• Comer más allá de las vedas

    por álvaro peralta / @dontinto

    De un tiempo a esta parte las vedas que se aplican a diversos productos de nuestro mar se han transformado en una constante. Porque claro, ya estamos acostumbrados a que en ciertas épocas del año no se pueden comer erizos, en otras merluza y hasta jurel. Además, en el último tiempo han aparecido vedas más permanentes como la de las machas y locos, que se extenderán hasta el 2022, con excepción de algunas áreas de manejo determinadas.

    Y más allá de los reparos que uno pueda tener, lo cierto es que podemos tomar este momento de vedas como una oportunidad para mirar los productos del mar de una manera más amplia. Y cuando digo amplia me refiero a la variedad de productos que -afortunadamente- aún tenemos disponibles para el consumo. Y por otro lado, a que de una buena vez tenemos que incorporar los pescados y mariscos de verdad a nuestra dieta. ¿A qué me refiero con el "de verdad"? A que solemos consumir estos productos en ocasiones bien concretas. Pescado frito los sábados después de ir a la feria. Machas a la parmesana cuando vamos (o más bien íbamos) a un restaurante. Erizos en el aperitivo dominical. Locos con mayonesa en la entrada de la comida de Año Nuevo. Y suma y sigue. De hecho, casi todos los productos sujetos a vedas corresponden a alimentos más de celebración, que del día. Porque, ¿cuántos de nosotros se come un plato de mariscos o pescado a mitad de semana? Pocos, muy pocos. Y si bien es cierto que conseguir buen y surtido pescado y marisco (y a precios razonables) en Santiago no es tarea fácil, podríamos tratar de comenzar a incrementar nuestro consumo y así generar una mayor demanda. En una de esas, el mercado reacciona un poco. Y por otro lado, las autoridades deberían preocuparse, además de las vedas, de tomar medidas que fomenten el consumo de estos productos. Sobre todo entre lo más pequeños, tal vez en los colegios. Porque con los mañosos y carnívoros adultos la verdad es que hay bien poco que hacer.

    Mariscal frío (Para 4 personas)


    Ingredientes

    - 1 kilo de choros maltones

    - 1 taza de vino blanco

    - 2 ajos pelados y machacados

    - 1 taza de jibia cocida, fría y picada en cubos pequeños

    - 2 picorocos cocidos, desconchados, picados y fríos

    - 2 tazas de almejas desconchadas y limpias

    - 1 taza de piures desconchados, picados y limpios

    - 1 taza de ulte picado

    - 1 cebolla morada picada en cuadros bien pequeños

    - ½ atado de cilantro picado bien fino (tallos incluidos)

    - sal y jugo de limón

    Lavar bien los choros maltones y luego ponerlos en una olla grande con los ajos. Encender el fuego y esperar un par de minutos hasta que la olla tome temperatura y agregar el vino blanco. Tapar la olla y esperar cinco minutos. Después, sacar los choros de la olla (reservar el caldo restante para otra preparación), desconcharlos y dejarlos enfriar a temperatura ambiente. A continuación, en un bowl grande poner la jibia, los picorocos, las almejas, los piures, el ulte, la cebolla y el cilantro más los choros una vez que estén fríos. Aliñar con un poco de sal y el jugo de dos o tres limones. Revolver bien y dejar reposar por unos cinco minutos. Finalmente, poner todo en un plato grande y llevar a la mesa.

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