por katherine salosny / @kathysalosny

Si hay una noticia que nos puso a todos contentos fue enterarnos ayer en la mañana de que los 12 niños y su entrenador de fútbol fueron rescatados con vida después de 18 días de estar atrapados en una cueva perdidos en la oscuridad. El milagro de tenerlos a todos con vida de vuelta es una maravilla. Pero también lo es la forma en que un país mancomunado con especialistas trabajaron para conseguirlo.

Muchos señalan también que no es menor que el profesor haya sido una persona espiritual y budista y que haya ayudado con parte de su cultura a la "tranquilidad" de la espera. También se ha destacado en estos días el sentido de comunidad y espiritual para enfrentar la tragedia que tiene la cultura tailandesa.

Pero algo que me llamó sobre todo la atención fue el tratamiento de y con la prensa. Y es que no la vimos en primera fila, sino que a una distancia suficiente para no intervenir el proceso de rescate. No se mostraron imágenes de los niños y su entrenador, ni de ninguna autoridad hablando durante el proceso de espera y rescate. Sólo hablaba el vocero. Cuando los niños fueron rescatados se trasladaron desde un lugar al helicóptero protegidos por toldos o paraguas para salvaguardar su imagen.

Tampoco nadie se quejó de no tener información fidedigna de lo que estuviera pasando. Me llamó la atención el respeto por el proceso de las víctimas y sus familias sin transformarlos en un show televisivo, lo que nadie objetó, porque se trataba de vidas humanas y sus familias que había que proteger, antes que todo. Desde mi mirada unas medidas de protección con la delicadeza necesaria para los afectados.

Imposible no hacer la analogía con parte de la tragedia que vivieron nuestros 33 mineros. Vi un mensaje de aliento que les envió Mario Sepúlveda a los niños para que mantuvieran la fe en la espera y pensé en la corta memoria que tenemos como chilenos. Me pregunté que será de cada uno de ellos después de vivir el trauma que vivieron. También el mal manejo, como que recién después de cuatro años de su rescate, todos lograron una pensión de por vida, un poco más alta que la mínima.

José Ojeda, el minero que escribió con lápiz rojo la frase que no olvidaremos jamás "estamos bien en el refugio los 33", la que fue enviada en la sonda que llegó en la exploración para salvarlos, ha vivido constantes episodios de angustia y ha tenido que internarse en varias oportunidades. La última, según leí en la prensa, fue el año pasado en agosto. Este año en marzo demandó al Estado por mal uso del papel escrito por él de parte del Gobierno.

Nos acercamos a la fecha que se inició esa tragedia, el próximo 5 de agosto, y hace 8 años en que aún la mayoría reviven los síntomas del trauma de haber permanecido 70 días bajo tierra.

Me pregunto si hubiésemos tenido más cuidados con los mineros serían tan dramáticas sus vidas hoy.

Natividad Espinoza R.

Las vitaminas son indispensables para el buen funcionamiento del organismo, tanto de los humanos como de otras especies. Y por supuesto, nuestro cuerpo no es el único que presenta síntomas cuando hay déficit de alguna de estas sustancias. ¿Cómo saber si nuestro perro está falto de vitaminas?

El veterinario de Drag Pharma, Diego Pincheira, dijo que el mayor síntoma de falta de vitamina A son los pelones. "La caída del pelaje, áreas peladas, pelaje áspero, duro y opaco en muchos casos se debe a carencia de vitamina A, fundamental para la formación y mantenimiento de piel y pelaje. Esta manifestación ocurre en razas como Cocker Spaniel, que a menudo presentan pelaje grasoso, opaco y alopecia", aseguró.

En cuanto al déficit de vitamina B -en particular B12- el profesional sostuvo que se deja ver a través del letargo. Es decir, un cansancio y somnolencia prolongados. "Este síntoma es más frecuente en razas como Beagle, Border Collie y Schnauzer Gigante, debido a que su intestino presenta dificultad para absorber esta sustancia esencial para el funcionamiento del sistema nervioso", afirmó el experto.

Por su parte, la veterinaria de Royal Canin, Carolina Figueroa, afirmó que tanto la falta de vitamina C como la carencia de vitamina E se pueden detectar a través de una baja inmunidad, ya que "la deficiencia de estas sustancias puede predisponer que las mascotas enfermen más seguido", comentó.

Cuando el problema es la escasez de vitamina D, los canes pueden presentar patas arqueadas y/o dificultad para saltar. Así lo explicó Pincheira, quien especificó que la malformación de sus extremidades suelen darse en cachorros y pueden deberse a un déficit de calcio o a la carencia de esta vitamina, que hace posible la absorción del elemento. Según Pincheira, es común en el Mastín, el Gran Danés y el Dogo Argentino.

Sobre la dificultad para saltar, Pincheira aseguró que se debe a un problema en la musculatura generado por las mismas carencias que las patas arqueadas.

Figueroa agregó que la deficiencia de vitamina K genera problemas de coagulación, por lo que los canes pueden ser propensos a hematomas.

¿qué hacer?

"Siempre que estemos frente a un déficit de vitaminas debemos partir analizando la alimentación que está recibiendo la mascota, y si ésta no es la apropiada se debe cambiar a un alimento adaptado para sus necesidades, considerando tamaño, estilo de vida o raza", afirmó Figueroa.

También pueden ser de gran ayuda los suplementos alimenticios , aunque antes de empezar a darles algo es mejor consultar con un especialista.

¿y los gatos? De acuerdo a Figueroa, sus síntomas son similares a los de los canes.