Leo Riquelme

En las calles, restaurantes y oficinas de Santiago se ven y se oyen. La colonia de venezolanos se ha hecho cada vez más masiva en Chile, y las cifras lo ratifican. Según los antecedentes de la PDI, hasta octubre del año pasado habían ingresado 52.663 personas de ese país, un 12% más que todo el año anterior. Sin embargo, al ampliar el foco se advierte que la cantidad supera en 57% a la del 2014, que es cuando se quebró la tendencia de llegadas, que rondaba los 33 mil.

Y hay más. Hasta hace dos años la diferencia entre quienes ingresaban y salían era levemente en favor de los primeros. Ahora, sin embargo, más de la mitad se queda. Para la PDI, ese 56% es una "cifra totalmente significativa y objeto de estudio".

Los datos de la dirección de Extranjería, del ministerio del Interior, lo confirman. El 2003 el Gobierno emitió 383 visas de permanencia en favor de venezolanos, que aumentaron a un ritmo constante hasta duplicarse el 2010. Ya el 2014 llegaban a 2.872, el 2015 subieron a 8.381 y el 2016 se dispararon a 22.921. El alza fue de ocho veces en dos años.

Para este 2017, la proyección de la PDI es que en el primer semestre arriben 28.511 venezolanos, lo que de ocurrir también sería un aumento frente a lo experimentado en el mismo período del 2016, cuando ingresaron 23.502.

El período de explosión de este flujo migratorio coincide con la agudización de la crisis social, económica y política que afecta a ese país.

"Yo creo que va a aumentar, porque la crisis en Venezuela es muy grave. Hay mucha gente desesperada. El problema más grande no es el Gobierno, es que no hay comida y que la delincuencia es gravísima. Esos dos problemas se sumergen por una mala administración", analiza Pepe Manosalva, un licenciado en Historia venezolano, hijo de padre chileno y que vive hace ocho años en Santiago.

Trece días

De los 52 mil venezolanos que llegaron a Chile el 2016, 43.991 lo hicieron por el aeropuerto Arturo Merino Benítez. Manosalva, que bajo el seudónimo de "Luis Bolívar" dirige el periódico quincenal ElVinotinto.cl, asegura que muchos de sus compatriotas están llegando por tierra, en un viaje que, en el mejor de los casos tarda 13 días.

"Se vienen con mil dólares y con ellos pagan los pasajes en buses que, por ejemplo, salen de Puerto Ordaz hacia Manaos, siguen hacia Belho Horizonte, de ahí a Bolivia, a Santa Cruz y así hasta llegar a Chile. Ahora como se reabrió la frontera por Colombia también están viajando por ahí, porque la carretera es menos peligrosa. Al final, llegan a Chile con US$300", agrega.

Quiénes vienen

Manosalva es también uno de los administradores de la comunidad de Facebook "Venezolanos en Santiago de Chile", que cuenta con 112.567 miembros.

Según él, Chile ha sido el destino de tres tipos de oleadas de inmigración de su país, todas ellas altamente instruidas. La primera la resume como de profesionales con altos niveles de ahorro; la segunda fue de universitarios también, pero con menor dinero guardado; y la tercera son jóvenes recién titulados que salen porque sienten "que allá no hay futuro", dice.

Añade que este último grupo se ha radicado masivamente en el centro de la capital, entre Serrano y Carmen, y ha tenido mayores dificultades para insertarse laboralmente, por lo que no son pocos los que han optado por el comercio ambulante.

"Nosotros quizás somos diferentes a los inmigrantes que vienen de otros países, pero no diferentes en lo importante, en lo humano, porque todos quienes emigramos lo hacemos porque vivimos situaciones difíciles en nuestros países. De todas formas, los venezolanos estamos súper bien adaptados", asegura.

Este medio se contactó con la embajada venezolana en Santiago, desde donde requirieron el envío de un correo con la solicitud. Al cierre de esta edición no respondieron.

22.921 personas recibieron visa chilena el 2016. El 2014 fueron 2.872 y el 2005 eran 383.

$100 mil chilenos equivalen a 376 mil bolívares. Según venezolanos, eso gana un ejecutivo bancario allá.

Con un acto en el Hall Sección Periódicos de la Biblioteca Nacional, junto a la imprenta en que se imprimió el primer número del diario Aurora de Chile, la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) y la BN festejaron ayer el Día Nacional de la Prensa, cita en la que participó la vocera de Gobierno, Paula Narváez. El día está inspirado en la publicación del periódico fundado por Fray Camilo Henríquez, hecho ocurrido el 13 de febrero de 1812. "Existe inquietud por iniciativas que contienen disposiciones que pueden afectar a la libertad de expresión. Hay incertidumbre sobre una nueva Constitución Política; también hay ciberataques, existen páginas digitales apócrifas y cuentas falsas en la red, creadas con el único propósito de obstruir el acceso a los medios", dijo el presidente de la ANP, Ricardo Hepp, que advirtió que hay proyectos de ley para limitar el trabajo periodístico.

Luis Boric, padre del diputado Gabriel Boric, negó que su hijo utilizara su cargo para facilitar un viaje familiar a Isla Lennox en un buque de la Armada, en homenaje al bisabuelo. "No tuvo absolutamente ninguna participación ni en los permisos, ni en la ejecución, ni conocía todos los detalles de las gestiones que hicimos", dijo a La Segunda. Ante las críticas, el parlamentario defendió la legalidad del hecho, aunque luego reconoció imprudencia. "Pensamos que podía haber algo de chaqueteo, pero no creímos nunca que iba a alcanzar el nivel que tuvo", lamentó el papá.

Una gran emanación de humo en la ladera sur del cerro San Cristóbal desató inquietud en la tarde de ayer. Bomberos reportó que se produjo un incendio de matorrales y basura, que fue rápidamente sofocado por voluntarios y brigadistas de Conaf. El Parque Metropolitano declaró por superada la emergencia a las 18.00 horas.