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Estudian los 500 años de invasión de insectos en Chile y su impacto agrícola y forestal
Trabajo académico profundiza cómo el ingreso de nuevas especies al ecosistema puede provocar desequilibrios que afectan su desarrollo junto a la economía. Por esto, históricamente incluso se ha invertido en traer depredadores naturales para controlar plagas.
V.B.V.
Desde la colonización española a Chile, hace más de 500 años, casi 600 especies de insectos provenientes del exterior se han establecido en Chile, producto del intercambio comercial de distintas variedades de plantas y animales domésticos, aseguró un estudio realizado por las universidades Católica (UC), de Talca y Austral (UACh), junto al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Pese a que el fenómeno data desde antes de la fundación del país, a partir de 1950 este número de insectos invasores se incrementó drásticamente a causa de la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento agrícola y el aumento del tráfico aéreo y la migración, señalaron los investigadores, en busca de entender patrones históricos para diseñar medidas que contribuyan a mitigar los efectos de estas especies foráneas en el ecosistema local.
El trabajo académico reveló que más del 50% de los insectos no nativos de Chile provienen de la región Paleártica, es decir, Europa, Asia del Norte y África.
Del total, el 40% pertenece a la orden Hemiptera (chinches y pulgones); mientras las órdenes Coleoptera (escarabajos) e Hymenoptera (abejas, avispas y hormigas) contribuyen con un 20% cada una.
El académico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UTalca e investigador de este estudio, Eduardo Fuentes Contreras, explicó que para llegar a estos datos los científicos analizaron el origen biogeográfico y los impactos de estas especies.
Polillas
Diversas industrias han sido históricamente afectadas por la llegada de insectos invasores, especialmente la actividad agrícola y silvícola: esta última se refiere al manejo y cultivo de bosques.
"Uno de los ejemplos más relevantes son los pulgones de los cereales, que llegaron a Chile entre los años 60 y 70, que provocaron daños importantes en toda la producción de trigo o avena. La solución para enfrentarlos fue justamente ir a su lugar de origen e importar sus enemigos naturales, los que actúan como controladores biológicos", explicó el investigador.
Otro grupo de plagas que ha tenido un profundo impacto en el territorio, especialmente en la actividad frutícola en la zona central de Chile, son las polillas.
Fuentes señaló que primero llegó la polilla de la manzana, en 1890, que es una de la más importantes en algunos lugares del mundo. Luego, entre los años 60 y 70, arribó la Polilla oriental de la fruta, que ataca a los frutales de carozo, como damascos, cerezas, ciruelas y duraznos y, finalmente, en 2008, fue introducida en Chile la Polilla europea del racimo de la vid, que genera daños en las viñas y la industria vitivinícola.
En el caso de la industria forestal, el académico destacó el pino radiata y el eucalipto, ambas especies provenientes de Norteamérica y Australia, respectivamente. "Estos insectos atacan el follaje y la madera, entre ellos destaca la polilla del brote del pino ha causado importantes pérdidas".
Mientras que, en la apicultura, enfrentan desde 1968 a la Avispa de chaqueta amarilla, que afecta a las colmenas de abejas y la producción de miel.
Esta especie también ha perjudicado a la industria del turismo por su presencia en zonas de camping. A esto se añade su peligrosidad cuando forman colmenas en techos y corredores de las casas, pudiendo picar a alguna persona o animal doméstico.
El biológo indicó que "se estima que, anualmente, las industrias agrícola y forestal registran entre un 10% y 25% en pérdidas a causa de plagas invasoras".
Cambio climático
La sequía, el aumento de la temperatura global y la desertificación por el cambio climático han influido en el cambio de la configuración de los ecosistemas y, por tanto, en el incremento de la llegada de estos insectos invasores.
"El cambio climático genera modificaciones en los rangos de distribución de las especies y el aumento de plagas en nuevas regiones geográficas. Los insectos que son de una determinada área se van a ir desplazando junto a las plantas", explicó el académico.
Frente a los daños que genera la introducción de especies, el investigador indicó que lo fundamental es la prevención, a fin de evitar, mitigar o retrasar el ingreso de estas especies al país, por eso es relevante el trabajo del SAG al "reforzar las campañas de comunicación para que las personas no traigan material de origen vegetal o animal desde el exterior", porque puede contener larvas.
Los autores del estudio, disponible gratis (en inglés) en la revista NeoBiota bit.ly/4oFakwk, señalaron además que "en muchos casos, es difícil determinar el origen, la vía y la fecha de la introducción" de seres vivos porque "muchas especies de plagas no nativas aún no se reportan".
La mosca de la fruta
En zonas agrícolas como la Región de O'Higgins es común ver entre los árboles "casitas" plásticas, similares a bebederos de pájaros, que en realidad son trampas para alertar la eventual presencia de la mosca de la fruta, ya que Chile "es el único país en América considerado libre" del insecto, indica el SAG, en referencia a una de las plagas "más dañinas del mundo".
entre 10% y 25% de pérdidas en las industrias agrícola y forestal generan las especies invasoras.
2008 llegó a Chile la Polilla europea de la vid, que afecta las plantaciones de uva.