Pamela De Vicenzi Desde Viña del Mar

Apelando a sus grandes éxitos y aprovechando la tecnología del escenario, Jamiroquai anoche dio clases de show de talla mundial en el Festival de Viña del mar.

Pese a que la transmisión televisiva recibió fuertes críticas por enfocar más los rostros del público -en especial a los famosos- que a la presentación, el monstruo gozó con el buen sonido y carisma de la agrupación formada en Londres. El número finalizó con complicaciones, porque una de sus canciones más emblemáticas, "Virtual Insanity", no fue interpretada.

La tercera jornada comenzó con un opening centrado en Stefan Kramer y sus imitaciones, video en el que participó el mismo vocalista de Europe, Joey Tempest. Luego ingresaron los animadores Rafael Araneda, en un conjunto azul turquesa y marino, y Carolina de Moras con el prometido vestido de termoplástico impreso en 3D de color negro, hecho por Matías Hernán y Diego Vilches, diseñador de ProteinLab UTEM.

Minutos antes del show de Jamiroquai, se mostró un video en que críticos y fanáticos valoraron el debut del conjunto británico en la Quinta Vergara y su importancia en la historia musical de los 90.

Con "Shake It On", el grupo encendió el despliegue de luces en el escenario y los ánimos de un monstruo más bien maduro, algo despojado de coronas de flúor.

El vocalista Jay Kay salió a escena con un chaleco multicolor en fondo blanco con flecos, guantes negros, jeans y el sombrero de puntas y luces que lo ha caracterizado en este tour "JamiroquaiLive2017". Algunos miembros del público lucieron sombreros peculiares, a la usanza del músico.

La euforia fue más potente que la baja temperatura ambiente y finalizado "Little L" hubo aplausos y silbidos. Pero eso fue sólo el principio, porque la Quinta Vergara se convirtió en una disco con "Superfresh", tema de su más reciente trabajo, "Automaton".

"Vamos a volver a 1995", dijo Jay Kay antes de continuar con "Space Cowboy". En las pantallas del escenario apareció un platillo volador, a la vez que el monstruo se relajaba y disfrutaba de los peculiares pasos de baile del cantante, como los juegos de voz.

Después de una pausa en la que recibió el respaldo del público, disminuyó un poco el ritmo y regresó a 1996 con "Alright", de su cancionero esencial y con el que hizo batir las palmas. Mientras en redes sociales seguían preguntando si Jay Kay estaba acalorado y debía sacarse el chaleco, hizo mover a una Quinta de pie con "Cloud 9".

En un ensayado español, el músico y líder dijo "muchas gracias" a los asistentes, antes de retornar a sus clásicos con "Cosmic Girl" y continuar con la fiesta. Los abanicos del canal organizador entregados al público fueron de ayuda para capear el calor del baile. Lo mismo en "Give Hate a Chance" y "Travelling Without Moving".

En este último tema, el solo de bajo de Paul Turner fue alabado por el monstruo y los fanáticos en redes sociales. Incluso evocaron a ex baluartes de Jamiroquai como Stuart Zender y el fallecido Toby Smith.

En medio de las quejas por mostrar en la televisión al público de primera fila y no el despliegue de la banda, en la Quinta Vergara persistía la fiesta con "Runaway".

Apenas los animadores colocaron un pie en el escenario, el monstruo exigió la gaviota de plata, que fue entregada sin mayor trámite. Pocos minutos después, tras intentar hablar en español, Jay Kay ya tenía en su poder la de oro.

Con "Deeper Underground" y sin la presencia de "Virtual Insanity", Jamiroquai se despidió de un público inconforme, como si la disco hubiera anunciado su cierre antes de lo esperado.

el británico no cantó una de sus más famosas canciones, "Virtual insanity".

molestia por tv El público que veía el Festival por TV alegó contra el director Alex Hernández por no mostrar a Jamiroquai.

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En la previa, el imitador nacional Stefan Kramer tenía la dificil tarea de convencer al público de la Quinta Vergara que olvidaran el tremendo show de Jamiroquai mientras él hiciera su rutina.

Pero eso quedó de lado cuando el video de introducción del artista se mostró en las pantallas de la Quinta. Imitando a Sebastian Piñera, quien en un helicoptero dejó a Kramer en Viña del Mar, quien se tiró desde las alturas porque el presidente electo le cobró el viaje.

Y de a poco fue enganchando con el público. La actuación de Jamiroquai ya era cosa del pasado. Beatriz Sánchez, Sergio Lagos, el actor Fernando Farías, Don Francisco y hasta Luis Jara fueron algunos de los artistas con los que comenzó a ganarse al público.

Pero Kramer no estaba sólo sobre el escenario. El imitador contó con varios bailarines que lo acompañaban en algunas partes de la rutina. Todos vestidos igual que el humorista. Camisa negra y pantalon gris, además de maquillados como el mismo comediante.