Leo Riquelme

Las autoridades del estado de Sao Paulo, uno de los más importantes de Brasil, recibieron ayer el primer lote de 120 mil vacunas contra el coronavirus producido por el laboratorio chino Sinovac, que está en su etapa final de ensayos clínicos, por lo que no se puede aplicar aún masivamente porque no cuenta con los permisos.

La partida es parte de las 46 millones de inyecciones comprometidas entre la compañía y el gobernador Joao Doria, que inoculará a toda la población estadual, sostén de la economía del país.

"Estamos aquí para recibir la carga que ayuda a salvar la vida de miles de brasileños", dijo Doria a los medios en el aeropuerto internacional de Guarulhos, al que llegó el avión con el medicamento.

La decisión del gobernador ha provocado la indignación del presidente Jair Bolsonaro, que critica que se tomen este tipo de medidas sin el alero ministerial. Además, Doria es su rival político.

En el plano científico, Sinovac publicó esta semana en la revista The Lancet los primeros resultados de sus estudios clínicos. En ella reportó que generó respuesta inmune en un 97% de los que recibieron el ensayo cuando se cumplían 28 días de la inoculación.

Chile también comenzará ahora a ser parte de la investigación del laboratorio, que en el caso local estará a cargo de la Universidad Católica.

Otra vacuna que ya está siendo probada en Chile es la que desarrollan la Universidad de Oxford y AstraZeneca. El consorcio publicó también en The Lancet ayer los resultados de sus investigaciones, indicando que es segura para los adultos mayores sanos y provoca una respuesta inmune.

"(Obtuvo) prometedores resultados preliminares (...) similares en seguridad e inmunogenicidad en los adultos sanos de más edad que en los de entre 18 y 55 años", reportó.

la u. de oxford publicó, en tanto, que su vacuna tuvo prometedores resultados en adultos mayores.