• Expertos concuerdan que el principal problema del voto a distancia es comprobar quién sufraga

    De cara al plebiscito constituyente del 25 de octubre, distintos especialistas ven con temor el poco tiempo para implementar la medida, especialmente en el tema de la autenticidad. Todos creen que en un futuro el acto debería ser físico y además electrónico.

    Jorge Reyes Patuelli

    Exactamente 62 días quedan para que se realice el plebiscito constituyente en el país y el Servicio Electoral (Servel) todavía están ideando la forma en que las personas contagiadas con coronavirus puedan votar pese a su aislamiento obligatorio indicado por las autoridades sanitarias.

    "Es imposible que lleguemos sin contagiados al 25 de octubre", dijo el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, el viernes pasado en La Moneda.

    Por lo mismo varias opciones están dando vuelta en el Gobierno para asegurar el voto de las personas con coronavirus. La que más ha llamado la atención es la del voto a distancia, un voto electrónico vía internet.

    Desde el Servel han explicado que esta opción es complicada por la vulnerabilidad en términos de seguridad que podría haber al momento de la votación.

    Para los expertos el principal talón de Aquiles de esta modalidad es la autenticidad de la persona al momento de votar a distancia.

    "La mejor apuesta es hacerlo con reconocimiento facial o de huella. Se tendría que hacer un tratamiento sobre esos datos porque también podrían quedar expuestos. El hecho de que yo use mi rostro para hacer esa votación sí garantiza que soy la única persona que está emitiendo el voto, pero de alguna forma se exponen esos datos tan sensibles como los biométricos (datos de características físicas)", sostuvo Saúl Ortega, académico del magister en ingeniería en seguridad de la información de la U. Mayor.

    En eso concuerda David Reute, ingeniero civil electrónico, académico de la U. Andrés Bello y experto en telecomunicaciones, apunta que ese es el mayor problema y no así la transferencia de datos. "No se pierde información por internet, la transferencia de información es segura, pero en cuanto a la persona que vota eso no es seguro, porque alguien podría votar por otra persona", explicó.

    Ambos explican que la implementación de una tecnología así no es complicada pero que sería un riesgo hacerla desde cero, más cuando quedan tan pocos días para el proceso constituyente.

    "La implementación tecnológica no es una traba. Esas cosas ya se hicieron en otras partes. Es como instalar el Office en el computador. Hacerlo es fácil, pero utilizarlo no, no te hace experto solo instalarlo", dijo Reute.

    "Desde el punto de vista tecnológico no es nada complejo. Viéndolo desde el punto de ciberseguridad vaya que sí puede serlo", advierte Ortega. Para él, la variable humana es muy importante porque la mayoría de las fallas es por el factor humano que controla el sistema.

    "La pandemia vino a demostrar la necesidad de cultura digital que necesitamos muchas de las personas, sobre todo la gente mayor que de alguna forma no está tan familiarizada con esto, entonces llevar estos sistemas a un entorno digital donde no está probado por el Gobierno, yo considero que resultaría contraproducente", confiesa el experto desde México.

    "Hay casos cuando el tema a votar resulta ser muy controvertido y en ese caso el sistema siempre es atacado. Sin la experiencia necesaria, sin haberlo probado en alguna forma preliminar, sería arriesgado", agrega.

    Igualmente, ambos especialistas sostienen que la votación debería ser mixta: física y digital. "Si todo el peso se lo damos al voto electrónico no resultaría. Tiene que dar un soporte, así habrá problemas menores", explica Ortega.

    "El que quiera votar por internet que lo haga. Las herramientas deben ser sencillas como la Comisaría Virtual. Un par de opciones y se acabó", dice Reute.

    "Yo creo que todavía no estamos con la madurez suficiente para hacer un voto así. Hay que probar en cosas que no impacten tanto. Una constitución es muy importante, es algo que nos va a cambiar la vida", sentencia.

    Desconfianza política

    Para Pedro Díaz Polanco, cientista político y director de la escuela de Administración Pública de la U. Austral, adoptar esta medida con el poco tiempo que queda "va a provocar más problemas que ventajas".

    El académico confiesa que es necesario porque facilita y mejora la posibilidad que tienen los ciudadanos para poder participar del proceso electoral.

    "Hoy con los actuales niveles de desconfianza, aunque el voto sea electrónico o presencial, la gente no va a participar porque considera que los actuales o futuros representantes no están dispuestos a cambiar un modelo que esta deslegitimado. Debería considerarse una herramienta, no el fin. El fin es devolver la confianza a la ciudadanía. Una vez recuperada esa confianza, hay que implementar herramientas para evidencias mejoras en los niveles de participación", dijo Díaz Polanco.

    Entonces, ¿cómo se pueda mejorar esa confianza en la política? El cientista político dice que "si se implementa un modelo apresurado del voto electrónico esto generará una desconfianza porque no hay un estudio detrás, no hay un análisis serio. Resulta absurdo plantearlo para el mes de octubre".

    "La pandemia vino a demostrar la necesidad de cultura digital que necesitamos muchas personas.

    saúl ortega, ing. en seguridad u. mayor"

    las opciones para ayudar a identificar a la persona son la huella o un reconocimiento facial.

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