados en el organismo.
Carolina Collins
Hay quienes recomiendan beber, al menos, ocho vasos de agua, lo que equivale a unos dos litros para alcanzar niveles saludables de hidratación y evitar la acumulación de líquidos. Sin embargo, una nueva investigación contradice esa recomendación y asegura que, incluso, podría llegar a ser perjudicial para la salud.
Liderado por la Universidad de Monash de Australia y llevado a cabo por varias instituciones, el estudio analizó el mecanismo que regula la ingesta de líquidos e impide continuar bebiendo cuando ya no es necesario hacerlo.
La investigación recalca que el consumo excesivo de agua puede ser perjudicial y provocar una intoxicación que podría ser fatal, lo que contradice la creencia de que es bueno tomar grandes cantidades de este accesible líquido.
Los expertos revelaron que el mecanismo que inhibe el consumo de líquidos se activa en el cerebro cuando se bebe en exceso, ayudando a mantener niveles adecuados de agua en el organismo.
El profesor de Monash Michael Farrell explicó que "si simplemente hacemos lo que nuestro cuerpo nos demanda para estar bien, probablemente lo hagamos de la manera correcta, o sea solamente beber de acuerdo a la sed en vez de hacerlo según una programación elaborada".
La prueba
Para llegar a esas conclusiones, los especialistas se basaron en estudios anteriores y le consultaron a un grupo de participantes que calificaran el esfuerzo que les tomaba beber agua en dos circunstancias: después de haber hecho ejercicio y con sed y, más adelante, cuando se les convenció de tomar líquido en cantidades excesivas. Los resultados evidenciaron que a los participantes les tomó el triple de esfuerzo beber en exceso.
"Por primera vez observamos el tragar forzadamente después de beber un exceso de agua, lo que significaba que tenían que superar algún tipo de resistencia", destacó Farrell.
"Esto es compatible con nuestra noción de que el reflejo de tragar se inhibe una vez que ha sido bebida una cantidad suficiente de agua", agregó el profesor del Biomedicine Discovery Institute de Monash.
El equipo liderado por Michael Farrell utilizó la resonancia magnética funcional (fMRI) para medir la actividad en varias partes del cerebro, durante el breve período de tiempo justo antes de tragar.
El examen reveló que las áreas prefrontales del lado derecho del cerebro se activaban más cuando los participantes estaban tragando con esfuerzo, lo que es señal de que debe intervenir la corteza frontal para anular la inhibición de la deglución y poder continuar bebiendo, como les instruían los científicos.
Seguimiento
Los expertos advierten, de esta forma, que el consumo excesivo de agua pone en peligro la salud y puede llevar a una intoxicación. Esto ocurriría, cuando los niveles vitales de sodio en la sangre son anormalmente bajos, lo que a su vez causa desde letargo y náuseas hasta convulsiones y coma. Pese a esto, el líder del estudio advirtió que muchos adultos no beben agua suficiente y deberían hacerlo.
Datos clave
Esfuerzo
A través del estudio se pudo evidenciar que toma el triple de esfuerzo deglutir líquidos en exceso. Además se reveló que la sed es una buena forma de regular el consumo de agua.
Autores
Liderado por la Universidad de Monash, se hizo junto al Instituto Florey de Neurociencia y Salud Mental, la Universidad de Melbourne y el Instituto Baker IDI de Diabetes y el Corazón.
"El reflejo de tragar se inhibe una vez que ha sido bebida una cantidad suficiente de agua.
michael farrel, profesor de monash"
la hiponatremia es la intoxicación que se produce en el organismo por demasiada ingesta de agua.
20 participantes fueron los encargados de evaluar cuánto fue el esfuerzo que les tomó beber agua.
