• Piñera y su nuevo gabinete: "Chile cambió y el Gobierno también tiene que cambiar"

    El Presidente modificó su equipo político y económico. Andrés Chadwick pidió disculpas y Felipe Larraín reconoció que "no supimos leer bien lo que estaba pasando". El nuevo jefe de Interior, Gonzalo Blumel, llamó a "trabajar muchísimo para reparar lo que se quebró".

    Leo Riquelme

    El abrazo duró 12 segundos y tuvo 15 palmoteos de espalda. Así fue la despedida que se dieron en el salón Montt Varas el Presidente Sebastián Piñera y quien era hasta ayer su ministro del Interior, Andrés Chadwick. El exsenador UDI encabezó el cambio de gabinete impulsado por el Mandatario, que implicó movimientos en ocho ministerios y con el que pretende enfrentar la crisis social que afecta al país.

    "El Presidente busca reforzar un equipo para empezar una etapa que es distinta", dijo Chadwick antes de dejar La Moneda. El abogado había sido objeto de duras críticas por el manejo que hizo en materia de seguridad para enfrentar la contingencia.

    "En lo personal estoy bien, tranquilo. Si no lo he hecho del todo bien o si he fallado, pido disculpas. Lo único que he querido es servir a mi país", añadió.

    Piñera modificó completamente su equipo político. Chadwick fue reemplazado por quien era hasta ayer el secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel.

    "Es un cambio de gabinete profundo", reconoció el nuevo jefe de Interior, quien dijo que la prioridad será mantener un diálogo amplio con todos los sectores e impulsar la agenda social de 15 puntos del Ejecutivo. "Algo se quebró en los últimos días en nuestra sociedad y vamos a tener que trabajar muchísimo para repararlo", añadió.

    Al movimiento de Blumel se sumó el de Cecilia Pérez, quien dejó la vocería en manos de la exintendenta Karla Rubilar y asumió como ministra de Deportes. Pérez negó que fuera perjudicada con la decisión. "Jamás puede ser una derrota servir a Chile y menos acompañando a un gran Presidente", declaró.

    Su reemplazante, Karla Rubilar, prometió una administración de mayor cercanía con la ciudadanía y la oposición. Incluso apeló a una frase del exdiputado PS Juan Bustos para recordar que los políticos podían tener discrepancia pero no debían ser enemigos personales.

    "Era necesario hacer un cambio generacional y también de actitud. Se nos ha pedido escuchar más y hablar menos. Vamos a estar mucho más presentes en la comunidad", afirmó.

    Las finanzas

    El equipo económico tampoco se salvó de la poda. Luego de ser ministro de Hacienda durante el primer gobierno de Piñera y en el año y ocho meses de su segunda administración, ayer dejó su cargo Felipe Larraín. Al partir, hizo un mea culpa.

    "Es un momento de reflexión, ciertamente no hemos sabido y no supimos entender bien, interpretar bien, lo que estaba pasando y en ese sentido uno hace una autocrítica", afirmó.

    Su reemplazante, el economista Ignacio Briones, habló sobre la serie de expectativas que se han levantado y que pasarán por cedazo de su cartera.

    Por ejemplo, sobre la posibilidad de elevar más allá de los $350 mil el ingreso mínimo básico prometido por Piñera dijo: "Tenemos que analizarlo". Sobre la alternativa de olvidarse de la reintegración en la reforma tributaria, respondió: "Hay apertura a explorar fórmulas". Y si bien comentó que "no me caso con cuestiones que estén grabadas en piedra", añadió que cumplir con las demandas "todas al mismo tiempo no es posible, (porque) la responsabilidad fiscal es un activo que como país tenemos que cautelar".

    También dejó el ministerio de Economía Juan Andrés Fontaine, el mismo que ante el alza del pasaje de Metro en horario punta recomendó a la población levantarse más temprano en la mañana. En el adiós no comentó su responsabilidad en la crisis.

    Su puesto ahora lo ocupa el exsubsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, quien también aludió a la jornada matinal, pero con otro sentido. "Hay personas que se levantan muy temprano en la mañana para poder trabajar y sacar a su familia adelante, y lo que necesitamos es apoyarlos porque no es justo que a veces tengan tan empinada la pista", afirmó.

    El sentido

    La ceremonia de cambio de gabinete comenzó con más de media hora de retraso, supuestamente porque hasta último minuto Piñera tenía dudas respecto a su conformación. Luego de la presentación de las modificaciones, el Presidente habló.

    "Chile cambió y el Gobierno también tiene que cambiar para enfrentar estos nuevos desafíos y estos nuevos tiempos", dijo.

    "Nuestro Gobierno ha escuchado el mensaje fuerte y claro de los chilenos, que piden y merecen un Chile más justo y solidario, con más dignidad y sin abusos, un Chile con mayor igualdad de oportunidades y menos privilegios", agregó, criticando los actos de violencia. "Debe ser frontalmente condenada por todos los demócratas", pidió.

    "Mi sello es llamar al diálogo, con apertura de mira. No me caso con cuestiones grabadas en piedra.

    ignacio briones, ministro de hacienda"

    "Era necesario un cambio generacional y también de actitud (...) Escuchar más y hablar menos.

    karla rubilar, vocera de gobierno"

    La memoria familiar

    El ministro Gonzalo Blumel es tataranieto de Enrique Mac-Iver, quien en 1900, cuando era senador, pronunció un encendido discurso titulado "Sobre la crisis moral de la República". Consultado por el símil social de la época, el nuevo jefe de gabinete coincidió en que para salir de la llamada "crisis social" actual es necesario el trabajo y diálogo conjunto de todos los actores, para que "busquemos juntos las respuestas que nos está planteando la ciudadanía".

    el tercer cambio de gabinete en 105 días de mandato realizó ayer Piñera. El anterior fue el 13 de junio.

    por segunda vez Juan Andrés Fontaine es sacado de Economía en un gobierno de Piñera.

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