Natividad Espinoza R.

Ya no hay que ir a Argentina o Uruguay para ver gente tomando mate en plazas y parques. De un tiempo a esta parte, esta infusión ha traspasado fronteras, volviéndose popular también en Chile.

Incluso hay quienes han dejado de lado el café para emprender una relación monógama con esta -también amarga- bebida. Pero, ¿qué la hace tan atractiva? ¿Qué beneficios aporta a la salud?

Al igual que otras infusiones, el mate contiene xantinas (cafeína, teobromina, teofilina), que son compuestos bioactivos que estimulan el sistema nervioso central y promueven la actividad mental, además de aumentar los niveles de energía y concentración.

Así lo confirmó a hoyxhoy la nutricionista Sofía Álvarez, quien además contó que la yerba mate es rica en antioxidantes, además de fuente de vitaminas y minerales. "Al poseer una alta concentración de polifenoles, que protegen del daño celular, el mate es un potente antioxidante. Asimismo, contiene minerales como potasio y magnesio, al igual que vitaminas del grupo B".

Para sacar provecho de los beneficios de esta infusión se aconseja su consumo constante y de acuerdo al administrador gastronómico de Inacap, Pablo González, éste no tiene que ser necesariamente a modo de bebida. De hecho, la yerba mate se puede incorporar a diversas preparaciones, sólo es cosa de usar la imaginación.

Según el experto, existen incluso algunas recetas con mate que son típicas en Argentina, como es el caso de la ya tradicional torta de mate. "Pero eso es sólo la punta del iceberg, puesto que en la actualidad se hacen cupcakes, mermeladas y hasta helados preparados con la yerba".

sofía álvarez, nutricionista"

"Al poseer una alta concentración de polifenoles, que protegen el daño celular, el mate es un potente antioxidante.

por pablo gonzález

por álvaro peralta / @dontinto

Corrían los tiempos en que no todo el mundo tenía teléfono celular cuando un futuro entrevistado me dejó un recado que decía: "llámeme a mi casa cualquier día de la semana a la hora del puchero y ahí estaré para que conversemos". Una compañera de trabajo me preguntó si sabía cuál era esa hora. Y aunque el dicho era ya anticuado por esos años era de fácil respuesta: la hora del puchero para los más antiguos solía asociarse a la hora de almuerzo. Así que siguiendo esas instrucciones llamé a este señor a su casa un día a eso de las dos de la tarde y lo encontré. ¿De dónde vendrá esto de decirle puchero al almuerzo? Difícil saberlo, aunque lo más probable es que se asocie a este plato del recetario clásico nacional y Latinoamericano, que por su contundencia no suele -o solía- dejarse para la noche porque podía asegurarle a algunos un mal dormir. En países como Chile y Argentina se suele presentar al puchero con el apellido de "español", porque lo cierto es que esta receta se asemeja bastante al tradicional cocido español, aunque por estos lados lleva más carne. Ahora bien, se comenta también que, algo así como el padre del puchero, no es originario español si no que habría llegado a la península Ibérica de la mano de los judíos sefardíes hace muchos siglos.

Como sea, nuestro puchero es un heredero de todas esas influencias, viajes e ingredientes (muchos originarios de América) que se han ido agregando a lo largo de los años. Y aunque cada vez cuesta más pillarlo en restaurantes, nunca viene mal para prepararlo en casa. Más aún en días tan fríos como los que venimos teniendo. Por lo mismo, acá va una receta ad-hoc.

Ingredientes (Para 4 personas)