Leo Riquelme

Felipe Alessandri en Santiago, Evelyn Matthei en Providencia y Cathy Barriga en Maipú. Sus manos en alto en señal de triunfo y rostros sonrientes se convirtieron ayer en iconos de la simbólica victoria que obtuvo Chile Vamos en las elecciones municipales, a costa de la Nueva Mayoría, lo que, de paso, la deja en buen pie para la Presidencial del 2017, en la que Sebastián Piñera aparece como carta principal.

En votos a alcaldes, la diferencia numérica entre la oposición y el oficialismo es menos impactante que el golpe político, pues Chile Vamos sumaba 38,53% y la Nueva Mayoría un 37,07%. En la Región Metropolitana la oposición tuvo 43,6% y el oficialismo un 34,23%.

La tendencia es similar a la registrada en la municipal del 2008, cuando la Alianza obtuvo 41,74% y la Concertación 39%. Esto ocurrió un año antes que Piñera se impusiera en la presidencial.

Ayer, Matthei llegó a su comando con el ex Mandatario. Antes, y en silencio, había hecho lo propio al cuartel de la derrotada alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, el ex Presidente Ricardo Lagos.

"El cambio ha tenido un gran triunfo y por eso le digo a mis compatriotas: arriba los corazones, porque vienen tiempos mejores", dijo Piñera, emulando una de sus frases de la campaña del 2009.

En tono más reflexivo, Lagos afirmó que "no es el momento de hablar de candidaturas" y llamó a a su sector a "caminar juntos para explicar y rectificar", "a reponer las energías" y a hacer análisis profundos por la abstención y a la forma en que los que fueron a votar se expresaron".

La abstención

La de ayer fue la elección con mayor abstención desde el retorno a la democracia. La última cifra disponible del Servicio Electoral (Servel) indicaba que votó sólo el 34,6% de quienes podían hacerlo. En la anterior municipal sufragó un 41%, época en que aún el voto era obligatorio. Sin embargo, en la que debutó el sistema voluntario -la presidencial del 2013- participó el 48% de la ciudadanía

La baja era esperada pero fue uno de los argumentos oficialistas para explicar la pérdida de importantes municipios. No obstante, varios sectores expresaron su inquietud por la desafección ciudadana y fue un tema central en la alocución de anoche de la Presidenta Michelle Bachelet.

La Mandataria dijo que abstención del 65% no fue por "desinterés, es derechamente molestia por la falta de probidad" develada en los últimos años en campañas y en la administración del Estado. En ello, criticó a quienes incurrieron en ella y a la "ineficacia de algunas instituciones" para enfrentarla.

Por ello, llamó a abordar el tema con "seriedad" y a perfeccionar el sistema , porque "la debilidad de una democracia (...) afecta el bienestar de todos"; y planteó que el revés para el oficialismo "tiene fundamento", por lo que prometió "redoblar los esfuerzos para hacer mejor las cosas" y pidió a los presentantes de sector "deponer los personalismos y los cálculos de corto plazo".

Uno de los presidenciables del oficialismo, el senador Alejandro Guillier, dijo que la abstención era "una catástrofe para la democracia" y prometió que saldrá a la calle para escuchar y trabajar en un programa que "represente al hombre común".

24 alcaldes eligió Chile Vamos en la Región Metropolitana, 23 la NM y 5 fueron independientes.

la presidenta dijo que trabajará para mejorar el sistema electoral para que se vuelva a creer en la política.

El director de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), Claudio Fuentes, profundizó en las variables que, a su juicio, generaron la baja participación de electores en la jornada de ayer en todo el país.

Junto a ello, asegura que los resultados permiten ver a una alianza opositora mucho más ordenada de cara a la elección presidencial del próximo año.

¿Qué lectura hace de la altísima abstención?

Efectivamente, lo que se anticipaba que iba a pasar, con una votación bajo el 40%, ha llegado a un nivel impresionante en cuanto al bajo interés; en algunas comunas llega, incluso, al 80%. Eso va a reabrir el debate sobre qué esté pasando en la sociedad, sobre el porqué la gente no vota y cómo cambiar esto, no sólo por la vía del voto obligatorio, sino también por qué tipo de oferta política se está dando.

¿Se puede abrir un debate político para volver a alguna fórmula de voto obligatorio?

Creo que sí. Efectivamente, cuando ves comunas importantes en las que cerca del 80% no vota, creo que es necesario abrir el debate, aunque creo que el tiempo político de este Gobierno se agotó producto de esta debacle electoral y va a ser muy difícil que pueda sacar una reforma política como ésta en lo que le queda. Seguramente, la discusión va a darse no para que se apruebe en este Gobierno y para que tengamos voto obligatorio en 2017. Va a haber propuestas en este sentido y se van a reinstalar discusiones que ha habido en el Congreso, como incentivos para la votación, transporte público para el día de la elección y otros mecanismos que podrían estimular la participación. Todas esas medidas asociadas a mayor participación han sido frenadas en el Congreso porque los actores no tienen incentivos para que vote más gente. Lo que ocurre es que la gente que no fue a votar es de la Nueva Mayoría, la gente de derecha sí fue a votar y la NM perdió, en parte, producto de la abstención.

¿Qué cuadro ve en términos de las candidaturas presidenciales, a partir de ahora?

Veo un Chile Vamos mucho más ordenado detrás de la candidatura de Sebastián Piñera. Va a tener un impacto ordenador en su candidatura, dado que tienen potencial de volver a ser Gobierno. Él se la ha jugado por actores que terminaron en el municipio. Creo que se abre un debate interno muy fuerte; si recordanos la derrota del 2008, la Nueva Mayoría nunca ha sido buena para administrar crisis; va a haber divisiones y recriminaciones entre los partidos. Lagos va a aparecer diciendo, bueno, aquí hay que ordenar lo que queda de Gobierno, ya pensando en todo lo que viene en el 2017.