La expectativa de vida en Estados Unidos cayó un año en la primera mitad de 2020 cuando llegó el coronavirus y causó una primera oleada de fallecimientos.

La cifra disminuyó particularmente entre las minorías: tres años menos para los negros y casi dos para los hispanos, según el estudio publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).

"Es un declive significativo", dijo Robert Anderson, director de estadísticas de los CDC. "La última vez que se vio algo así habrá sido por los años de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial".

Otros expertos opinaron que la cifra demuestra la magnitud de la crisis causada por el covid-19, no sólo en cuanto a fallecimientos directos, sino por factores relacionados como ataques cardíacos o cáncer.

"Lo más impactante de estas cifras es que sólo corresponden a la primera mitad del año... Sospecho que después empeoraron", afirmó la doctora Kirsten Bibbins-Domingo, profesora de investigaciones médicas en la U. de California en San Francisco.

Es la primera vez que los CDC emiten una cifra preliminar sobre expectativa de vida y es posible que el número de decesos aumente a medida que se registren otros certificados de defunción. Es ya sabido que 2020 fue el año más mortífero en la historia de EE.UU., con más de 3 millones de decesos.

La expectativa de vida mide la cantidad de años que probablemente vivirá una persona nacida hoy. En la primera mitad del 2020 la cifra fue de 77,8 años comparado con 78,8 en el 2019. Para hombres fue de 75,1 y para mujeres 80,5.

Como grupo, los hispanos en Estados Unidos suelen tener la mayor expectativa de vida, y la tendencia se mantuvo. Para los negros, la cifra es seis años menos que los blancos, el primer retroceso en mucho tiempo ya que desde 1993 ese grupo étnico se estaba lentamente equiparando con los blancos.

Entre 2019 y la primera mitad de 2020, la expectativa de vida disminuyó en 2,7 años para los negros, a 72 años. Para los hispanos disminuyó 1,9 años a 79,9, y para los blancos disminuyó 0,8 años a 78. El informe preliminar no contenía datos para asiáticos o indígenas.

77,8 años es la esperanza de vida ahora en EE.UU. En 2019 era un año mayor.

1,9 años disminuyó la expectativa para la población hispana de dicho país. Para los blancos cayó 0,8.

Leo Riquelme

El pulgar hacia arriba que le dieron en enero científicos independientes a la vacuna Sputnik V disparó la demanda global por el antídoto creado por el laboratorio ruso Gamaleya, al punto que ayer el Kremlin reconoció que no tiene la capacidad para responder a los requerimientos, entre los cuales está Chile.

"La demanda de la vacuna rusa en el exterior es realmente alta. Es tan alta que supera considerablemente las capacidades productivas", dijo el vocero del gobierno, Dmitri Peskov, quien agregó que la prioridad de la producción de sus plantas es el mercado local.

El Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) informó que 28 países han autorizado el uso del antídoto. Su director, Kiril Dmítriev, dijo a The Financial Times que el gobierno ya ha suscrito acuerdos con 15 farmacéuticas de diez naciones, con la meta de producir 1.400 millones de dosis, que permitirían inmunizar a 700 millones de personas. Entre esos países se cuenta Brasil, pero que produciría el producto para consumo interno.

La publicación de científicos independientes que respaldaron que la eficacia de esta vacuna supera el 90% -el más alto para ese tipo de tecnología- llevó a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la institución global que busca una distribución más equitativas de antídotos le diera su respaldo.

Hasta ese minuto, la falta de información transparente hacía dudar a los expertos sobre su efectividad para luchar contra la pandemia.

Ante los nuevos antecedentes, esta semana la embajada rusa en Chile confirmó que negocia con La Moneda la compra de 8 millones de dosis, que podrían llegar durante el segundo trimestre.

Recientemente el presidente Vladimir Putin reconoció que los países occidentales dejaron de mofarse sobre este producto.

"En el ámbito de la construcción militar inicialmente también se rieron, al igual que de la vacuna", dijo. "Ahora todo esto cambió a un estado de ánimo absolutamente diferente", agregó.

en agosto el gobierno ruso inscribió la vacuna Sputnik V, la primera en hacerlo en el mundo. Ese país trabaja en otros dos antídotos.

Dos periodistas fueron condenadas ayer en Bielorrusia por violar el orden público y condenadas a dos años de prisión tras cubrir una protesta contra el presidente Alexander Lukashenko.

Katsiaryna Bakhvalava, de 27 años, y Daria Chultsova, de 23, ambas del canal Belsat (financiado por Polonia), fueron arrestadas en noviembre después de que la policía derribara la puerta de un apartamento de Minsk donde hacían una transmisión en vivo de una manifestación.

Bakhvalava prometió continuar trabajando para "construir una Bielorrusia sin represiones políticas". "No estoy suplicando. Exijo la absolución para mí y mis colegas", dijo, refiriéndose a otros periodistas encarcelados.

Ambas fueron acusadas de "organizar acciones que violaron groseramente el orden público", lo que ellas negaron. La Embajada de Estados Unidos en Bielorrusia pidió su liberación e instó a las autoridades a que dejen de enjuiciar a los periodistas por hacer su trabajo.

Más de 400 periodistas han sido detenidos en Bielorrusia en los últimos seis meses, y al menos 10 han enfrentado cargos criminales y permanecen bajo custodia.

"La sentencia tiene motivaciones políticas, su objetivo es asustar a todos los periodistas para evitar que cumplan con su deber profesional", dijo la Asociación de Periodistas de Bielorrusia.