• Jorge Garrido: "Extraño la adrenalina de la televisión"

    El actor, mejor conocido por su personaje "Juan Segura" en el Jappening con Ja, tiene un local de sándwiches en Providencia. En conversación con hoyxhoy recordó sus años dorados y confesó su gran pena: Gladys del Río ya no quiere hablarle.

    Jorge Garrido camina invisible, casi anónimo por avenida Providencia. Es que los peatones sub-30 ya no lo ubican. Los más viejos, los nostálgicos, a veces lo reconocen y le hacen alguna seña amistosa. Garrido les sonríe de vuelta. Sobrevivió estoico a 28 años de carrera televisiva, especialmente en el mítico Jappening con Ja. "Empecé jovencito", dice. Luego, saca un cigarro (el primero de los cuatro que fumará durante esta conversación), y exhala el humo al mismo tiempo, su primera duda: "¿Qué querís saber?".

    Atrás quedaron los alocados años de fama y de ese mundillo televisivo donde, a juicio de Garrido, todos le palmoteaban la espalda cuando las cosas estaban bien. En rigor, Garrido dejó la TV en 2002 cuando se fue definitivamente del Jappening con Ja y luego, tuvo algunas apariciones en "Morandé con compañía".

    Actualmente, el actor, guionista y ex director de TV trabaja en su local de sándwiches que no hace mucho, está reconvertido en pub. A veces, también matiza con su café concert: "Por la razón o la fuerza". Y es precisamente en su local donde nos recibe el actor, en su versión 2015: con 57 años de vida y con más canas. "Afortunadamente me va bien. Trabajo mucho. La gente cree que porque uno ya no está en televisión, ya está retirado", apunta Garrido con un dejo de molestia. Enciende el segundo cigarro.

    ¿Echa de menos la tele?

    La verdad, sí. Se echa de menos. La adrenalina que tiene la televisión, especialmente en programas en vivo. Echo de menos el contacto con la gente, también. Creo que esas cosas extraño de la tele.

    ¿Volvería?

    Por supuesto. De hecho tengo un proyecto que presenté en varios canales. Es un programa de humor 100% original, completamente nuevo. Te lo doy firmado. Algo que no se ha visto nunca. Es un programa en vivo. Y en eso estamos, en conversaciones.

    ¿Ganó plata, Jorge?

    Mucha plata. Pero no despilfarré. Mi señora es ingeniera, así que todo lo planificamos mucho. En vez de comprarme autos deportivos, por ejemplo, invertí en propiedades. Tengo unos departamentos en la costa y pasan arrendados. A veces voy yo a descansar.

    Jappening con Ja

    A esta altura de la conversación, Garrido consume su tercer cigarro. Además, lanza varias analogías futboleras relacionadas con su vida profesional. La primera de ellas, ahora: "Cuando estoy por salir a escena, estoy saltando. Como precalentando antes de salir a la cancha", explica. Así le pasaba cuando empezó en el Jappening con Ja. "Yo veía el programa en mi casa con mis papás y un día, Jorge Pedreros me convocó. Fue un sueño cumplido. Jamás, nunca en la vida se me pasó por la cabeza que yo podía estar ahí. Y cuando estaba en el estudio no podía creer que trabajaría con estos monstruos de la comedia", agrega. "Ellos eran grandes dentro del canal. Eran intocables. Yo hacía unas cámaras indiscretas a los famosos que llegaban a Viña. Así llegué al Jappening.

    Era una época bien difícil para hacer humor. Chile estaba en plena dictadura.

    Así es. Era difícil, pero nosotros nos preocupábamos mucho de los libretos. Tratábamos de no tirar para ningún lado. Ni a favor ni en contra. Es más, cuando se me ofreció hacer el personaje de Juan Segura, la idea original era un gallo de civil, con bigote, con lentes oscuros, un tipo que aparecía en las esquinas mirando para todos lados. Yo les dije, "oigan, pero ese personaje es un CNI poh". Y la gente odia a los CNI". Y ahí cambió el personaje al guardia de seguridad que todos conocieron...

    ¿Los censuraron alguna vez?

    No, no pasó eso. Porque no tiramos para ni un lado. Nuestro programa era blanco, absolutamente blanco.

    Se dice que algunos miembros del Jappening eran amigos de militares o algunos personajes como el CNI Álvaro Corvalán...

    He escuchado comentarios de ese tipo, pero no, no es mi caso. A él no lo conozco. Personalmente, nunca vi a nadie del programa juntarse con esa gente.

    El dolor de Garrido

    No hace mucho, parte del elenco del Jappening se reunió por convocatoria de Eduardo Ravani. Garrido no estuvo en la nómina. ¿Le habrá dolido? El actor responde otra vez en clave futbolística. "Esto es como la Selección. A veces Sampaoli deja afuera a futbolistas buenos, pero que no le gustan. Yo, nunca le gusté a Ravani y eso lo respeto. En el Jappening se armaban tremendas peleas entre Pedreros y Ravani. Yo era amigo de Jorge y a veces yo quedaba al medio de la pelea. Trataba de ser profesional en eso", asegura. Sin embargo, el verdadero dolor de Garrido llegó con la muerte de su gran amigo, Jorge Pedreros. Probablemente, su único amigo, apunta él. "Cuando murió Jorge, confieso que sentí alivio. Llevaba mucho tiempo internado y ya se sabía que no iba a despertar. Pero lo que más me dolió después de eso, fue que la Gladys (Del Río, esposa de Pedreros) nunca más me contestó el teléfono. Éramos buenos amigos, hablábamos todas las semanas. No sé por qué, pero no me contestó nunca más", concluye con el cuarto cigarrillo en la boca. "Eso me da pena", confiesa. Bota el humo y se despide.

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