Jorge Reyes Patuelli

Casemiro fue el gran salvador de la selección brasileña. El mediocampista del Manchester United salió al rescate de su equipo, al conectar un disparo con el empeine y mandar a Brasil a octavos de final del Mundial en el triunfo 1-0 ante Suiza.

Tite respira tranquilo. Pese a no tener a Neymar, su máxima figura -quien se está recuperando de una lesión en el tobillo que lo dejó, al menos, fuera de toda la fase de grupos-, Brasil supo sacar la tarea adelante. Pero no fue fácil. Su equipo sigue con problemas de creación de juego y de conexión con el ataque, dejando atrás las grandes demostraciones de fútbol que acostumbró a mostrar en las Copas del Mundo.

Es que a la "Canarinha" le está costando mucho abrir los partidos. Toca y Toca, pero sufre para descolocar a la defensa rival, que, en el papel, salen incluso desde antes que comience el partido a esperar a Brasil con líneas pobladas en el fondo. Tal como pasó con Serbia y ayer con Suiza. Sin embargo, ayer, los suizos no renunciaron al toque de balón, intentando disputar la posesión y controlando el partido en varios minutos.

Brasil extrañó a su máxima figura. La magia de Neymar quedó de lado, por lo que Raphinha tuvo que asumir el protagonismo, obligando a que el equipo atacara más por las bandas que centralizando en el atacante del Paris Saint-Germain. Igualmente, de Raphinha se vio la mayor cuota de agresividad en el ataque, primero con un centro para que Vinícus fallara un gol en el área, y varios desbordes que terminaban siendo controlados por la defensa suiza. Si bien no era preciso, al menos era el más incisivo.

Los pentacampeones del mundo empezaron a avisar. "Tite" hizo ingresar a Rodrygo por Paquetá, y le funcionó de inmediato. El jugador del Real Madrid se conectó con Casemiro y Vinícius, quien dribleó entre la defensa y tras un amago definió ante el arquero suizo. Pero la alegría fue efímera, ya que el VAR cobró un fuera de juego de Richarlison en la construcción de la jugada.

El partido finalizaba y apareció Casemiro. El volante combinó con Rodrygo en la frontal y sacó un disparo seco, que, tras tocar ligeramente en un defensor suizo, se alejó hasta meterse junto al palo. No le hizo falta más a Brasil, que aseguró su segunda victoria del torneo y ya está en octavos de final.

Terminado el compromiso, el defensor central brasileño, Éder Militao, valoró el duelo de Rodrygo, quien según él, fue fundamental. "Es muy completo técnicamente y nos ayuda mucho", dijo. "La primera parte fue muy difícil, taparon muy bien todas las líneas de pase y así es complicado. En la segunda mitad pudimos mover más rápido la pelota y aparecieron los espacios hasta que llegó el gol de Casemiro", agregó.

En tanto, el volante que debutó ayer en una Copa del Mundo, Bruno Guimaraes, sólo tuvo elogios para el tanto de Casemiro. "Era muy importante marcar ese gol porque nos calmó los nervios. Ahora estamos más tranquilos, ya clasificados. La verdad es que Casemiro marcó un golazo, un gol muy lindo. Es un gran jugador. Estamos muy felices por estar ya clasificados. Hemos conseguido el primer objetivo, ahora hay que buscar el primer lugar", añadió el jugador del Newcastle United.

"La primera parte fue muy difícil, taparon muy bien todas las líneas de pase y fue complicado.

éder militao, defensor brasileño"

puntaje perfecto Brasil ha ganado los dos compromisos disputados por esta Copa del Mundo.

neymar todavía se está recuperando de su lesión y no fue parte del partido de ayer.

En una guerra de goles, Camerún y Serbia empataron 3-3 a tres por el Grupo G de la Copa del Mundo.

Camerún creyó en la victoria desde el inicio, pero dos minutos fatídicos echaron por tierra su trabajo previo en la primera mitad, Kunde puso el centro desde el córner izquierdo, N'Koulou la peinó en el primer palo y el central, Jean-Charles Castelletto, remató solo en el segundo palo para convertir su primer gol con Camerún a los 29'.

Se jugaban los últimos minutos del primer tiempo. Tadic centró al corazón del área, fallo en la marca de Camerún y Strahinja Pavlovic remató sin oposición. Un tanto que hizo daño en la moral de los africanos, la cual Sergej Milinkovic-Savic se encargó de hundir un poco más dos minutos después.

Un golpe del que Camerún parecía no poder levantarse, y más tras el 1-3 de Mitrovic comenzando la segunda mitad, en una jugada en la que Serbia encontró a tres jugadores libres dentro del área rival.

Pero Vincent Aboubakar ingresó inspirado. Once minutos tardó en marcar y dar una asistencia para igualar el partido. Ante la velocidad de Camerún, el actual delantero del Al-Nassr saudí puso la calma y firmó uno de los grandes goles del torneo. Amagó que iba a disparar al arquero, quien tirando en el suelo, no pudo evitar el globito.

Como Serbia al filo del descanso, Camerún no perdonó cuando tuvo su oportunidad. Aboubakar rompió al espacio y Choupo-Moting, en el segundo palo, cerró la igualdad.