• Científicos crean paracetamol a partir de residuos plásticos usando bacterias modificadas

    Equipo escocés utilizó la Escherichia coli para un proceso de fermentación similar al empleado con la cerveza.

    Agencia EFE

    Un equipo de científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia) ha desarrollado una técnica pionera para convertir residuos plásticos en paracetamol utilizando bacterias modificadas genéticamente.

    El avance, publicado la jornada de ayer en la revista Nature Chemistry, podría revolucionar tanto la gestión de desechos como la producción sostenible de medicamentos.

    La investigación demuestra que la bacteria Escherichia coli (E. coli), comúnmente utilizada en biotecnología, puede transformar ácido tereftálico -una molécula derivada de botellas de plástico hechas con tereftalato de polietileno o PET-, presente en botellas y envases, en el ingrediente activo del popular analgésico y antipirético.

    Mediante un proceso de fermentación similar al de la cerveza, los investigadores lograron completar la conversión en menos de 24 horas, con una eficiencia del 90%, que llegó al 92% en condiciones optimizadas.

    El procedimiento se realiza a temperatura ambiente y genera mínimas emisiones de carbono, a diferencia del método industrial habitual, que depende del petróleo y contribuye significativamente al cambio climático.

    "Este trabajo demuestra que el plástico PET no es solo un residuo ni un material destinado a volverse más plástico: los microorganismos pueden transformarlo en productos valiosos, incluidos medicamentos", explicó Stephen Wallace, autor principal del estudio y profesor de biotecnología química en la Universidad de Edimburgo.

    Cifras y método

    Cada año se generan más de 350 millones de toneladas de residuos plásticos, gran parte procedente del PET, como botellas de agua y envases de alimentos.

    Aunque existen métodos de reciclaje mecánico y químico, muchos producen nuevos plásticos o materiales de bajo valor, con costos energéticos y ambientales elevados.

    Este nuevo enfoque representa un salto hacia el 'suprarreciclaje' químico: convierte residuos en compuestos farmacéuticos, con menor huella de carbono y mayor valor añadido.

    El equipo empleó una reacción química conocida como "reordenamiento de Lossen", que hasta ahora no se había inducido en células vivas.

    La enzima responsable fue activada mediante compuestos presentes de forma natural en el interior de las bacterias.

    La investigación fue financiada, detalla la publicación, por la agencia británica EPSRC y la conocida farmacéutica AstraZeneca, con apoyo de Edinburgh Innovations, el centro de transferencia tecnológica de la citada universidad.

    Aunque la técnica aún no está lista para su aplicación a escala industrial, los investigadores creen que marca el inicio de una nueva era en la producción de fármacos sostenibles. El método podría adaptarse a otros residuos plásticos y a la síntesis de diversos medicamentos, apuntan.

    "Este trabajo demuestra que el plástico PET no es solo un residuo ni un material destinado a volverse más plástico.

    stephen wallace, investigador"

    350 millones de toneladas de residuos plásticos se generan anualmente en el mundo.

  • Hallan biomarcadores que predicen qué pacientes no van a responder a la quimioterapia

    El método permitiría evitar los efectos secundarios del tratamiento oncológico.

    Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España han descubierto biomarcadores que predicen qué pacientes no van a responder a la quimioterapia y han creado una empresa para validar la tecnología en un entorno hospitalario.

    Los investigadores han explicado que han desarrollado un test genómico que permite que tres quimioterapias estándar se usen de forma dirigida, en pacientes que se sabe que pueden responder a ellas; el test puede aplicarse a diferentes tipos de cáncer y los primeros resultados apuntan que podrían beneficiar a miles de pacientes.

    El método se basa en el hecho de que muchos tumores acumulan alteraciones o cambios en el número de cromosomas de sus células, y una consecuencia, explicó Laura Madrid, es que las células cancerosas no tienen la cantidad de material genético adecuado.

    Estas alteraciones son diferentes en cada tumor, de forma que su conjunto conforma un patrón característico, una 'firma de inestabilidad cromosómica', y el estudio desarrolla biomarcadores basados en esas firmas que permite detectar qué pacientes van a ser resistentes a esos tratamientos para poder elegir otros alternativos y más eficaces.

    El uso preciso de la quimioterapia beneficia no solo a los pacientes, sino al sistema en su conjunto, ya que al reducir el gasto en terapias ineficaces, y en tratar complicaciones relacionadas con los efectos secundarios de la terapia, disminuye el gasto sanitario.

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