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Lo que importa sobre los videos viralizados
Esta semana, una vez más, las redes sociales nos sorprendieron con un nuevo video que se viralizo rápidamente en Facebook y Twitter. Inmediatamente nos recordó lo ocurrido el 27 de agosto del año 2007 con el "wena...", uno de los primeros difundidos en la era digital chilena junto al video del profesor Rossa. Ambos marcaron el inicio de este submundo virtual donde, en cuestión de minutos, un video se transforma en tendencia y en lo más comentado del día.
Los 22 millones de smartphones en Chile permiten que la difusión sea mucho más rápida y completamente transversal, ya que llega a todo tipo de público. En esta ocasión, las imágenes pertenecen a un grupo de adolescentes melipillanos que, en un juego sexual, registra e inmortaliza su conducta en un video denominado "la fifi". Fue ese el trending topic que vi en Twitter y que llamó mi atención, y me hizo pincharlo para ver sus comentarios. Ahí descubrí que era un video y la curiosidad me llevó a Facebook, donde, como muchos, lo vi. Su contenido, en nueve minutos, me hizo concluir que la educación en Chile es nefasta, que la evolución desde el "wena...", "la pela" tomates" o, más reciente, el video de "Ronny Dance" ha sido nula.
Por nada del mundo me considero conservador o cartucho, incluso a las imágenes no les encuentro nada de malo. Lo que para mí es grave es que exista gente que suba a las redes situaciones íntimas, ya sea por amor, juego o aventura. De inmediato surge la pregunta, ¿qué pretenden? Sólo genera daño y angustia en los protagonistas, además de un tremendo efecto colateral en la familia de los involucrados. Sin embargo, es necesario subrayar el rol que cumplen los padres. El video demuestra la falta de comunicación con sus hijos y la ausencia de estos en el desarrollo y descubrimiento de la sexualidad.
En términos legales, y para que todos sepamos qué sucede en este caso y la responsabilidad que tenemos como simples usuarios de las redes, es prudente dar a conocer lo que dice el Código Penal. Allí se indica que las sanciones por difundir o almacenar material pornográfico en que participen menores es una pena de presidio en su grado máximo o medio, respectivamente. Claramente, a quienes de curiosos vimos y comentamos el video no nos afecta jurídicamente, pero si aún tiene el video en su computador y/o teléfono móvil es necesario que lo borre y no difunda entre sus contactos, porque estaría cometiendo un delito.
Dejemos atrás el asombrarnos con estos sucesos que cada vez son más propios de los adolescentes, eduquemos de manera correcta y enseñemos que la conducta sexual, ya sea de dos, de tres o del número que quieran, debe ser en un contexto privado sin tener que ser expuesto ni publicado. Para mí es inconcebible, por ejemplo, que en el trío del video no estén usando condón ¡Eso sí es un verdadero tema que debe solucionarse en los jóvenes de manera urgente!