Diego Gotelli C.

"Me tiene muy entusiasmado el viaje. Quiero buscar nuevas experiencias". Así decía el año pasado Ignacio Parada (24), estudiante de la Universidad de Magallanes, previo a volar a España tras ser seleccionado para una pasantía. La frase, dicha en entrevista a su U, reflejaba un entusiasmo similar al que, según sus cercanos, sentía esta semana cuando viajaría a hacer su práctica profesional a la Antártica, lugar al que no llegó pues su avión siniestró en el mar de Drake.

El alumno, que cursa último año de Ingeniería Civil Química, es una de las 38 personas que iban a bordo del avión C-130 de la FACh que se extravió la tarde del lunes, cuyo último reporte se obtuvo a las 18.13 horas mientras sobrevolaba el mar al sur de Punta Arenas y que se dio por "siniestrado" en la madrugada de ayer, cuando habría acabado su combustible.

"Es un alumno brillante y destacado, por eso se le seleccionó para ir a la Antártica", contó el director de su carrera, Hugo Llerena. El joven iba a recoger información sobre el sistema de agua potable de la Base Frei Montalva, lo que a su vez le serviría para su tesis.

Al igual que Parada, otros dos civiles iban en el avión. Se trata de Leonel Cabrera y Jacob Pizarro, empleados de Inproser, firma que presta servicios a la FACh. Éste último, un electromecánico soldador de 38 años oriundo de San Bernardo, tiene hijos de dos y seis años, y enviudó hace pocos meses. Su tío Alberto Valdivia dijo a Emol que le había expresado a la familia la emoción que sentía por la travesía.

El listado de pasajeros y tripulantes los completan 32 miembros de la FACh y tres del Ejército, quienes al igual que los tres civiles cuentan con historias de vida que marcan esta tragedia.

Entre los, hasta anoche, desaparecidos destacan los hermanos Jeremías y Luis Mancilla que viajaban juntos; la geógrafa Claudia Manzo que era la única mujer a bordo y participa del proyecto de Ignacio Parada; y el sargento 2° Cristián Venegas que según su hermana, Daniela Venegas, tiene pensado jubilar cuando acabe este año para irse a las tierras de su familia, oriunda de la región de Los Ríos.

En el grupo también figura el general de brigada Daniel Ortiz, quien en octubre fue nombrado Jefe de la Defensa en Chillán durante el Estado de Emergencia decretado en esa ciudad por la crisis social, cargo en el que dijo que no se justificaba aplicar un toque de queda.

El comandante en jefe de la FACh, general Arturo Merino, dijo que la institución apoyará a los familiares de los pasajeros, en su mayoría santiaguinos, quienes se esperaba que anoche viajaran desde la RM a Punta Arenas.

El Presidente Sebastián Piñera, quien canceló su viaje a Argentina para monitorear la búsqueda, solicitó a Merino agotar "todos los esfuezos (...) por encontrar el avión y ojalá también sobrevivientes".

En tanto, la Fiscalía abrió una investigación por presunta desgracia respecto a los tres civiles que iban a bordo, mientras que los casos de miembros de las FF.AA. lo verá la justicia militar.

Un amplio operativo de búsqueda se desplegó desde el lunes en el mar de Drake, donde se marcó la última posición del avión Hércules C-130 que se dio por siniestrado con 38 personas a bordo.

Según contó el comandante en jefe de la FACh, general Arturo Merino, los operativos de rastreo han incluido sobrevuelos y búsquedas por mar, los que hasta anoche no había dado resultados. En los operativos han participado nueve embarcaciones para búsqueda marítima, y se ha sobrevolado con 13 aviones nacionales, realizando diversas tácticas de rastreo.

La vocera de Gobierno, Karla Rubilar, dijo que se solicitó ayuda internacional, lo que fue respondido por Israel, Estados Unidos y Perú, que pusieron a disposición satélites para obtener fotos de la zona. A ellos se sumaron Uruguay, Brasil, Argentina y el Reino Unido que facilitaron un avión cada uno.

"Vamos a agotar todo lo que esté a nuestro alcance" en la búsqueda del avión y sus tripulantes, dijo el ministro de Defensa, Alberto Espina, aunque indicó que la posibilidad de sobrevida "es difícil".

Merino señaló que las condiciones para el rastreo en la zona "no son las mejores", pues el mar de Drake es considerado "uno de los mares más complejos", con una profundidad que supera los 3.500 metros y olas de hasta seis metros, lo que se suma a su alta nubosidad y vientos.

Consultado sobre una posible inexperiencia de la tripulación para enfrentar estas condiciones en vuelo, Merino aseguró que el piloto ya había realizado la ruta y contaba con más de dos mil horas de vuelo. Las razones del siniestro hasta anoche no eran claras, pues la FACh descartó fallas de mantención en la nave, la que data de 1978.