• ¿Puede intuir un trabajador cuando el despido se acerca?

    Un estudio en el que participaron 38 expertos en RR.HH revela el actuar de las empresas ante una desvinculación.

    Ignacio Arriagada M.

    Desvincular a un trabajador de sus labores no es una decisión sencilla. Así lo deja en evidencia un estudio denominado "Red flags: señales de que están por despedir", del portal de empleos Laborum, que recoge la perspectiva de 38 especialistas chilenos en recursos humanos.

    El 67% de los consultados asegura que se tardan más de un mes en decidir el despido de una persona, versus un 27% que asegura demorar menos de un mes en tomar la determinación y un 6% que afirma tardar una semana.

    "Existen muchos mitos respecto a cómo se lleva a cabo un proceso de desvinculación. Por este motivo, recoger la experiencia de expertos es tremendamente valioso para llevar claridad al proceso y despejar dudas", explica Diego Tala, director comercial de Laborum.

    Entre los resultados del informe destaca que el 68% de los expertos se inclina por generar instancias para trabajar en las oportunidades de mejora, con el objetivo de revertir la desvinculación. De todas formas, al consultar por la comunicación de la organización con la persona, un 55% afirma que es cada vez menor.

    Decisión tomada

    Una vez que la determinación de despedir a un laborante ya está tomada, el estudio da cuenta de cómo la organización mantiene el vínculo laboral.

    Por ejemplo, un 82% asegura que siguen enviando avisos institucionales o importantes al talento. La situación es diferente cuando se pregunta respecto de si se restringe o no el acceso de ese trabajador a información: un 42% lo hace y un 58% no lo hace.

    Si se trata de nuevos proyectos, el 71% de los consultados opta por dejar de sumar a la persona que será desvinculada a ellos, versus un 29% que continúa contando con su participación. Respecto a reuniones en que las personas solían participar, el 79% señala que las siguen sumando y el 21% desiste de invitarlas. En aquellos casos en los que se mantiene la presencia del trabajador en reuniones, un 82% afirma que tienen en cuenta sus comentarios y/o aportes que haga en cada cita.

    Dado que en la mayoría de los casos la decisión de despedir a alguien demora un mes o más, ocurre que las personas siguen desarrollando sus labores durante un tiempo antes de que se les informe. En ese contexto, se les consultó a los expertos chilenos en RR.HH respecto a qué pasa con las tareas del talento que será desvinculado. El 50% afirma que se mantienen las mismas, el 40% se inclina por darles cada vez menos labores.

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