-
Directores de "Como Agua para Chocolate" revelan el trabajo tras los preparativos de la serie
Ana Lorena Pérez y Julián de Tavira estuvieron a cargo de la serie de Max que estrenó ayer su segundo episodio. Ambos hablan del desafío que fue dar con sus protagonistas, cómo fue trabajar juntos y su experiencia con la autora del libro, Laura Esquivel.
Javiera Palta Olmos
Con su segundo episodio recién salido del horno, la serie de Max "Como Agua para Chocolate" busca conquistar a cada uno de sus espectadores, solo que, en vez de cautivar el paladar como lo hace su protagonista, sus directores buscan lograr conmover los ojos de quienes reviven en la pantalla la exitosa obra de Laura Esquivel.
La ficción es una nueva adaptación del exitoso libro homónimo, que ya tuvo su propia película en 1992. Y se centra en el obstaculizado amor de Tita y Pedro, quienes se aman desde la primera vez que se vieron, pero que su futuro se ve truncado debido a la propia familia de la protagonista.
Y es que su madre, Helena, decidió desde su nacimiento que Tita jamás contraerá matrimonio y su único destino como hermana menor es cuidarla hasta el día en que la matriarca muera. Es por eso que Pedro, en un acto de buscar quedarse con Tita a toda costa, decide casarse con Rosaura, la hija predilecta de mamá Helena.
Así, la cocina, el amor, la magia y el detalle de estar enfocada en los inicios de los 1900 se unen para un proyecto que cuenta con Ana Lorena Pérez Ríos y Julián de Tavira como directores.
"Yo asumí el reto sabiendo que es una historia contada por mujeres, y visto desde un punto de vista muy femenino. Así que lo que me tocó hacer es abrir las orejas, abrir los ojos y estar muy al pendiente de esas cosas que se estaban planteando", comenta entre risas de Tavira en conversación con este medio.
"Tuve que conectar con mi lado femenino para contar la historia desde ahí. Conté no solo con la visión de Ana Lorena, sino la visión también de mi fotógrafa Ximena Amann, de las diseñadoras y de todas las mujeres que participan en el equipo", explica.
Sobre la idea de trabajar codo a codo con de Tavira, Pérez destaca cómo las perspectivas de ambos con la historia dieron como resultado un tercer relato. "Nos pasó que ambos lo veíamos de diferentes maneras, habían cosas, sobre todo con los personajes, que yo no veo y que él puede. Por ejemplo me decía: 'la reacción de Tita ante este momento está potenciada por la de Pedro, porque Pedro dijo esto' y yo 'claro, no había pensado en Pedro' (...) Siento que Julián y yo pudimos darle una continuidad en donde él plantea y yo cierro. O sea, él me puso la mesa y a mí me toca servirla, literal", bromea.
Por su parte, de Tavira asegura que "mi relación con Ana Lorena fue muy natural, creo que las series de televisión normalmente se hacen con muchos directores. No es inusual, pero creo que en el caso de esta serie, tuve mucha suerte de encontrarme con Ana Lorena, porque es una directora muy capaz, muy sensible, muy generosa y entre los dos encontramos la manera de diseñar la historia juntos. Yo empiezo los primeros tres capítulos, entonces de alguna manera ella la tocaba seguir un poco lo que yo planteaba, pero creo que ha sido una relación súper armoniosa y como de mucha construcción conjunta y muy hacia adelante, como muy constructiva, muy entre los dos, generar este universo y este mundo", añade.
"Más allá de algo femenino o masculino, en esta historia hay una historia humana", asegura Pérez. "La serie tiene como protagonistas a mujeres en una época y en un contexto muy singular, y apela a las emociones. Lo bonito es descubrir que tienen emociones, que están potenciadas por las mujeres y por un espacio, pero que también estas emociones las viven los hombres. Y creo que ese acercamiento y esa visión completa entre Julián y yo, que es un balance muy interesante, funciona muy bien", dice.
Consultada sobre los personajes en la serie y la elección del elenco, Pérez destaca en especial lo difícil que fue dar con Andrés Baida, el intérprete de Pedro en la ficción.
"Fue una búsqueda hasta abajo de las piedras, fue un proceso muy largo de casting, y nos tardamos mucho en encontrar a ambos. Primero encontramos a Azul (Guaita, intérprete de Tita) y después a Pedro, y funcionó muy bien haber encontrado primero a nuestra protagonista mujer para entender de quién debía enamorar", comenta.
Aún así, reconoce que "fue muy complicado, porque nosotros mismos nos tardamos mucho en encontrar a los personajes. Es que son personajes muy jóvenes. Al final, es una mujer de 17 años, un hombre de 19 años con amplia historia, con un nivel de pasión… nos recordaba un poco a Romeo y Julieta en ese sentido, entonces encontrar dos actores que tuvieran la profundidad emocional y la vivencia que tienen los personajes fue complejo, hicimos muchas pruebas de química con distintos actores, de ir y venir en cuanto a encontrar esa densidad emocional que necesitan, con una experiencia que no tendrían que tener unos actores de esa edad, entonces fue un viaje interesante", comenta.
La serie además contó con un toque especial de su propia autora, ya que los directores tuvieron la oportunidad de hablar del proyecto junto a Laura Esquivel. "Fueron pocas sesiones, fueron unas dos o tres pláticas que tuvimos", revela de Tavira.
"Ella desafortunadamente no estuvo tan cercana en el proceso de escritura. La verdad, no sé hasta qué punto intervino, no te sabría decir el grado de intervención que tuvo, pero yo tuve tres sesiones de trabajo con ella donde ella, más que otra cosa, habló, y habló, y habló y nosotros, que éramos varios, escuchamos todo lo que ella tenía que decir sobre la historia, todo lo que le importaba y lo que es esencial para ella y de dónde nacía. Fueron unas sesiones muy largas, súper enriquecedoras, muy bonitas. Laura nos expuso todo su canon", menciona.
"Cuando nos juntamos con Laura Esquivel, habló de todo lo que le importaba y lo que es esencial para ella.
julián de tavira, director"