• Enfermera usa Instagram para enseñar a curar correctamente las heridas

    En su cuenta @asesoheridas, la profesional habla de los mitos que muchas veces enlentecen la cicatrización de las llagas.

    Natividad Espinoza R.

    "Ponle alcohol y si arde aguántate, porque eso quiere decir que se está curando". Esta es sólo una de las múltiples sugerencias y afirmaciones erróneas que el entorno pronuncia cuando alguien se hace una herida. Y es que generalmente, cuando la lesión no tiene una apariencia que asuste, los heridos se basan en consejos de terceros, en Google o en su propia intuición para hacerse curaciones.

    No obstante, un correcto tratamiento puede marcar una gran diferencia en la evolución de una llaga, ayudando a que su cicatrización sea más temprana y dejando fuera la posibilidad de que se infecte y complique.

    Esto lo conoce de sobra la enfermera especialista en curaciones avanzadas, María José Andrighetti, quien hace unos meses lanzó en Instagram una cuenta llamada @asesoheridas, donde explica en sencillo qué son las heridas, cuáles son los tipos de heridas que existen y cuál es la forma correcta de tratarlas, dependiendo de su naturaleza y magnitud.

    La enfermera contó a este medio que la idea de la cuenta nació a raíz de las múltiples consultas que ha tenido a lo largo de su carrera, las que se hicieron más frecuentes durante la pandemia, momento en que además se hizo más complicado hacer visitas domiciliarias y a la vez empezó a tener más llamadas de personas de otras ciudades.

    "Respecto de la curación de heridas, hay varios mitos que vienen desde nuestros padres o abuelos, como que hay que dejar la herida al aire libre, usar alcohol, usar povidona yodada e incluso algunos más extraños como usar pasta de dientes o remedios caseros", comentó Andrighetti.

    "También en heridas más extensas, muchas veces los pacientes creen que pueden curarlas solos y retrasan la consulta. Eso hace que la herida evolucione desfavorablemente, por ende, enlentece la recuperación", agregó.

    Los sí y los no

    En Instagram, la enfermera tiene un video explicativo donde aclara que la correcta forma de limpiar una herida es con suero fisiológico o, si no se tiene esta solución, se puede hervir agua y usarla cuando haya enfriado.

    Entonces, dice, con ayuda del líquido hay que "retirar toda suciedad visible y el tejido de fibrina que se pudo haber generado, que es este tejido amarillento blanquecino que a veces podemos ver". Luego, el paso siguiente es cubrir la herida con un apósito y volver a hacer una curación días después.

    "El alcohol y el agua oxigenada son agentes muy irritantes, que generan ardor o dolor y pueden dañar los tejidos nuevos que se están regenerando", afirma respecto de lo que no hay que usar para tratar heridas.

    "Soplar tampoco, porque las podemos contaminar más con partículas de saliva o carga bacteriana que tengamos en la boca. Tampoco hay que dejar la herida libre porque el ambiente puede aumentar la carga bacteriana y porque lo que favorece el proceso de curación es un ambiente húmedo controlado", añade la enfermera.

    Por supuesto, en sus videos aclara que estos son consejos generales, ya que tal como hay distintos tipos de heridas, también hay diferencias en los requerimientos de una y otra. En este sentido, la enfermera subrayó que es importante siempre tener presente que lo que ella presta mediante Instagram son solamente asesorías. "Frente a cualquier signo de infección o complicación de la herida es importante consultar a un profesional de manera presencial", advierte.

    "Hay varios mitos que vienen desde nuestros padres o abuelos, como que hay que dejar la herida al aire libre, usar alcohol, usar povidona yodada e incluso algunos más extraños, como usar pasta de dientes (...)

    maría josé andrighetti, enfermera"

  • Entrenamiento virtual reduce ansiedad y estrés psicosocial tal como el ejercicio real

    El hallazgo es relevante especialmente en países donde la población está envejeciendo.

    Los beneficios que el entrenamiento virtual produce a nivel cognitivo y neuronal han sido ampliamente descritos. Ahora, un estudio sugiere que el ejercicio virtual también baja el estrés psicosocial y la ansiedad.

    Profesionales del Centro de Investigación de Envejecimiento Inteligente (IDAC) de la Universidad de Tohoku (Japón) vieron previamente que al usar la Realidad Virtual Inmersiva (IVR por su sigla en inglés) las frecuencias cardíacas de sus usuarios aumentaban/disminuían de forma coherente con los movimientos virtuales, aunque los participantes permanecieran inmóviles. Así, confirmaron que la IVR produce beneficios cognitivos y neuronales, como el ejercicio físico real.

    En el estudio, los investigadores exploraron el efecto sobre el estrés. Para esto, sujetos jóvenes sanos, estando sentados, experimentaron un entrenamiento virtual que se muestra desde la perspectiva de primera persona, creando la ilusión de propiedad sobre los movimientos.

    El avatar corrió a 6,4 km/h durante 30 minutos. Antes y después del entrenamiento virtual los investigadores indujeron y evaluaron la respuesta al estrés psicosocial midiendo la alfa-amilasa salival, un biomarcador crucial que indica los niveles de estrés neuroendocrino. Asimismo, distribuyeron un cuestionario subjetivo de ansiedad.

    Los resultados mostraron una respuesta de estrés psicosocial disminuida y niveles más bajos de ansiedad tras el entrenamiento virtual, comparable a lo que sucede después del ejercicio real.

    Este descubrimiento podría ser muy valioso en los países en que la población está envejeciendo, ya que con la idea se va dificultando la práctiva de ejercicio físico.

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