• Dos satélites de la agencia europea volarán en una formación milimétrica para simular eclipses

    También se realizarán observaciones de la corona solar en unas condiciones que nunca antes se habrían logrado.

    Agencia EFE

    La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA) prepara sus últimos detalles para poner en órbita dos satélites que volarán con una precisión milimétrica con el fin de simular eclipses solares y tratar así de obtener mucho más conocimiento científico sobre la corona del Sol, algo que sólo es posible desde la Tierra cuando se producen de forma natural, debido a la intensidad del brillo de la estrella.

    Y lo van a hacer, si el lanzamiento y la puesta en órbita concluye con éxito, mientras los dos satélites se sitúan a una distancia de unos 150 metros el uno del otro y se desplazan a velocidades que oscilarán entre 1 y 10 kilómetros por segundo, en un innovador vuelo en formación que se deberá realizar con una precisión de sólo un milímetro, aproximadamente el grosor de una uña.

    "Esta ambiciosa misión de la ESA lleva muchos años gestándose porque pretende hacer algo en el espacio que hasta ahora era imposible", subrayó el responsable de la misión, Damien Galano.

    La misión espacial cuenta con un gran presupuesto y está liderada por la empresa Sener España y para su puesta en marcha se formó un amplio consorcio del que forman parte cuarenta compañías de 14 países.

    El lanzamiento se encuentra programado para el 4 de diciembre desde el Centro Espacial Satish Dhawan, en la India.

    Hito tecnológico

    Responsables de la agencia y de las empresas integradas en el consorcio han señalado que esta misión es un hito para la astronomía y para la ingeniería aeroespacial, ya que los instrumentos y la tecnología que incorporan las dos naves que integran la misión Proba-3 podrían permitir realizar observaciones científicas de la corona solar en unas condiciones que nunca antes se habrían logrado.

    Una de las naves llevará un "coronógrafo" para captar imágenes de altísima calidad y precisión de la corona del Sol y la otra (que actuará como "ocultadora") se interpondrá entre ella y la estrella para crear eclipses artificiales "a la carta". Cada una de ellas funcionará además como un robot autónomo e inteligente capaz de calcular su posición y su trayectoria respecto a su "compañera" de forma constante y sin apoyo de operadores humanos desde la Tierra.

    Proba-3 va a permitir escudriñar detalles de la zona más inexplorada de la estrella -la corona interna, la más próxima al disco-, y si todo sucede como ha sido diseñado y programado, permitirá simular eclipses "a demanda" hasta sumar unas 1.500 horas de eclipses durante un año y medio.

    Lanzamiento

    Las dos naves han viajado hasta la India para su despegue -previsto para el próximo 4 de diciembre- con un lanzador de la Organización India de Investigación Espacial (ISRO) que posee la potencia necesaria para colocar la pareja combinada de 550 kilos de peso en su órbita elíptica, y que ascenderán hasta 60.000 kilómetros de distancia de la Tierra antes de situarse a tan solo 600 kilómetros.

    La Proba-3 es la tercera misión de la Agencia Espacial Europea de la serie Proba para poner en órbita satélites de bajo costo y demostrar en vuelo nuevas y avanzadas tecnologías de muy alta precisión, que podrían permitir en el futuro desarrollar grandes infraestructuras espaciales.

    el 4 de diciembre es el lanzamiento de las naves desde el Centro Espacial Satish Dhawan, en la India.

  • Una antigua y gran red de trampas de pesca pudo ayudar al auge de los mayas

    El elemento fue hallado en Belice y fue diseñado hace 1.000 años.

    Un equipo científico estadounidense ha descubierto vestigios de una extensa red de trampas de pesca creada por los antiguos mesoamericanos en lo que hoy es Belice, en Centroamérica.

    Situada en un humedal de gran biodiversidad, este extenso sistema de canales de captura proporcionó a los cazadores-recolectores-pescadores arcaicos un importante alimento y probablemente contribuyó al crecimiento de los mayas.

    Ubicado en el santuario de vida silvestre Crooked Tree, el humedal interior más grande de Belice, el equipo fechó su construcción en el período Arcaico Tardío (2000-1900 antes de la era común).

    Estas son algunas de las conclusiones de un estudio publicado recientemente en la revista Science Advances, liderado por Eleanor Harrison-Buck, de la Universidad de New Hampshire, y que cuenta con la participación de la Universidad de Vermont o la Estatal de Texas.

    Crooked Tree cuenta con un registro de 10.000 años de ocupación humana que comenzó en el período Arcaico, entre el año 8000 y 1800 antes de la era común, e incluyó el período Formativo, de 1800 antes de la era común al 150 de nuestra era.

    El equipo científico descubrió allí esta antigua y vasta red de canales/trampas utilizada por los antiguos mesoamericanos para atrapar peces. También excavaron tres de los canales para su datación por radiocarbono, según un resumen de la revista.

    Los datos recogidos sugieren que la red fue diseñada hace 1.000 años atrás.

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