Natividad Espinoza R.

Fue en la década de los 70s que la terapeuta francesa, Thérèse Bertherat, dio vida a la antigimnasia: un método de actividad física que se basa en movimientos simples, creativos y variados que trabajan numerosos músculos sin generar sudoración.

Si bien es una práctica conocida y común en alrededor de 20 países, llegó a Chile hace muy poco y, hasta el momento, sólo se puede practicar en el centro kinésico Kicep (www.kicep.cl).

Es ahí donde trabaja la kinesióloga Constanza Garrido, quien contó a hoyxhoy que "la antigimnasia es un viaje corporal que consta de ciclos de 10 sesiones que son todas diferentes entre sí. Cada sesión dura entre 45 minutos y poco más de una hora y en los países en que todavía no es tan conocida los grupos son de entre dos y 10 personas".

Al terminar cada ciclo, las personas pueden empezar de nuevo o descansar por un tiempo. "Aquí no hay niveles ni nada de eso", añadió la profesional. Cada clase cuesta alrededor de $19.000, pero se pagan paquetes de al menos 10 sesiones.

¿qué se trabaja?

Los movimientos de la antigimnasia no sólo trabajan numerosos músculos -de los cuales gran parte son generalmente olvidados por otras disciplinas- sino que también estimulan la imaginación y la creación con las manos.

Entre los ejercicios más comunes de la antigimnasia están los que se hacen en el suelo sobre una alfombra de lana o con el dudú, que es una especie de cojín que tiene semillas dentro. "Se trabaja en distintas posiciones. Por ejemplo, cuando se pone debajo del sacro estimula distintos tipos de conexiones nerviosas. También se hacen movimientos con el cojín debajo de la nuca, etc. Otros ejercicios incluyen el uso de varillas o pelotas debajo de los dedos, cosa que estimula distintas partes del cuerpo", sostuvo Garrido.

El académico de Pedagogía en Educación Física de la U. San Sebastián (USS), Ignacio Santander, añadió que "la antigimnasia evita los trabajos localizados que es lo que provocan las máquinas de gimnasio, intentando que se trabajen todos los grupos musculares interconectados entre ellos, es decir, las cadenas musculares en base a ejercicios muy simples. Es un poco como lo que hace el entrenamiento funcional, que es sacar al sujeto de las máquinas que aíslan grupos musculares e intenta volver a las bases, que el sujeto utilice todos sus grupos musculares y articulares".

Entre las bondades de la antigimnasia, el centro Kicep destaca que favorece la flexibilidad y el fortalecimiento muscular; mejora la movilidad; favorece la disminución del estrés; reduce los dolores musculares crónicos; alivia la migraña y el insomnio; mejora la respiración y la energía sexual, entre otros.

"La antigimnasia es un viaje corporal que consta de ciclos de 10 sesiones que son todas diferentes.

constanza garrido, kinesióloga"

Rodrigo Jarpa / @rodrigojarpa

Magíster en Psicología Clínica y doctor en Sexualidad Humana

Quiero comenzar por aclarar que por "anti-solución" entenderemos todo lo que se haga o se deje de hacer; intentando solucionar algo, pero que luego de un tiempo y por más que insistamos, no se logra el objetivo deseado o incluso; la situación empeora.

Hay parejas, que tras revelarse o descubrirse en una infidelidad, deciden seguir juntas, pero las soluciones que intentan para estar en una relación de calidad, terminan perpetuando o aumentando los problemas.

Estas son algunas de las más frecuentes:

1El interrogatorio eterno: muchas personas al enterarse de la infidelidad, comienzan con una especie de interrogatorio morboso. Buscan desesperadamente diluir todos los espacios de los que han sido excluid@s y hacer desaparecer las complicidades con el tercero. Se sienten con todo el derecho de hacerlo y creen que mientras más pregunten, más tranquilidad y confianza van a lograr. El otro se deja ser interrogado, intentando aplacar su falta. Con esta dinámica no se permiten avanzar y se trae permanentemente al presente, lo que pretenden dejar en el pasado.

2Conversemos mucho: hay parejas que intentan avanzar y superar las dificultades conversando reiteradamente de lo que ocurrió y buscando responder el por qué sucedió. Con esto van generando hipótesis, reforzando los papeles de víctima y victimario, entrando en complejas teorías -que por mucho sentido que les puedan hacer- no necesariamente solucionan nada ni les permiten avanzar. Este es uno de los problemas de hablar del problema.

3Esperar el olvido: bajo la trampa de creer que perdonar y olvidar son la misma cosa, hay parejas que siguen juntas esperando olvidar y enfocando ahí el deseado perdón y mejoría de la relación. Con el tiempo y por más que lo intenten, no logran olvidar, por lo tanto se frustran y no logran llegar a perdonar y avanzar como pareja.

4Inspeccionar para confiar: la "víctima" exige tener acceso a cuentas de mail, teléfono, tarjetas de crédito y realizar una inspección permanente de todo lo que ocurre en el presente (en evidente relación con lo que ocurrió en el pasado). Esta exigencia muchas veces se justifica como necesaria para volver a confiar. También se pueden limitar y restringir las actividades individuales del que cometió la infidelidad. Es similar al "interrogatorio eterno", pero la gran diferencia es que no se remite al pasado, sino que al presente y a que uno de los miembros de la pareja se transforma en una especie de agente del FBI, tiñendo la relación de una obsesiva desconfianza.

"Hay parejas que tras revelarse o descubrirse en una infidelidad, deciden seguir juntas, pero las soluciones que intentan para estar en una relación de calidad, terminan perpetuando o aumentando los problemas."