Luego de que uno de los fiscales que acusó el opositor venezolano Leopoldo López saliera del país y asegurara que el juicio se realizó con pruebas "falsas", ayer el Comité de Víctimas de las protestas antigubernamentales de 2014 pidió que al dirigente se le juzgue por homicidio.

"Pedimos que la Fiscalía impute a López sin demora por las 43 muertes y lesiones a 878 personas, algunas son muertos en vida, que dejó su llamado a la violencia política, porque él impulsó la violencia junto otros dirigentes políticos", dijo ayer Luis Durán, representante del Comité de Víctimas de las Guarimbas y del Golpe Continuado.

La asociación la conforman familiares de una parte de los 43 muertos que dejaron las protestas violentas antigubernamentales que sacudieron Venezuela en el primer semestre de 2014.

López, preso desde el 19 de febrero de 2014, fue condenado a casi 14 años de cárcel por delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio en relación con hechos de violencia el 12 de febrero del año pasado y que fueron antesala de las protestas que se extendieron hasta junio de este año.

Durán agregó que el líder opositor "sólo fue acusado por destrozos" y no por las muertes ni por los lesionados, debido a que uno de los fiscales que lo acusó "fue sobornado".

Esto ocurre luego de que la semana pasada el ahora ex fiscal Franklin Nieves declaró en Estados Unidos, donde está asilado, que acusó a López con pruebas "falsas" y por presiones gubernamentales.

Nieves aseguró que sus superiores, además, le habían instruido ordenar la detención del político días antes de que ocurrieran los hechos por los que fue condenado.

"Rechazamos esas declaraciones por pretender eximir de culpas a López", dijo Durán.

Seis civiles y dos militares murieron en la madrugada de ayer en una discoteque en Maameltein, El Líbano.

Según informó la agencia oficial ANN, el enfrentamiento se produjo cuando agentes de los servicios de Inteligencia del Ejército libanés irrumpieron en el club nocturno para buscar a miembros de la familia Zeaiter, uno de los clanes chiíes más poderosos, que eran requeridos por la justicia por narcotráfico.

Además se cree que algunos de los integrantes de la familia estarían involucrados con el tráfico de mujeres para la prostitución.

El incidente ocurrió en el club nocturno White Night Club de Maameltein, lugar donde además se ubica el Casino de El Líbano, en una zona que se caracteriza por el gran número de bares que se ha convertido en uno de los lugares más frecuentados por libaneses y extranjeros.

El hecho ocurrió a unos 20 kilómetros al norte de Beirut, la capital de El Líbano.

El Vaticano reportó ayer el arresto de un monseñor y una mujer que formaban parte de una comisión creada por el papa Francisco para una reforma financiera de la Santa Sede, como parte de una investigación por robo y filtración de información y documentos confidenciales. En un comunicado oficial confirmaron las detenciones de Francesca Chaouqui y el monseñor reverendo Lucio Ángel Vallejo Balda. El monseñor todavía es empleado del Vaticano, mientras que Chaouqui trabajaba en una comisión establecida por el papa Francisco en 2013 para reformar las finanzas, donde Vallejo Balda también fue miembro. El reverendo Ciro Benedettini dijo que Vallejo está detenido en una celda en Ciudad del Vaticano y a Chaouqui se le permitió salir porque cooperó en la investigación.

El Presidente turco Recep Tayyip Erdogan alabó la victoria en las elecciones parlamentarias y pidió al mundo que respete el resultado de la votación de los comicios del domingo, donde el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) obtuvo más del 49% de los votos. Completado ayer el recuento de todos los votos, los resultados indicaron que el partido en el poder obtendrá 317 bancas en el Parlamento, de 550 escaños. Los mercados turcos cobraron fuerza debido a que los inversionistas anticipan que la victoria del AKP pondrá fin a un largo período de incertidumbre política. La lira turca subió un 5% en los mercados cambiarios.

Sólo un impacto externo pudo destruir el avión ruso en Egipto en que murieron sus 224 ocupantes, afirmó ayer Alexander Smirnov, subdirector general de Metrojet, que operaba el vuelo. "Descartamos un fallo técnico del avión o un error del piloto", dijo. El sábado el Estado Islámico dijo que derribó nave, lo que los rusos negaron. Ayer, estos reprendieron a la empresa por considerar prematuras las afirmaciones.