Diego Gotelli C.

Como una "experiencia exitosa" califican en el Ministerio del Interior un proyecto de televigilancia aérea que tiene a la Región Metropolitana bajo la atenta supervisión de una flota de drones que sobrevuelan la capital desde hace más de un año.

Fue a inicios del 2019 cuando la Intendencia y la Subsecretaría de Prevención del Delito anunciaban la centralización de un sistema de vigilancia que estaba en alza. En esos tiempos, algunas comunas habían contratado sus propias aeronaves y las policías aumentaban sus flotas, pero el proyecto apuntaba a ir más allá y crear una central de monitoreo donde confluyera la planificación de Carabineros, PDI, Fiscalía y requerimientos comunales.

Así, nació la flota de seis aeronaves que ahora, con 8.334 horas de vuelo coordinadas según las necesidades de cada organismo, han permitido detener a 307 personas por diversos delitos.

La subsecretaria Katherine Martorell comentó que no todo se consigue con patrullaje, pues los drones también han sido claves en indagatorias de la Fiscalía que requieren toma de imágenes aéreas o en lugares de difícil acceso.

"Nosotros buscamos tener una acción eficiente de las policías, pero a veces no se puede actuar en el momento, por lo que para la investigación sí es importante", dijo.

Cada día el equipo a cargodel sistema planifica las rutas que cubrirán en la jornada los seis drones con los que cuenta la brigada. Tras la aprobación de la Dirección de Aeronáutica Civil, se despacha el dron a esa ubicación junto a un piloto y un ayudante que controle la cámara. El registro llega en tiempo real a la central de monitoreo, ubicada en la Intendencia, desde donde representantes de las instituciones pueden ordenar acciones en caso de detectar delitos.

No sólo policial

Pero esta flota también tiene un componente social. Así lo afirma Daniel Escobar, jefe de la división de gestión territorial de la subsecretaría, quien contó que las naves han ayudado a las comunas a detectar sitios de acopio ilegal de basura, zonas críticas en las lluvias e incluso labores de emergencia.

"Hace poco en el cerro Panul, en La Florida, se rescató a un niño que tenía un síndrome autista que estaba perdido de su familia y que fue visto con el dron", narró.

Casi todos estos operativos se han realizado en comunas que no cuentan con drones propios, en su mayoría vulnerables, como una forma de mitigar la diferencia de acceso en ámbitos de seguridad y gestión municipal.

El encargado del proyecto añadió que en los últimos meses la brigada se ha centrado en apoyar la fiscalización de las cuarentenas y el toque de queda, tanto para detectar movilidad como para registrar los patrullajes por resguardo de los policías y de los fiscalizados.

"Es una herramienta múltiple que ha demostrado su efectividad", aseguró.

Con eso en mente, el Consejo Regional (CORE) de la RM aprobó la semana pasada una inversión de $1.817 millones que permita financiar la continuidad del proyecto hasta el año 2022.

"Esperamos que con este aporte, sumado a los que ya hemos hecho para Carabineros y PDI, podamos tratar el tema de la seguridad en su integralidad", señaló el presidente del consejo, Felipe Berrios.

La transferencia de fondos de la billetera regional permitirá cubrir el 51% de los $3.550 millones que cuesta el proyecto. El resto será cubierto por la Subsecretaría, parte de lo cual ya se gastó para la creación de la central de monitoreo.

Tras su prueba en la RM, el sistema de televigilancia con drones fue replicado en las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Biobío y Araucanía, donde también han permitido realizar operativos en zonas costeras y vigilar crecidas de ríos en el norte por el "invierno boliviano".

Daniel Escobar afirmó que se está trabajando para sumar a Tarapacá y Los Ríos al programa, por lo que esperan terminar el año con ocho regiones que estén siendo monitoreadas por aeronaves.

labor social Los drones han apoyado en búsqueda de personas y requerimientos comunales.

$1.817.640.321 invertirá el Gobierno Regional para garantizar la operación del programa por otros dos años.

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Once meses después de que fuera destruida e incendiada, hoy se esperaba que vuelva a estar operativa la estación Macul de la Línea 4 del Metro de Santiago, favoreciendo los desplazamientos de las personas de la comuna homónima y de La Florida.

La recuperación del recinto dañado el 18 de octubre incluyó rehabilitar cerca de 1.600 metros cuadrados de infraestructura en el sector de boleterías y andenes, además de restituir los circuitos de alumbrado y el sistema de torniquetes, además de reparar la quemada zona del Bibliometro. Los ascensores también quedaron operativos.

Junto con ello, la empresa anunció que el próximo lunes 17 de agosto se reintegrarán a la red las estaciones Santa Julia, La Granja y San Ramón, con lo cual la Línea 4A volverá a estar 100% operativa.

El presidente de Metro, Louis de Grange, destacó que estas reaperturas contribuyen a acortar los viajes, apuntando a la descongestión, lo que es "muy importante en el contexto de la pandemia".

Con ello, la próxima semana estará abierta el 94% de la red, restando por reponer las estaciones Trinidad, San José de la Estrella, Los Quillayes, Elisa Correa y Protectora de la Infancia (L4); y Laguna Sur, Las Parcelas y Del Sol (L5), cuyas reaperturas están contempladas para el último trimestre del año.

Un positivo balance hicieron las autoridades de los primeros tres años de vigencia de la Ley de Tenencia Responsable, apodada "Ley Cholito", que a la fecha cuenta con 1.379.350 inscritas en el registro nacional. De ellas, 1,1 millones son perros y 270 mil gatos.