• Aprenda a ahorrar tiempo y dinero con el método del batch cooking

    Si se planifica un menú semanal con alimentos que puedan combinarse entre sí, es posible cocinar cada siete días.

    Natividad Espinoza R.

    Cocinar sólo una vez a la semana y comer variado es posible. Y no sólo eso: al mismo tiempo se puede cuidar el bolsillo y el medio ambiente. ¿Cómo? Una de las alternativas es aplicar el método batch cooking, que se suele traducir como "cocinar por bloques".

    La nutricionista Nazira Docmac (@nutricionista_vegana_chile en Instagram) explicó a hoyxhoy los pasos a seguir cada siete días para manejar bien esta tendencia.

    1Hacer un inventario de lo que se tiene: Antes de cualquier otra cosa es fundamental mirar y anotar todo lo que hay en la despensa y en el refrigerador, para tener una idea de las posibilidades.

    2Crear una lista e ir de compras: Mirando el inventario pensar en un menú semanal que no requiera la compra de mucho más. La idea es usar lo que se tiene y sólo añadir algunas cosas. La mayoría de los ingredientes del menú semanal deben poder combinarse y una buena forma de lograrlo es mediante una base con distintos tipos de alimentos: elegir un tipo de legumbre, uno o dos cereales, un grupo de verduras y un grupo de frutas. También se puede incluir una carne. Luego, es momento de hacer la compra.

    3Pre batch cooking: El día anterior al que se va a cocinar se puede avanzar un poco con lo que toma más tiempo, como remojar legumbres o activar semillas. Así, todo queda listo para llegar y cocinar el día deseado.

    4A cocinar: Como una de las gracias de este método es dar distintos usos a todo lo que se cocina es bueno optar por preparaciones que al principio sean neutras, para luego irlas porcionando y destinando a distintas cosas. Por ejemplo, dijo Docmac, "se pueden preparar muchos garbanzos, pero cocidos sólo en agua. Una vez listos se pueden dividir en porciones y usar una para hacer un hummus, otra para un guiso y otra se puede dejar tal cual para ensaladas". En este punto es importante señalar que como además de ahorrar tiempo el batch cooking busca ahorrar dinero y ser amigable con el medio ambiente, hay que cocinar todo a la vez. En un quemador de la cocina se puede tener una olla con legumbres, otra con cereales y otra con verduras. Mejor todavía si también hay algo en el horno, que puede ser un budín, galletas, un brownie, etc.

    5Porcionar y guardar: Ya con todas las preparaciones listas es momento de porcionar y guardar. Lo mejor es hacerlo en potes de vidrio con tapa (herméticos) porque son seguros para guardar en el refrigerador y en el congelador. Lo que se piense comer más hacia el fin de la semana es mejor congelarlo.

    Ideas para combinar

    El administrador gastronómico de Inacap, Alejandro Ramírez, dijo que un grupo de alimentos que funciona bien en el batch cooking es: lentejas, arroz, pollo, pimentón, cebolla, zanahoria y papas. Y dio una segunda alternativa: garbanzos, quínoa, zapallo italiano, tomate, espinacas, huevo y carne molida.

    "Se pueden cocer garbanzos en agua, luego porcionar y usar para hummus, un guiso y una ensalada.

    nazira docmac, nutricionista"

    Tips para hacerlo mejor

    -Usar siempre recipientes transparentes, de modo que se pueda ver lo que se tiene en la cocina.

    -Tener una despensa ordenada, igual que el refrigerador.

    -Cuando hay más tiempo para cocinar se puede hacer batch cooking para menos días o menor cantidad de comidas diarias. Es un método muy flexible.

  • Algo más que pan y cebolla

    por álvaro peralta / @dontinto

    Se comenta que el dicho "contigo pan y cebolla" vendría de los tiempos de la Edad Media cuando la dieta de los más pobres de la sociedad se veía altamente compuesta por estos dos alimentos más el ajo, el que incluso los delataba y diferenciaba de otros individuos más privilegiados. Con el tiempo este dicho tomó un tono más romántico, que es el que todos conocemos hoy y que tiene que ver con que -al encontrar la pareja ideal- una persona necesitaría poco más en la vida para ser completamente feliz. Es decir, ahí aplicaría el "contigo pan y cebolla" como anillo al dedo.

    Como sea, pareciera que en muchos restaurantes santiaguinos durante años se acostumbró a leer de manera más bien literal esta frase a la hora de preparar la famosa, tradicional y sabrosa sopa de cebolla. Esto, porque a juzgar por varios ejemplares que me tocó probar en diversos puntos de la ciudad, me quedó la impresión que usaban efectivamente pan y cebolla para prepararla. Pero de mantequilla, buen caldo y buen queso poco y nada. Y lo peor, tampoco se veía -o mejor dicho saboreaba- mucha técnica ni esmero en su preparación. Si me apuran, más que descuido lo que pasaba es que la tentación de preparar un platillo con tan modestos ingredientes y luego cobrar caro era algo demasiado grande. Pero mejor no seguir con eso. Bastante mal lo está pasando el gremio gastronómico en estos momentos como para entrar a discutir este tipo de problemáticas. Por lo mismo, lo que sí se me ocurre hacer es presentarles una receta de sopa de cebolla (hay tantas como personas dispuestas a prepararla) que lleva un par de ingredientes más, pero que al mismo tiempo es bien flexible, algo muy necesario en las cocinas y despensas durante la cuarentena. Además, con una buena copa de tinto calienta el cuerpo y el alma de cualquier cristiano.

  • Sopa de cebolla


    (para cuatro personas)

    -8 cebollas

    -1 litro de caldo de pollo, bien colado y desgrasado (se puede reemplazar por agua)

    -1 taza de coñac (si no tienen usen vino blanco)

    -100 gr de mantequilla

    -1 cucharadita de azúcar

    -sal, pimienta y aceite de oliva

    -1 baguette (o el pan que tengan a mano)

    -200 gr de algún buen queso para rallar (parmesano, emmental o lo que pillen)

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