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  • De la desconfianza a la confianza lúcida

    por katherine salosny / @kathysalosny

    Hace una semana que se lanzó la campaña #YoConfío de la Fundación para la Confianza, con el fin de sensibilizarnos en un tema que afecta a niños y niñas en Chile: el abuso sexual.

    El tema, en momentos que prima la desconfianza entre los chilenos y chilenas, se quiso poner en el tapete para sensibilizarnos e invitarnos a ser parte de esta fundación de diferentes maneras: haciéndonos socios, siendo voluntarios o realizando una donación que permitirá seguir realizando seminarios, dando apoyo psicológico y orientando a las víctimas y sus familias. Así como llevando a cabo charlas, capacitaciones y alianzas con la comunidad educativa para prevenir, detectar y tomar acción en los casos de abuso sexual infantil.

    La Fundación para la Confianza fue creada hace siete años por José Andrés Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz, víctimas del abominable "Caso Karadima", junto al abogado, Juan Pablo Hermosilla. Esto, con el propósito de crear conciencia y generar un espacio para evitar que se cometan abusos a niñas, niños y adolescentes en momentos claves de sus vidas y por personas que comúnmente son parte de su círculo cercano.

    Las cifras son elocuentes: De cada 10 niños que ves durante el día, 3 serán víctimas de abuso sexual; por cada niño que denuncia, hay 24 que permanecen en silencio; los más vulnerables son niñas y niñas menores de 10 años…

    Desde su creación que he colaborado de la fundación y hoy soy parte del directorio para que trabajemos en conjunto en el apoyo a personas y familias que han sido víctimas del abuso sexual durante su infancia. Todo lo que hagamos, en mi caso desde mi granito de arena, y lo que podamos aportar es de una ayuda invaluable para terminar con este horror que sufren miles de niños y niñas en Chile, uno de los países (el tercero, según la ONU) con la más alta tasa de abuso sexual infantil.

    En la Fundación para la Confianza se está haciendo una labor maravillosa con planes de prevención del abuso sexual en colegios, escuelas y organizaciones comunitarias, entregando herramientas específicas para detectar y anticiparse a situaciones de abuso. Por eso, para la fundación es vital que se trabaje sobre la base de una "confianza lúcida" que permita a las personas no vivir desconfiando de los demás, pero a la vez, generar espacios de confianza que permitan a las personas, sobre la base del compromiso y ética, reconocer y detectar situaciones que permiten el abuso, y de tal manera buscar ayuda y acompañamiento.

    La importancia del trabajo que realiza la Fundación para la Confianza tiene que ver con la salud de los niños y niñas, que una vez abusados tardan entre 14 y 16 años en contar el abuso con toda la carga y sufrimiento que ello conlleva. Parte de su labor, con un equipo de profesionales de excelencia, es asistir a niños y niñas y sus familiares para empezar la recuperación. La idea es poder llegar a todo Chile creando grupos de ayuda y entregando información que ayude a la prevención y a reconocer señales de abuso.

    Yo confío que podemos luchar contra el abuso sexual infantil, si nos comprometemos a cuidar a nuestros niños y niñas y les evitamos horribles sufrimientos. Para apoyar a la Fundación y contactarse encontrarán información completa en: www.paralaconfianza.org.

    "En la Fundación para la Confianza se está haciendo una labor maravillosa con planes de prevención del abuso sexual en colegios (...)"

  • Chefs sugieren recetas dulces para sorprender a las mamás en su día

    Un postre extra dulce y uno frutal son las ideas para el almuerzo. A la hora del té, invitan a jugársela con un queque de zanahoria.

    Natividad Espinoza R.

    La llegada de los dulces durante las celebraciones es, sin duda, la parte favorita de muchas mujeres. Por eso, este Día de la Madre no puede faltar en las mesas una preparación de esta naturaleza. Así lo confirmó a hoyxhoy el chef experto en pastelería Carlos Maye, quien recomendó dos recetas sencillas para sorprender a las mamás después de almuerzo.

    A quienes no tienen mucha experiencia en la cocina, Maye aseguró que "se lucirán" si preparan un postre que por un lado se asemeja a un tiramisú y, por otro, es similar a un suspiro limeño. Para hacerlo, basta con moler galletas de champaña, añadirles un poco de mantequilla sin sal, licor y leche, para luego "apretar" la mezcla hasta que quede como una masa. Esto se pone en un bowl, se expone a un poco de frío para que se endurezca y se pone como base en un molde individual o familiar.

    Luego, se toma un poco de manjar de buena calidad -la cantidad depende de los moldes escogidos- y se lo calienta un poco en el microondas para que quede más blando. Posteriormente, se le adiciona -mientras se bate con una batidora- un poco de crema, leche condensada, un toque de canela en polvo, un trozo de queso crema y algo de ralladura de naranja.

    La segunda mezcla se vuelca en la budinera o moldes escogidos con la primera mixtura y, para terminar, se le espolvorea cacao en polvo con ayuda de un colador.

    Una segunda alternativa, que requiere un poco más de trabajo, es ideal para las mamás que gustan de cuidar la línea y también de las frutas.

    "Se toma un mango que no esté ni verde ni maduro, se lo pela y luego se lo pica en cuadritos chiquitos. A esto, se le agregan berries (sirven las que vienen en mix congelados) para luego pasarlo por la licuadora añadiendo un poquito de azúcar flor, una cucharadita de miel, un trocito de jengibre y una hoja de albahaca", explicó el chef. Posteriormente, la especie de salsa que resulta se cuela, de modo que no queden semillas.

    Para terminar, hay que colocar la salsa sobre el resto de las frutas y añadirles unas gotas de limón de pica. Se sirve en una copa con una bolita de helado de coco o de vainilla.

    Los cocineros más diestros pueden preparar panqueques y rellenarlos con la mezcla a base de manjar o bien con la salsa de frutas.

    Para la hora del té

    Por su parte, el administrador gastronómico José Manuel Gonzaléz, sugirió hacer un queque de zanahoria "cuatro cuartos" para la hora de once. Para esto, se necesita una taza de harina, una taza de mantequilla, una taza de huevo y una taza de azúcar. Además, claro, de ralladura de zanahoria.

    Primero, se crema la mantequilla con el azúcar y se le van agregando las yemas de a una y la ralladura de zanahoria. Luego, aparte, batir las claras de huevo a nieve y mezclarlas con la mantequilla y la yema. A esto, espolvorearle la harina y revolver de forma envolvente.

    Una vez vertida en un molde, la mezcla se lleva al horno precalentado a 180°C durante media hora.

    el azúcar se puede reemplazar por sucralosa, tagatosa o stevia, guardando las proporciones.

    los colores de los postres son importantes para Maye, quien sugiere añadir toques de los colores favoritos de las mamás.

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