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Cambio de hora: cómo afecta a las mascotas y de qué manera ayudarlos a sobrellevar los ajustes
La modificación horaria, programada para este sábado, puede complicar la salud física y mental de perros y gatos.
Ignacio Arriagada M.
El cambio de horario de verano a invierno, que se concretará a medianoche del sábado, impactará a las personas, pero también a las mascotas. Gatos y perros, al igual que los seres humanos, poseen un reloj biológico regido por los ritmos circadianos, los cuales controlan funciones esenciales como el sueño, metabolismo, actividad hormonal y comportamiento. Una variación de estos factores podría conducir a afectaciones negativas para el animal.
"Estos ritmos (circadianos) están influenciados principalmente por factores ambientales como la luz solar y las rutinas establecidas en el hogar. Por ello, cuando se producen modificaciones en los horarios, las mascotas pueden experimentar desajustes fisiológicos y conductuales", explica a este medio Nicolás Escobar, médico veterinario y director de la carrera de medicina veterinaria en la Universidad de Las Américas (UDLA), sede Viña del Mar.
Es un hecho que la variación de la hora perjudica a felinos y a canes, pero, ¿cuál de ellos lo padece más?
"Los perros, ya que son especialmente sensibles a las alteraciones en sus rutinas, como los horarios de paseos, alimentación y juegos. Aquellos que padecen ansiedad por separación o presentan comportamientos de apego excesivo son los que pueden verse más afectados. En el caso de los gatos, aunque son más independientes, también pueden experimentar alteraciones si sus actividades diarias dependen en gran medida de la interacción con sus tutores", responde el especialista.
Ahora bien, respecto a los animales de mayor edad, señala Escobar, "suelen enfrentar mayores dificultades de adaptación tras el cambio de hora, ya que sus ajustes circadianos son más lentos".
Señales y prevención
Los perros y gatos pueden manifestar señales a sus dueños de que están experimentando los efectos de la modificación horaria. Conocerlos e identificarlos es trascendental para ayudarlos a alcanzar una transición más tranquila.
Algunas de ellas, puntualiza el médico veterinario, son:
-Alteraciones del apetito: pueden mostrar falta de interés en la comida o, por el contrario, mayor ansiedad por alimentarse.
-Inquietud o somnolencia: cambios en los niveles de energía, con periodos prolongados de sueño o hiperactividad.
-Ansiedad o comportamientos destructivos: pueden manifestar nerviosismo, morder objetos o buscar atención excesiva.
-Ladridos o maullidos excesivos: expresiones de incomodidad o estrés.
-Modificación del sueño: dificultad para conciliar el sueño o despertar frecuentemente durante la noche.
Para que los dueños contribuyan a facilitarle la adaptación a la variación del horario a sus animales domésticos, el médico veterinario recomienda adoptar las siguientes recomendaciones:
-Ajustes progresivos: modifica los horarios de alimentación, paseos y actividades en incrementos de 10 a 15 minutos por día, anticipándose al cambio de hora. Esto ayuda a que el ajuste sea más gradual y menos estresante.
-Mantener la actividad física y mental: el ejercicio es clave para reducir el estrés y regular los niveles de energía. Juegos de olfato, juguetes interactivos o sesiones de entrenamiento son excelentes opciones para mantener a la mascota activa.
-Proporcionar un ambiente adecuado: asegurarse de que tengan un espacio tranquilo y confortable para descansar. Evita ruidos fuertes o cambios abruptos en su entorno.
-Refuerzo positivo: utilizar caricias y premios para reforzar comportamientos tranquilos y adaptativos. Esto brinda seguridad y reduce la ansiedad.
-Controlar la temperatura: con el cambio de estación, es fundamental proteger a las mascotas de las bajas temperaturas. Se recomienda proveer mantas, camas acolchadas y mantener una temperatura adecuada en el hogar.
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Hallan el gen responsable del pelaje naranjo de los gatos
Investigadores han resuelto un enigma que lleva décadas intrigando a la ciencia.
Identificar el motivo del color anaranjado del pelaje de algunos gatos ha sido un verdadero enigma para la comunidad científica mundial. Esa limitación motivó a investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, a resolver el misterio y a hallar información concreta.
Para eso, los especialistas analizaron una base de datos de 188 gatos, 145 naranjos y 43 no naranjos. Los resultados demostraron que las células de la piel de los mininos de tal color expresan 13 veces más ARN del gen Arhgap36 que las de otros.
Este cambio genético, detallan los autores del trabajo, afecta la producción de pigmentos, desplazando la eumelanina, que es el color oscuro, hacia la feomelanina, que da lugar al tono rojizo.
Nadie esperaba que el gen Arhgap36 pudiera afectar a la coloración del pelo, puesto que es habitual que esté involucrado en varios aspectos del desarrollo embrionario.
"Las mutaciones significativas en este gen suelen ser letales, pero en este caso, la deleción solo afecta a su función en las células pigmentarias", explican los autores.
Otro hallazgo fascinante fue que el gen responsable de la coloración se encuentra en el cromosoma X, lo que explica por qué el color naranja aparece de forma tan diferente entre los sexos.
Según los expertos estadounidenses, los machos, al tener solo un cromosoma X, serán completamente naranjas si heredan la variante, mientras que las hembras, con dos cromosomas X, pueden desarrollar patrones más variados.