"Esto es un asco" o "¡esta comida se va a la basura!", son algunas de las duras frases del chef uruguayo Gustavo Maurelli durante su trabajo en "Pesadilla en la cocina", nuevo espacio que CHV estrenará en marzo y que buscará ayudar a mejorar el servicio de diferentes restaurantes del país.

El docurreality es una adaptación local del formato británico "Kitchen Nightmares", que se ha emitido en cerca de 25 países. Con el proyecto, la señal privada se suma al boom por la cocina que inició Canal 13 con el estreno de "Masterchef" y TVN con "Top chef" en 2014.

En el equipo marcan las diferencias con otros espacios gastronómicos. "Son formatos y géneros muy distintos. Los otros son un concurso de cocina y este es un docurreality de coaching, donde hay un problema real que nosotros no modificamos. Tratamos de intervenir para salvar un restaurante que realmente está a punto de quebrar", explicó Andrés Canale, productor ejecutivo de "Boomerang Chile", quienes desarrollan el formato junto al canal.

La primera temporada del espacio contempla 12 capítulos y se mostrarán intervenciones en restaurantes de Santiago y otras regiones del país.

La competencia

Maurelli, quien ha trabajado en diferentes países, como Canadá, EE.UU, Italia, el Caribe, Dubai y Singapur, hace un diagnóstico del estado de cada restaurante luego de probar los platos y ver las condiciones de trabajo en la cocina.

El experto, en varios casos no puede evitar molestarse al ver que los alimentos no son preparados de manera de correcta y entrega sus críticas de forma ruda, lo que en más de una ocasión causa rechazo entre los dueños y empleados de los locales analizados.

De hecho, en uno de los casos, el chef reconoció haber pedido la suspensión de la actividad de una cocina por evidentes problemas de un restaurante. "He tenido varias amenazas. Ha sido bien interesante porque uno toca emociones... Acá no estamos acostumbrados a decir las cosas de frente... A veces vivir las emociones y sentir esa rabia e impotencia es importante para darte cuenta que la estás embarrando", aseguró, agregando que "no es que yo sea malo por ser malo. Lamentablemente tengo que ser fuerte y bastante duro en el principio, porque tienen problemas reales. Aunque también tengo una parte muy humana donde me conecto con los dueños y las familias", expresó.

El chef se refirió a los inconvenientes que encontró durante su trabajo: "Hay familias que tienen problemas internos, otros se metieron en un negocio en el que no tenían ninguna experiencia y pensaban que era fácil. Después se encuentran que están llenos de deudas y no saben cómo salir".

Además de la asesoría culinaria, el equipo del programa ayudará con aspectos tales como la remodelación del lugar.