Irina Gutiérrez. Hace 4 años que reserva sus vacaciones para mayo-junio y se va a viajar por el mundo. Conoce Brasil, Colombia, gran parte de Europa y el Sudeste Asiático: "Viajar es lo que más me gusta en la vida y como vivo con mis papas puedo ahorrar para pasajes y estadía".

La mayoría de los viajes los ha hecho sola: "Es algo difícil encontrar compañeros para vacaciones tan largas y tan lejos. Claro que no me molesta, porque en los hostales siempre hago un buen grupo de amigos extranjeros y salgo a recorrer con ellos. Es bacán porque se aprende harto de otras culturas. Por otro lado, me permite manejar mis tiempos. Si quiero descansar, lo hago, y si quiero carretear toda la noche o turistear más en la introspectiva, también".

Pero cuando tenía 8 años sus vacaciones eran muy diferentes. Siempre eran en enero, en Coquimbo y con muchos familiares. "Viajábamos los primeros días del año porque era más barato y las playas estaban más vacías". Las vacaciones eran con la familia de su papá: "Son 5 hermanos en total y contando a mi abuela éramos más de 20 personas". Arrendaban dos cabañas y ahí se distribuían: "Yo compartía pieza con 4 o 5 primos, dormíamos de a dos en las camas de los camarotes. A veces, los adultos también compartían camas. La abuela era la única que siempre tenía para ella sola. No eran vacaciones de lujo y nadie podía decidir mucho porque había que pensar en todos, pero igual fui muy feliz. Me divertía con mis primos y pese a una que otra pelea, sentía la unión familiar".

Quizás se ha hablado demasiado del tema "Chile a medias", pero este caso violenta tanto que no lo puedo obviar. Se trata del camino de acceso a Valdivia, vía que siempre se caracterizó por su singular belleza. Pues bien, hoy está convertida en un desastre que tarda el acceso en al menos una hora a la ciudad más bella del país. Lo peor es que al reclamar por el tema me advierten que la situación lleva al menos dos años y que la empresa a cargo de los trabajos es la misma del bochornoso Puente Cau-Cau.

Siempre reclamamos por la rutina. Nos molesta eso de entrar todos los días al mismo lugar, a la misma hora y a hacer exactamente lo mismo que el día anterior, o bien lo mismo que hace tres días (cuando se trata de un lunes, el día más odiado de la semana). No obstante, cuando vamos a almorzar al mismo lugar de siempre y comemos lo mismo que todos los días nos molesta mucho si notamos que algo cambió. No soportamos que nos cambien el tipo de pan o que ya no corten el quesillo.

Si bien esta vez tuvo la suerte de alcanzar a recibir un ejemplar en el Metro, Pablo Tapia (36) contó que generalmente lee el hoyxhoy a través de Internet. "Mi sección favorita del diario es Deportes", confesó con una sonrisa.